Por
segunda vez en lo que llevan de las lecturas una gran bocanada de fuego
apareció de ningún lugar dejando salir entre ella al magnifico fénix que todos
conocían que sobrevolado sobre algún comedor se dirigió en dirección a
Dumbledore, para algunos fue más que evidente el notar que el ave traía consigo
otro par de sobres expidiendo un poco de humo, probamente de la súbita
aparición de Fawkes de entre las llamas.
Nuevamente
el sorprendido director tomo el sobre que era dirigido hacia a él para
posteriormente darle lectura, todos aguardaban expectantes a saber el contenido
de dicha carta.
-Interesante-
exclamo Dumbledore después de un rato- bien, asumo que todos quieren saber
acerca de lo que acabamos de ver- no era necesaria una respuesta para saber que
eso era verdad- bueno, como recordaran, la última vez que esto ocurrió fue para
informarnos de la llegada de nuestros jóvenes acompañantes- continuo señalando
a los de la tercera generación- pues bien, el motivo de este nuevo mensaje es,
de igual forma, para avisar de la llegada de más personas.
-¡¿Qué?!-
exclamo con fuerza Teddy- pero si Her… pero como se les ocurrió semejante cosa-
dijo el metamorfomago a quien así se le escaba el nombre de Hermione, sabía que
ella era la que más se opondría a que enviaran a más gente, no por nada fue la
que más oposición y resistencia presento para acepar que ellos fueran.
-Hay no
seas tan aguafiestas pequeño- salto Sirius.
-Me temo
que los motivos en parte continuarán como un misterio- hablo nuevamente
Dumbledore- sin embargo, hay algunas cosas que puedo compararles ahora, como
tal vez algunos puedan intuir, Fawkes, no solo puede traer información a este
lugar, sino también puede enviar cartas a aquellos que conjuraron el hechizo
para traernos- algunos realizaron una exclamación de sorpresa- y tal parece,
que el joven Black siendo consiente de este hecho, les hizo la solicitud de
traer a más personas- las miradas se posaron sobre el menciones.
-Pero
como, en qué momento se te pudo ocurrir eso,
mas importante cuando enviase ese mensaje interrogo James.
-Probablemente
fue cuando salió antes de comenzar a comer, es el único momento en que lo hemos
perdido de vista recientemente- razono Remus.
-Ya ven,
al final se enteraron de todo y no hice nada malo- aseguro Sirius.
-Yo no
estaría tan segura- dijo Hermione- la magia que conjuraron para traernos aquí
debe ser muy complicada, y más teniendo a tantas personas reunidas, no creo que
sea muy prudente traer más- explicó.
-O no
debe de preocuparse señorita Granger- dijo Dumbledore- creo que aquellos que
nos trajeron aquí están conscientes de ese hecho, y más aún, algunos de los que
estaremos presentes no durarán mucho, al parecer algunos solo duraran un corto
tiempo antes de regresar a sus épocas
-Pero
como es eso, si solo van estar un momento ¿por qué tráelos?- pregunto Marlene.
-De
seguro no deben ser trascendentes para la historia y solo vendrán por algún
tipo de capricho- respondió Lily- después de todo, recuerda quien hizo la petición-
agregó viendo de rejo a Sirius.
-Ahora
que volvemos a tocar ese tema, otro sobre a llegado cuyo destinatario es el
joven Black- explico el director antes de darle una señal a Fawkes pera que le
llevase la carta.
El sobre
no era nada espectacular, solamente parecía un sobre amarillento común y
corriente con la palabra Sirius escita con tinta roja, el color de la tinta era
algo peculiar pero nada para tomárselo con importancia, sin más el animago
desato la carta de la pata del fénix y la abrió con mucho cuidado.
-¡¡¡Sirius Orión Black!!!- se escuchó de
inmediato, la voz era tan potente que hacia retumbar los vidrios y con un tono
de cólera tal que le pondría la piel de gallina al más valiente, la voz también
se escuchaba bastante distorsionada (lo que le daba un toque particularmente
siniestro) pero aun así todos parecían intuir que se trataba de alguna mujer la
que hablaba- ¡¡¡que te crees haciendo
esta clase de peticiones, no ers capaz de medir las consecuencias idiota, por
esta vez te concederos este favor pero si vuelves a hacer una sugerencia tan
irresponsable, una simple carta será el menor de tus problemas!!!- y
dicho eso el sobre estallo en llamas.
-¡¿Pero
qué diablos fue eso?!- espeto James- ni los vociferadores de la madre de Sirius
me han dado tanto miedo.
-Está
claro que era una reprimenda- aseguro Marlene- Sirius ¿estás bien?, pareces
estar en shock- agrego la rubia viendo hacia el joven que parecía paralizado.
-He, sí,
estoy bien- respondió el joven sacudiendo la cabeza- pero bueno, cuanto
escándalo por algo tan simple, pero que persona tan malhumorada- aseguro.
Los
jóvenes de la tercera generación se vieron entre ellos, aun cuando no fue muy
clara la oz todos suponían que había sido Hermione quien le había mandado esa
carta, después de todo, la castaña del futuro fue la más renuente de todos en
aceptar mandarlos a ellos ahí.
-Bueno,
como la vez pasado las nuevas personas llegaran mañana a la sala de menesteres-
explico Dumbledore- considero que sería prudente que dejemos la mañana libre
para poder explicarles apropiadamente a nuestro nuevos invitados la situación y
ponerlos al tanto de la lecturas, ya que hemos avanzado bastante y de seguro
tendrán muchas preguntas por lo pronto, continuemos con el último capítulo del
día, si es tan amable señorita- le hablo directamente a Hermione que se enfocó
nuevamente en el libro.
-Si muy
bien- comenzó Hermione- el título es “Maldiciones imperdonables”
Ante la
mención del título varios se quedaron sorprendidos, esas maldiciones se
consideraban las perores de todas y no entendían que clase de relación tenían
con unos chicos como ellos, aunque tomando en cuenta el tipo de “venturas” que
esos chicos tenían no era tan extraño pensar que se enfrentarían en algún
momento con cosas como esas.
Hermione
pudo notar que algunos, como Lily, Remus y otros más tenían cierta intención de
decir nada, pero al no escuchar palabra de su parte la castaña decidió comenzar
a leer.
Los dos días siguientes pasaron sin grandes incidentes, a menos que se
cuente como tal el que Neville dejara que se fundiera su sexto caldero en clase
de Pociones.
-¿El
sexto caldero en la semana o en lo que lleva en el colegio?- pregunto con
cierta sorna Gideon.
-En lo
que llevo en la escuela claro esta le respondió Neville.
El profesor Snape, que durante el verano parecía haber acumulado
rencor en cantidades nunca antes conocidas, castigó a Neville a quedarse
después de clase. Al final del castigo, Neville sufría un colapso nervioso,
porque el profesor Snape lo había obligado a destripar un barril de sapos
cornudos.
Alice
miro con disgusto en dirección a Snape, ese tipo de castigos no era para el
tipo de error cometido por su hijo, y más sabiendo que su mascota es
precisamente un sapo.
—Tú sabes por qué Snape está de tan mal humor, ¿verdad? —dijo Ron a
Harry, mientras observaban cómo Hermione enseñaba a Neville a llevar a cabo el
encantamiento antigrasa para quitarse de las uñas los restos de tripa de sapo.
-Me
alegra no haber tenido que volver a usar ese encantamiento nuevamente- comento
el joven de cara redonda.
-No, pero
te han pasado muchas más cosas- agrego Ron recordando los años siguientes, en
especial aquel año que lidero la rebelión en Hogwarts
-¿Muchas
más cosas?- dijo con interrogación Alice.
-No son
tantas como cree- se apresuró a mentir Hermione viendo con reproche a su novio,
no era momento para que se enteraran de ciertas cosas.
—Sí —respondió Harry—. Por Moody.
Era comúnmente sabido que Snape ansiaba el puesto de profesor de Artes
Oscuras, y era el cuarto año consecutivo que se le escapaba de las manos.
-No creo
que sea solo eso- comento James- es como el año pasado, no es solo que perdiera
el puesto sino también quien lo obtuvo, es posible que ellos tuvieran algunas
confrontación en algún momento
-Es
probable que así haya sido-agrego Lily viendo con decepción a su antiguo amigo,
tanto ella como su novia sospechaban que Severus se debió de unir a los
mortifagos en algún momento.
Snape había odiado a los anteriores titulares de la asignatura y nunca
se había esforzado en disimularlo. No obstante, parecía especialmente cauteloso
a la hora de mostrar cualquier indicio patente de animosidad contra Ojoloco
Moody.
-Ojo loco
no es alguien fácil de tratar- comento Frank- cualquiera que lo conozca tendría
mucho cuidado al tratarlo.
-En
especial si es alguien a quien Alastor considera un enemigo- agrego Alice.
Desde luego, cada vez que Harry los veía juntos (a la hora de las
comidas, o cuando coincidían en los corredores), se llevaba la clara impresión
de que Snape rehuía los ojos de Moody, tanto el mágico como el normal.
-Bueno,
ese es un bono extra por tener a Alastor como profesor- aseguro Sirius gustoso
de que su enemigo lo estuviera pasando tan mal durante ese año.
-No dirás
lo mismo si es que gracias a eso la toma contra los estudiantes- razono
Marlene.
—Me parece que Snape le tiene algo de miedo, ¿no crees? —dijo Harry,
pensativo.
— ¿Te imaginas que Moody convierte a Snape en un sapo cornudo —dijo,
con lágrimas de risa en los ojos— y lo hace botar por toda la mazmorra...?
Ante la
visión molesta del propio Severus varios, en especial los bromistas, se
pusieron reír ante la idea del pelirrojo, el propio Ron soltó algunas risas
también, James también reía aunque se reprimía un poco mientras que Lily negaba
con cierta desaprobación.
Los de cuarto curso de Gryffindor tenían tantas ganas de asistir a la
primera clase de Moody que el jueves, después de comer, llegaron muy temprano e
hicieron cola a la puerta del aula cuando la campana aún no había sonado.
-No creo
que eso ocurriese muy a menudo- comento Ted- deben de estar muy entusiasmados.
-Incluso
los gemelos estarían emocionado por asistir a sus clases- comento James
mientras los gemelos Weasley sonreían.
-Algo
trágico que un bromista actué así- aseguro Sirius- pero supongo que con un
profesor como ese es algo inevitable.
La única que faltaba era Hermione, que apareció puntual.
—Vengo de la...
—... biblioteca —adivinó Ron
-Bueno,
tanto como adivinar no creo que sea correcto- comento Fabián.
-Cualquiera
que la conozca hubiera supuesto lo mismo- apoyo Gideon.
-Y más
esos días que está trabajando en que sabe qué cosa dentro de la biblioteca-
agregó de ultimo Marlene.
—. Date prisa o nos quedaremos con los
peores asientos.
-Bueno, por lo menos por esa ocasión no me preocupare porque asistas a
clases- comentó Molly.
Y se apresuraron a ocupar tres sillas delante de la mesa del profesor.
Sacaron sus ejemplares de Las fuerzas oscuras: una guía para la autoprotección,
y aguardaron en un silencio poco habitual. No tardaron en oír el peculiar
sonido sordo y seco de los pasos de Moody provenientes del corredor antes de
que entrara en el aula, tan extraño y aterrorizador como siempre. Entrevieron
la garra en que terminaba su pata de palo, que sobresalía por debajo de la túnica.
—Ya podéis guardar los libros —gruñó, caminando ruidosamente hacia la
mesa y sentándose tras ella—. No los necesitaréis para nada.
-Bien,
esa será una clase práctica, esas son las mejores- dijo con emoción Sirius
mientras que algunos, Neville como el principal de ellos, recordaban con cierto
sabor agridulce aquella primera clase.
-Sí, pero
no creo que se comparen con las clases de Remus- agrego Dora.
-Hay que
dulce, defendiendo a tu amado, porque no se dejan de idioteces y se casan de
una vez
-Sirius,
otra vez sales con eso- le reprendió Remus.
-hey,
alguien debe decirlo- respondió el animago- aunque no estoy muy seguro de la
idea del matrimonio pero aun así de que deshonras a mi sobrina la…
-Yo no le
hago algo semejante a Dora- le interrumpió el oji miel.
-Pero
bien que gustaría no- le pico Sirius esperando una réplica de su amigo, pero
antes de poder decir algo el licántropo enrojeció con cierta fuerza, aun cuando
lo tratara de reprimir con todas sus fuerzas, no podía decir que no tenía
sentimientos de ese tipo hacia la metamorfomaga- Espera- agrego Sirius notando
la reacción de su amigo- ¿tú en verdad…?
-Lo que
quise decir es que la clase será muy diferente porque Remus y Alastor tienen
actitudes bastantes diferentes- interrumpió Dora en parte para salvar a Remus y
en parte porque no que no quería profundizar en qué clase de “deseos” tenía
Remus para con ella, al menos no teniendo a tanta gente cerca escuchándolos.
Volvieron a meter los libros en las mochilas. Ron estaba emocionado.
-Aunque después
quedamos un poco sorprendidos y hasta un poco asustados- agregó Ron, ese
comentario no fue una gran sorpresa para la mayoría, después de todo no
esperaban menos de una clase dada por ese rudo profesor.
Moody sacó una lista, sacudió la cabeza para apartarse la larga mata
de pelo gris del rostro, desfigurado y lleno de cicatrices, y comenzó a
pronunciar los nombres, recorriendo la lista con su ojo normal mientras el ojo
mágico giraba para fijarse en cada estudiante conforme respondía a su nombre.
-Fue un
poco siniestro- comentó Deán- y más cuando averiguamos que podía ver a través
de cosas sólidas.
-Incluso
nos daba algo de miedo el hacer algo sabiendo que nos podría estar observando-
comento Seamus.
-Pues que
cosas hacías como para molestar a un profesor he- le pico Fabián, pero el chico
solo sonrió nerviosamente.
—Bien —dijo cuándo el último de la lista hubo contestado «presente»—.
He recibido carta del profesor Lupin a propósito de esta clase. Parece que ya
sois bastante diestros en enfrentamientos con criaturas tenebrosas. Habéis
estudiado los boggarts, los gorros rojos, los hinkypunks, los grindylows, los
kappas y los hombres lobo, ¿no es eso?
Remus
bajo un poco la mirada mientras Dora lo abrazaba con su brazo libre (porque en
el otro sostenía a Teddy) todos pudieron notar esta acción, pero nadie, ni
siquiera Sirius quería decir nada.
Hubo un murmullo general de asentimiento.
-Me
imagino porque- comento el oji miel.
-No tenía
que ver que fuera un licántropo profesor- salto de inmediato Neville ante el
asentimiento de sus compañeros- eso no nos importaba realmente.
-Nosotros
le hemos dicho cosas similares, pero es tan cabeza dura- agrego Sirius en tono
de reproche.
-Ya
haremos algo con eso canuto, mejor continuemos con la lectura- intervino James,
ya muchas veces habían tenido un intercambio similar de palabras, lo cual
impacientaba un poco al oji gris, a él le gustaría quitarle ese sentimiento de
inferioridad suyo de una vez, aunque sus métodos no eran precisamente muy
ortodoxos.
—Pero estáis atrasados, muy atrasados, en lo que se refiere a
enfrentaros a maldiciones —prosiguió Moody—. Así que he venido para prepararos
contra lo que unos magos pueden hacerles a otros.
-Bueno,
eso tiene algo de verdad -comento Alice- no les haría mal aprender algunos
contra maleficios
-Contra
maleficios- repitió Alastor- eso solo es la mitad de lo que deberían aprender.
-No
pretenderás enseñarles maldiciones o si- dijo en tono desafiante Alice.
-No le
enseñara como hacerlas pero mínimo les mostrara como son en la práctica-
sentencio Lily.
-Y no
cualquier tipo de maldiciones, sino las peores que hay en nuestro mundo- agrego
James recordando el título.
Dispongo de un curso para enseñaros a tratar con las mal...
-¿Un
curso?- repitieron varios a la vez, si bien era cierto que no habían tenido un
solo profesor de DCAO dos años seguidos desde que comenzaron a leer, pero no
creían que hubiera motivo para que dimitiera.
-Me
pregunto porque solo se quedara un curso- comento Ted.
-O que
para empezar aceptara dar la clase en
primer lugar- dijo Andrómeda- debe de tener alguna razón relacionada con
Dumbledore, pero eso ya lo veremos después.
— ¿Por qué, no se va a quedar más? —dejó escapar Ron.
-Y qué
bueno que fue solo un curso- dijo por lo bajo ron a sus amigos, si se hubiera
tratado del Moody real no hubiera sindicado gran problema.
-Pero la
opción que tuvimos el año siguiente no fue mejor- aseguro Ginny.
El ojo mágico de Moody giró para mirarlo. Ron se asustó, pero al cabo
de un rato Moody sonrió. Era la primera vez que Harry lo veía sonreír.
-Diría
que se ve aún más tétrico cuando sonríe que cuando pone su cara gruñona-
comento Fred.
-Además
que se ve sumamente extraño- apoyo de inmediato George.
El resultado de aquel gesto fue que su rostro pareció aún más
desfigurado y lleno de cicatrices que nunca, pero era un alivio saber que en
ocasiones podía adoptar una expresión tan amistosa como la sonrisa. Ron se
tranquilizó.
Unos
pocos soltaron una risa leve por la mención del alivio de ver que alguien como
Alastor Moody podía sonreír.
—Supongo que tú eres hijo de Arthur Weasley, ¿no? —Dijo Moody—. Hace
unos días tu padre me sacó de un buen aprieto... Sí, sólo me quedaré este
curso. Es un favor que le hago a Dumbledore: un curso y me vuelvo a mi retiro.
-Bueno
eso explica algunas cosas- omento Frank- pero aun así me intriga por qué quiso
que estuviera dando clases ese año en específico- solo aquellos que conocían de
cierta forma al director sabían que no lo hubiera hecho sin tener un buen
motivo.
Soltó una risa estridente, y luego dio una palmada con sus nudosas
manos.
—Así que... vamos a ello. Maldiciones. Varían mucho en forma y en
gravedad. Según el Ministerio de Magia, yo debería enseñaros las contra
maldiciones y dejarlo en eso. No tendríais que aprender cómo son las
maldiciones prohibidas hasta que estéis en sexto. Se supone que hasta entonces
no seréis lo bastante mayores para tratar el tema.
-Así es-
afirmo Fudge- en especial en nuestros tiempos es un tema que debe ser tratado
por jóvenes más maduros y…
-¡Y un
cuerno!- interrumpió con severidad Alastor- en nuestro tiempo los alumnos
deberían saber más como defenderse- rebatió el auror.
-Pero
jóvenes de cuarto año aún son muy jóvenes para saber de esas cosas- aseguro.
-Nunca se
es demasiado joven para aprender a defenderse, esos tres en particular- agrego
señalando a Harry, Ron y Hermione- deberían de aprender a defenderse lo más
pronto posible por todos los problemas que les pasa.
-No me
agrada pero me temo que tiene razón- se lamentó Lily- hasta me gustaría que sus
problemas fueran más como los de James, pero no es un permiso para que se
ponga a hacer bromas- agrego viendo la
sonrisa que apareció en Sirius.
Pero el profesor Dumbledore tiene mejor opinión de vosotros y piensa
que podréis resistirlo, y yo creo que, cuanto antes sepáis a qué os enfrentáis,
mejor. ¿Cómo podéis defenderos de algo que no habéis visto nunca?
-Entonces
en verdad se los demostrara- dijo con algo de aprensión Andrómeda- no creo que
sea buena idea, podría ser un poco duro para ellos.
-Para
algunos más que a otros- agrego Neville ante la mirada impactada de sus padres.
Un mago que esté a punto de echaros una maldición prohibida no va a
avisaros antes.
-Eso es
verdad- concedió Frank- aunque es un poco prematuro pensar en les ocurriría
algo como eso
-No en el
caso de esos chicos-aseguro Alastor vendo a trio con su ojo mágico.
-Ni en el
caso del resto de nosotros- agregó por lo bajo Deán a sus compañeros, así todos
los de su generación se vieron en la necesidad de aprender a defenderse.
No es probable que se comporte de forma caballerosa. Tenéis que estar
preparados. Tenéis que estar alerta y vigilantes. Y usted, señorita Brown,
tiene que guardar eso cuando yo estoy hablando.
Lavender se sobresaltó y se puso colorada. Le había estado mostrando a
Parvati por debajo del pupitre su horóscopo completo.
-Perdiendo
el tiempo en esas estupideces de adivinación en lugar que en la clase- salto
Sirius.
-¡Hey!-
relamo de inmediato Lavender.
-Nunca
creí escuchar que defenderías el poner atención en una clase- exclamo Marlene.
-Si
bueno, es una situación especial así que no te acostumbres- le devolvió el oji
gris.
Daba la impresión de que el ojo mágico de Moody podía ver tanto a
través de la madera maciza como por la nuca.
-Y no solo
eso- agrego James ante la sonrisa del viejo auror, por su parte el azabache
seguía preocupado de que pasaría si llega a encontrar a su hijo a deshoras bajo
su capa invisible.
—Así que... ¿alguno de vosotros sabe cuáles son las maldiciones más
castigadas por la ley mágica?
Varias manos se levantaron, incluyendo la de Ron y la de Hermione.
-No es
muy seguido que sepas la respuesta a alguna pregunta- comento Fred.
-Por lo
general siempre dejan a mamá a que responde- dijo con cierto tono de reproche
Rose que era muy similar a su castaña madre.
-Mira,
hasta tu propia hija te está regañando hermanito- dijo burlón George.
-Ha ya
cállense-les rebatió el pelirrojo pidiéndole a su novia que continuara.
Moody señaló a Ron, aunque su ojo mágico seguía fijo en Lavender.
—Eh... —dijo Ron, titubeando— mi padre me ha hablado de una. Se llama
maldición imperius, o algo parecido.
—Así es —aprobó Moody—. Tu padre la conoce bien. En otro tiempo la
maldición imperius le dio al Ministerio muchos problemas.
-No lo dudo,
era muy difícil idéntica a las personas correctas- comento Kingsley.
-¿Personas
correctas?- pregunto Dora.
-Ocurrieron
muchas cosas en el futuro, pero eso ya lo verán despues- respondió el auror.
Moody se levantó con cierta dificultad sobre sus disparejos pies,
abrió el cajón de la mesa y sacó de él un tarro de cristal. Dentro correteaban
tres arañas grandes y negras.
Ron
exhalo con disgusto mientras los ojos de sus hermanos se posaban sobre él, ya
no era secreto la enorme fobia que les tenia a esos animales.
Harry notó que Ron, a su lado, se echaba un poco hacia atrás: Ron
tenía fobia a las arañas.
Moody metió la mano en el tarro, cogió una de las arañas y se la puso
sobre la palma para que todos la pudieran ver. Luego apuntó hacia ella la
varita mágica y murmuró entre dientes:
— ¡Imperio!
Algunos
de los presentes guardaron la respiración, ya suponían que era muy probable que
les mostraría de forma práctica como se realizaban las maldiciones
imperdonables, pero aun así tenían una pequeña esperanza que se limitara solo a
la teoría. Pero de entre todos Alice y Lily eran las que estaban más
preocupadas, cada una pensaba en una de las maldiciones imperdonables que
faltaban por examinar.
La araña se descolgó de la mano de Moody por un fino y sedoso hilo, y
empezó a balancearse de atrás adelante como si estuviera en un trapecio; luego
estiró las patas hasta ponerlas rectas y rígidas, y, de un salto, se soltó del
hilo y cayó sobre la mesa, donde empezó a girar en círculos. Moody volvió a
apuntarle con la varita, y la araña se levantó sobre dos de las patas traseras
y se puso a bailar lo que sin lugar a duda era claqué.
Todos se reían.
Los de la
tercera generación, a excepción claro de Teddy y Victoire que eran los mayores,
sonrieron o rieron ante la descripción de lo ocurrido, como los de la segunda
generación en su momento que ahora se mantenían silenciosos.
Todos menos Moody.
—Os parece divertido, ¿verdad? —gruñó—. ¿Os gustaría que os lo
hicieran a vosotros?
La risa dio fin casi al instante.
-Creo que
eso ya no sería tan divertido- comento Albus que borro la sonrisa que tenía en
el rostro.
-Es una
maldición con un terrible potencial sin duda- comento Rose- no sería una
maldición imperdonable si no fuera así.
—Esto supone el control total —dijo Moody en voz baja, mientras la
araña se hacía una bola y empezaba a rodar—. Yo podría hacerla saltar por la
ventana, ahogarse, colarse por la garganta de cualquiera de vosotros...
Ron se estremeció.
-No es
malo que tengas miedo sobrino- comento Fabián- pero tal vez deberías de hacer
con esa fobia tuya.
-Sí, no
creo que sea bueno que andes temblando por ahí siempre que aparece una araña-
apoyo Gideon.
-Lo dicen
como si fuera muy fácil- reclamo Ron, y es que desde que entro al colegio, en
especial el encuentro con Aragog, su miedo por esos bichos no se ha reducido en
lo más mínimo.
—Hace años, muchos magos y brujas fueron controlados por medio de la
maldición imperius —explicó Moody, y Harry comprendió que se refería a los
tiempos en que Voldemort había sido todopoderoso—. Le dio bastante que hacer al
Ministerio, que tenía que averiguar quién actuaba por voluntad propia y quién,
obligado por la maldición.
-Muchos
incluso se escudaron con eso para libar la carel, aunque en verdad estaban ahí
por gusto- aseguro Kingsley viendo de reojo a Lucius.
-Y
gracias a su ineptitud ocurrió lo que ocurrió en los mundiales- agrego Sirius
viendo disimuladamente a Fudge- esos del ministerio parece que solo cometen
errores.
»Podemos combatir la maldición imperius, y yo os enseñaré cómo,
-No
pensaras usar la maldición con los estudiantes ¿verdad?- pregunto con
preocupación Alice.
-De que
otra forma podrían estar preparados para desafiarla- respondió el auror.
-Pero
como se te ocurre- se exalto la mujer- hacerles algo como eso a esos pobres
niños.
-No se
trata de una tortura ni mucho menos- aseguro Alastor- además, es mucho mejor
que yo trate de controlarlos para que puedan practicar a defenderse, a que un
mago tenebroso lo haga en mi lugar- agrego- y no debería decir que podría pasar
con ellos si eso ocurriera.
Por mucho
que quiera hacerlo, ni la propia Alice podía negar que eso era cierto, hasta
cierto punto de vista, de las tres maldiciones imperdonables era la menos
peligrosa en sí, y además, la única de las tres que puede ser combatida.
Pero se necesita mucha fuerza de carácter, y no todo el mundo la
tiene.
Varias
miradas voltearon a ver en dirección al trio, algunos mas específicamente al
propio Harry, los jóvenes del pasado no podían evitar preguntarse si ese joven
seria de esas personas que pueden combatir dicha maldición.
Lo mejor, si se puede, es evitar caer víctima de ella. ¡ALERTA
PERMANENTE! —bramó, y todos se sobresaltaron.
-Tu frase
favorita- comento Kingsley- se ve que también se las enseñaras a ellos.
Moody cogió la araña trapecista y la volvió a meter en el tarro.
— ¿Alguien conoce alguna más? ¿Otra maldición prohibida?
Hermione volvió a levantar la mano y también, con cierta sorpresa para
Harry, lo hizo Neville.
-Ho- exclamo por lo bajo Alice por lo que solo su
esposo pudo escucharla, suponiendo lo que pasaría el hombro abraso a su esposa,
acción que paso desapercibida a excepción por aquellos que conocían la historia
de Neville.
La única clase en la que alguna vez Neville levantaba la mano era Herbología,
su favorita. El mismo parecía sorprendido de su atrevimiento.
-Y de
verdad que sí, no es por ofender, pero eres algo miedoso- comento Gideon.
-Y es más
sorpréndete que lo hicieras con ese profesor tan amenazante que tenías en
frente- apoyo Fabián.
A pesar
de la vista severa de Alastor, Luna y algunas más personas, el comentario de
los gemelos fue apoyado con algunas isitas de los jóvenes del pasado, porque
los del futuro ya sabían de la situación de Neville y no les pareció para nada
gracioso su comentario.
— ¿Sí? —dijo Moody, girando su ojo mágico para dirigirlo a Neville.
—Hay una... la maldición cruciatus —dijo éste con voz muy leve pero
clara.
Frank y
Alice apretaron los puños con fuerza, eso sería muy duro para su querido hijo,
y también para ellos.
Moody miró a Neville fijamente, aquella vez con los dos ojos.
— ¿Tú te llamas Longbottom? —preguntó, bajando rápidamente el ojo
mágico para consultar la lista.
El propio
Neville bajo la vista mientras que Luna le acariciaba la espalda dándole
ánimos, mientras que Hermione seguía leyendo como Moody iba por un segunda
araña que se veía como paralizada de miedo mientras la hacía crecer (lo que
altero más a Ron) para que vieran mejor los efectos de la maldición.
Moody levantó otra vez la varita, señaló de nuevo a la araña y
murmuró:
— ¡Crucio!
Alice se
apretó con fuerza al brazo de su esposo en ese momento, no tenía ni idea de que
tanto eso afectaría a su hijo, y veía con cierta ira a Alastor, pues estaba
convencida de que era imposible que él no supiera lo que les había ocurrido a
ellos.
De repente, la araña encogió las patas sobre el cuerpo. Rodó y se
retorció cuanto pudo, balanceándose de un lado a otro. No profirió ningún
sonido, pero era evidente que, de haber podido hacerlo, habría gritado. Moody
no apartó la varita, y la araña comenzó a estremecerse y a sacudirse más
violentamente.
Los de la
primera pero en especial los de la tercera generación se estremecieron por la
descripción y al imaginarse lo que era, por su parte los de la segunda
generación que la habían visto e incluso algunos de ellos la habían sentido, no
se vieron tan afectados por eso, aunque sí pudieron sentir un leve escalofrió
recorrerle la columna.
— ¡Pare! —dijo Hermione con voz estridente.
Harry la miró. Ella no se fijaba en la araña sino en Neville, y Harry,
siguiendo la dirección de los ojos de su amiga, vio que las manos de Neville se
aferraban al pupitre. Tenía los nudillos blancos y los ojos desorbitados de
horror.
Los
padres del chico no estaban en mejores condiciones, eso era algo completamente
evidente para sus amigos, los merodeadores Lily y Marlene se preguntaban porque
estaban tan afectados, mientras que los que sabían la razón bajaban las miradas
con pena por lo que debían de estar sintiendo.
Moody levantó la varita. La araña relajó las patas pero siguió
retorciéndose.
—Reducio —murmuró Moody, y la araña se encogió hasta recuperar su
tamaño habitual. Volvió a meterla en el tarro—. Dolor —dijo con voz suave—. No
se necesitan cuchillos ni carbones encendidos para torturar a alguien si uno
sabe llevar a cabo la maldición cruciatus... También esta maldición fue muy
popular en otro tiempo. Bueno, ¿alguien conoce alguna otra?
-No dudo
que más de alguno debe saber cuál es la que falta- comento James- pero no se
quien tenga la voluntad para decirlo en voz alta.
-Sin duda
fue Hermione- comento Fred.
-Para
ella es imposible no responder a una pregunta- apoyo George.
-¡Cierren
la boca!- les reclamo la castaña.
Harry miró a su alrededor. A juzgar por la expresión de sus
compañeros, parecía que todos se preguntaban qué le iba a suceder a la última
araña. La mano de Hermione tembló un poco cuando se alzó por tercera vez.
-No se
atrevan a decir nada- les dijo en advertencia Hermione pues los gemelos
comenzaron a sonreír en ese momento.
— ¿Sí? —dijo Moody, mirándola.
—Avada Kedavra —susurró ella.
Algunos, incluido Ron, le dirigieron tensas miradas.
-Aunque
no hubieran respondido, Alastor de cualquier manera se las mostraría- aseguro
Lily- no la dejaría pasar por alto por ningún motivo.
— ¡Ah! —Exclamó Moody, y la boca torcida se contorsionó en otra
ligera sonrisa—. Sí, la última y la
peor. Avada Kedavra: la maldición asesina.
Ahora fue
el turno de Lily de aferrarse a su novio, en ese momento su hijo sabia con exactitud
qué era lo que les había ocurrido a ellos cuando era solo un bebe.
Metió la mano en el tarro de cristal, y, como si supiera lo que le
esperaba, la tercera araña echó a correr despavorida por el fondo del tarro,
tratando de escapar a los dedos de Moody, pero él la atrapó y la puso sobre la
mesa. La araña correteó por la superficie.
Moody levantó la varita, y, previendo lo que iba a ocurrir, Harry
sintió un repentino estremecimiento.
— ¡Avada Kedavra! —gritó Moody.
James y
Lily saltaron un poco en cuando leyeron esa última parte, Remus y Sirius
también estaban un poco afectados al pensar que fue eso lo que les quitó la
vida a sus queridos amigos.
Hubo un cegador destello de luz verde y un ruido como de torrente,
como si algo vasto e invisible planeara por el aire. Al instante la araña se
desplomó patas arriba, sin ninguna herida, pero indudablemente muerta.
-Igual a
esos Ryddle de los que leímos al principio- comento Dora.
-Sí, pero
no supimos de ese incidente hasta mucho tiempo después- agregó Harry.
Algunas de las alumnas profirieron gritos ahogados. Ron se había
echado para atrás y casi se cae del asiento cuando la araña rodó hacia él.
Moody barrió con una mano la araña muerta y la dejó caer al suelo.
—No es agradable —dijo con calma—. Ni placentero. Y no hay
contramaldición. No hay manera de interceptaría. Sólo se sabe de una persona
que haya sobrevivido a esta maldición, y está sentada delante de mí.
-Eso solo
daría más fama innecesaria verdad- comento Albus.
-No es de
extrañarse- dijo sin muchos ánimos Harry.
Harry sintió su cara enrojecer cuando los ojos de Moody (ambos ojos)
se clavaron en los suyos. Se dio cuenta de que también lo observaban todos los
demás.
Sus
compañeros que estaban en ese momento se sonrojaron un poco al recordar la poca
discreción que mostraron en ese momento.
Harry miró la limpia pizarra como si se sintiera fascinado por ella,
pero no veía nada en absoluto...
De manera que así habían muerto sus padres... exactamente igual que
esa araña. ¿También habían resultado sus cuerpos intactos, sin herida ni marca
visible alguna? ¿Habían visto el resplandor de luz verde y oído el torrente de
muerte acercándose velozmente, antes de que la vida les fuera arrancada?
-Hay
Harry, no importa por cuanto has pasado, ese es un tema que te sigue afectando
mucho verdad- comento Lily.
-Es
lógico, cualquier niño se sentiría igual al saber tales detalles del terrible
destino de sus padres- aseguro Andrómeda.
-Siempre
que sean buenos padres- intervino Sirius- en lo personal no me importaría saber
los detalles de la muerte de Walburja
-Ya
Sirius- le dijo Marlene sabiendo que hablaba de su madre, el solo usaba ese
tenue toque de odio en su voz cuando hablaba de ella.
Hermione
fue leyendo los pensamientos de su amigo, como se imaginaba que había sido la
muerte de sus padres y todos los detalles que había descubierto el año anterior
por el efecto de los dementores y claro, la traición de colagusano.
Moody había vuelto a hablar; desde la distancia, según le parecía a
Harry. Haciendo un gran esfuerzo, volvió al presente y escuchó lo que decía el
profesor.
-Será lo
mejor que enfoques tu mente en otras cosas- comento Remus.
—Avada Kedavra es una maldición que sólo puede llevar a cabo un mago
muy poderoso. Podríais sacar las varitas mágicas todos vosotros y apuntarme con
ellas y decir las palabras, y dudo que entre todos consiguierais siquiera
hacerme sangrar la nariz. Pero eso no importa, porque no os voy a enseñar a
llevar a cabo esa maldición.
-Eso ya
sería demasiado- exclamo Alice con cierto reproche en la voz- pero bueno,
Alastor Mody nunca enseñaría alguna de esas maldiciones a alguien, ni siquiera
a los aurores.
-Ni
siquiera las utiliza a no ser que tenga más alternaba- agrego Frank- algo que
no muchos están dispuestos a hacer.
»Ahora bien, si no existe una contramaldición para Avada Kedavra, ¿por
qué os la he mostrado? Pues porque tenéis que saber. Tenéis que conocer lo
peor. Ninguno de vosotros querrá hallarse en una situación en que tenga que
enfrentarse a ella. ¡ALERTA PERMANENTE! —bramó, y toda la clase volvió a
sobresaltarse.
Los
jóvenes del futuro se vieron entre ellos, en ese momento no se habían imaginado
que padecerían de esas maldiciones en carne propia un par de años después,
hasta cierto punto y a pesas que su maestro en verdad era un mortifago, no fue
una lección tan mala pues al final la tuvieron que poner en práctica.
»Veamos... esas tres maldiciones, Avada Kedavra, cruciatus e imperius,
son conocidas como las maldiciones imperdonables. El uso de cualquiera de ellas
contra un ser humano está castigado con cadena perpetua en Azkabán. Quiero
preveniros, quiero enseñaros a combatirlas. Tenéis que prepararos, tenéis que
armaros contra ellas; pero, por encima de todo, debéis practicar la alerta
permanente e incesante. Sacad las plumas y copiad lo siguiente...
-Bueno,
el resto de la clase deberá ser más tranquila- comento Andrómeda.
-La
verdad así fue, pero aun estábamos muy impresionados por la demostración
previa- acepto Hermione.
-Algunos
más que otros- agrego Neville, tanto por lo leído como por la actitud del joven
descrito en los libros anteriores, era evidente que él fue de los que más
fueron afectados.
Se pasaron lo que quedaba de clase tomando apuntes sobre cada una de
las maldiciones imperdonables. Nadie habló hasta que sonó la campana; pero,
cuando Moody dio por terminada la lección y ellos hubieron salido del aula,
todos empezaron a hablar inconteniblemente. La mayoría comentaba cosas sobre
las maldiciones en un tono de respeto y temor.
-Sin duda
los dejaste muy impresionados- dijo Remus- tu método es poco ortodoxo, pero al
menos en verdad están teniendo una clase digna.
-El
segundo profesor digno que tienen en esa clase- agrego Dora.
-Por el
momento, pero el profesor Lupin fue el mejor en nuestros años de escuela-
termino Deán, y es que aunque las clases de ese año fueron interesantes y las
clases de Snape en su sexto año eran muy informativas, el hecho que uno fuera
un mortifago y el desagrado que le tienen al otro, hicieron que sus clases no
fueran tan apreciadas como la del licántropo, aunque claro, nadie menciono esos
detalles.
— ¿Visteis cómo se retorcía?
—Y cuando la mató... ¡simplemente así!
Hablaban sobre la clase, pensó Harry, como si hubiera sido un
espectáculo teatral, pero para él no había resultado divertida.
-Es
evidente- aseguro Ted- él se vio afectado directamente con esas maldiciones, no
se puede comparar lo que siente con los demás.
Y, a juzgar por las apariencias, tampoco para Hermione.
—Daos prisa —les dijo muy tensa a Harry y Ron.
— ¿No vuelves a la condenada biblioteca? —preguntó Ron.
-Sin duda
lo hará en cuanto pueda- comento Fred.
-No, en
esa ocasión se trataba de otra cosa- respondió Ron.
—No —replicó Hermione, señalando a un pasillo lateral—. Neville.
Neville se hallaba de pie, solo en mitad del pasillo, dirigiendo al
muro de piedra que tenía delante la misma mirada horrorizada con que había
seguido a Moody durante la demostración de la maldición cruciatus.
-Recordando
todo lo ocurrido verdad- dijo Frank mientras que su madre lo veía con ternura y
pena.
-Entre
algunas otras cosas- respondió Neville, evidentemente refiriéndose a lo que les
paso a él y a su madre.
—Neville... —lo llamó Hermione con suavidad.
Neville la miró.
—Ah, hola —respondió con una voz mucho más aguda de lo usual—. Qué
clase tan interesante, ¿verdad? Me pregunto qué habrá para cenar, porque...
porque me muero de hambre, ¿vosotros no?
-Sin duda
quedo muy impresionado- comento Teddy- pero la forma en que trata de desviar el
tema no es muy convincente.
—Neville, ¿estás bien? —le preguntó Hermione.
—Sí, sí, claro, estoy bien —farfulló Neville atropelladamente, con la
voz demasiado aguda—. Una cena muy interesante... clase, quiero decir... ¿Qué
habrá para cenar?
-Es obvio
que está muy afectado- aseguro Andrómeda- no es de extrañar que ni siquiera
pueda aparentar tranquilidad.
Ron le dirigió a Harry una mirada asustada.
—Neville, ¿qué...?
Oyeron tras ellos un retumbar sordo y seco, y al volverse vieron que
el profesor Moody avanzaba hacia allí cojeando.
-¿Y ahora
qué?- pregunto Alice.
-Nada
malo de hecho- respondió Neville- la verdad es que llego en buen momento.
-Te
evitaste contarnos porque estabas tan mal- dijo ron- aunque al final lo
terminamos descubriendo todo.
-Y a
nosotros nos dejan sin comprender nada- espeto Sirius.
-Nosotros
también estábamos igual así que ya supéralo- le contradijo Harry pidiéndole a
su amiga que continuará.
Los cuatro se quedaron en silencio, mirándolo con aprensión, pero
cuando Moody habló lo hizo con un gruñido mucho más suave que el que le habían
oído hasta aquel momento.
—No te preocupes, hijo —le dijo a Neville—. ¿Por qué no me acompañas a
mi despacho? Ven... tomaremos una taza de té.
Neville pareció aterrorizarse aún más ante la perspectiva de tomarse
un té con Moody. Ni se movió ni habló.
-Me es
difícil imaginarlo actuar de esa forma- comento por lo bajo James “S” a sus
hermanos y amigos- nunca lo he visto con esa actitud en sus clases.
-Claro
que no, debió de cambiar en algún momento- le respondió Albus- recuerda lo que
leímos de la época de nuestros padres.
-James
leer, ja que risa- dijo Scorpius con evidente burla.
-¿Y
ustedes que hablan?- les interrogo Sirius
-De la
vida amorosa de Scorpius y rose- respondió el mayor de los hermanos Potter con
evidente intención de molestar al rubio.
-Normalmente
te creería nieto mío, pero algo me die que estas mintiendo- le dijo James.
-Como
sea, lo mejor es que sigamos con la lectura- intervino Teddy sin darle
importancia a la discusión de sus compañeros.
Moody dirigió hacia Harry su ojo mágico.
—Tú estás bien, ¿no, Potter?
—Sí —contestó Harry en tono casi desafiante.
-Clásico,
como en el segundo libro que no quería ir a la enfermería después de lo que
paso con el dementor en el tren- comento Ginny.
-Pero no
necesitaba ir- respondió el azabache recibiendo varias miradas que
evidentemente le daban la razón a la pelirroja.
-Eso solo
demuestra que eres muy obstinado- reitero la pelirroja abrasando a su novio
dándole un beso en la mejilla
El ojo azul de Moody vibró levemente en su cuenca al escudriñar a
Harry. Luego dijo:
—Tenéis que saber. Puede parecer duro, pero tenéis que saber. No sirve
de nada hacer como que... bueno... Vamos, Longbottom, tengo algunos libros que
podrían interesarte.
-Y así
fue- aseguro el joven- incluso aún conservo el libro que recibí esa ocasión-
dijo con una evidente sonrisa de satisfacían.
-Dudo que
alguna vez alguien se emocionara tanto por un libro- salto George- excepto tal
vez Hermione
-¡Ya
cállate!- le reclamo la castaña con un leve sonrojo, y es que en parte tenia
razón en lo que decía.
Neville miró a sus amigos de forma implorante, pero ninguno dijo nada,
así que no tuvo más remedio que dejarse arrastrar por Moody, que le había
puesto en el hombro una de sus nudosas manos.
—Pero ¿qué pasaba? —preguntó Ron observando a Neville y Moody doblar
la esquina.
—No lo sé —repuso Hermione, pensativa.
— ¡Vaya clase!, ¿eh? —Comentó Ron, mientras emprendían el camino hacia
el Gran Comedor—. Fred y George tenían razón.
-Sí,
aunque con nosotros la clase fue un poco diferente- acepto Fred.
-Sí, no
nos hizo esas demostraciones de las maldiciones como a ustedes- agrego George.
-Con
nosotros tampoco, pero si nos explicó algunas cosas de esas maldiciones-
intervino Ginny- tal vez pensó que éramos algo jóvenes
-Pues me
alegra que así haya sido- aseguro Molly, no legrada que su hijo tuviera esa
clase demostraciones y mucho menos le gustaba la idea que la más joven de sus
hijas también tuviera que verlo.
Este Moody sabe de qué va la cosa, ¿a que sí? Cuando hizo la maldición
Avada Kedavra, ¿te fijaste en cómo murió la araña, cómo estiró la pata?
-Muy
delicado hermano/sobrino- dijeron al tiempo los dos pares de gemelos.
-Solo
trataba de hacer conversación- se defendió el pelirrojo.
-Pues no
fue la mejor manera de hacerlo- aseguro Hermione antes de regresar a la
lectura.
Ron enmudeció de pronto ante la mirada de Harry, y no volvió a decir
nada hasta que llegaron al Gran Comedor, cuando se atrevió a comentar que sería
mejor que empezaran aquella misma noche con el trabajo para la profesora
Trelawney, porque les llevaría unas cuantas horas.
-Pues no
fue así con su método alternativo- les dijo como si los reprendiera aunque su
sonrisa era bastante evidente.
-¡Hey!
que no estábamos tan herrados- se defendió Ron.
-Además a
la profesora le fascino nuestros trabajos- agrego en su defensa Harry.
-Sí,
seguro que su opinión era la más imparcial- ese tono burlón de voz de la chica
molesto a un par de sus compañeras, pero antes de recibir alguna replica continúo
leyendo.
Hermione no participó en la conversación de Harry y Ron durante la
cena, sino que comió a toda prisa para volver a la biblioteca. Harry y Ron
fueron hacia la torre de Gryffindor, y Harry, que no había pensado en otra cosa
durante toda la cena, volvió al tema de las maldiciones imperdonables.
-No eres
alguien que deje un tema así como así, eso quedó demostrado incontables veces
durante los libros- comento Lily- en ese sentido eres más terco que tu padre.
-Y otra
vez con eso, si el terco no soy solo yo
-Lo
sabemos cornamenta, pero así son las cosas- le dijo Sirius- recuerda todas
fallas, errores, podredumbre vienen del lado de los Potter
-Y todo
lo bueno, noble y puro vienen del lado de los Evans- continuo Remus
comprendiendo la burla.
-Tal como
debe ser- termino Lily con una sonrisa traviesa.
-Ha,
gracias por su apoyo idiotas- les reclamo James a sus amigos.
-Sabes
que no es cierto cariño no te enojes- le dijo Lily abrasando y besando a su
novio de una forma muy similar a como lo había hecho Ginny hace algunos
momentos tras.
— ¿No se meterán en un aprieto Moody y Dumbledore si el Ministerio se
entera de que hemos visto las maldiciones? —preguntó, cuando se acercaban a la
Señora Gorda.
-Sin duda
lo haría- aseguro Fudge- no creo que el ministerio acepte que se les enseñe
semejantes cosas a unos niños.
—Sí, seguramente —contestó Ron—. Pero Dumbledore siempre ha hecho las
cosas a su manera, ¿no?, y me parece que Moody se ha estado metiendo en
problemas desde hace años. Primero ataca y luego pregunta... Fíjate en lo de
los contenedores de basura. «Tonterías...»
-Eso
también es cierto- aseguro Kingsley- pero por lo general saben lo que hacen.
-Y no
sale nada bueno que el misterio trate de interferir en ese tipo de asuntos-
agrego Harry
La Señora Gorda se hizo a un lado para dejarles paso, y ellos entraron
en la sala común de Gryffindor, que estaba muy animada y llena de gente.
—Entonces, ¿nos ponemos con lo de Adivinación? —propuso Harry.
—Deberíamos —respondió Ron refunfuñando.
-Ciertamente
deberían, pero eso no quiere decir que en verdad tienen que hacerlo- aseguro
Fred.
-Sí, hay
muchas cosas que podrían hacer….
-Como
perder el tiempo- atajo Hermione- si tardaron oras con su método de estar
haciendo lo que ustedes nunca terminarían.
Fueron por los libros y los mapas al dormitorio, y encontraron a
Neville allí solo, sentado en la cama, leyendo. Parecía mucho más tranquilo que
al final de la clase de Moody, aunque todavía no estuviera del todo normal.
Tenía los ojos enrojecidos.
—¿Estás bien, Neville? —le preguntó Harry.
—Sí, sí —respondió Neville—, estoy bien, gracias. Estoy leyendo este
libro que me ha dejado el profesor Moody...
Levantó el libro para que lo vieran. Se titulaba Las plantas acuáticas
mágicas del Mediterráneo y sus propiedades.
-Justamente
lo que necesitaba- comento Frank- esa es su mejor clase sin duda eso le levanto
un poco el ánimo.
-Bueno,
compensa un poco lo que hizo en clase- aseguro Alice viendo indirectamente a
Alastor, era evidente que la acusación iba contra el.
-Duro o
no, lo acepten o no, ellos deben de aprender de esas cosas tarde o temprano, y
mejor que sea lo pronto posible- increpo Alastor comenzando a sentir un poco de
exasperación por todas las recriminaciones de como llevaba sus clases.
—Parece que la profesora Sprout le ha dicho al profesor Moody que soy
muy bueno en Herbología —dijo Neville. Había una tenue nota de orgullo en su
voz que Harry no había percibido nunca—. Pensó que me gustaría este libro.
-Gustarme
fue poco, aprendí muchas cosas de ese libro- aseguro Neville- había muchas
plantas que no conocía
Decirle a Neville lo que la profesora Sprout opinaba de él, pensó
Harry, había sido una manera muy hábil de animarlo, porque muy raramente oía
decir que fuera bueno en algo. Era un gesto del estilo de los del profesor
Lupin.
-Sin duda
es una muy buena estrategia- aseguro Andrómeda- aunque claro, me es difícil
pensar en Alastor siendo tan amigable como Remus.
-La
actitud es diferente pero el resultado al final es el mismo supongo- agrego
Ted.
Hermione
fue leyendo como se pusieron a hacer sus deberes y de los pocos resultados
obtenidos tras una hora de trabajo.
—No tengo ni idea de qué significa todo esto —declaró, observando una
larga lista de cálculos.
-Es que
no todos tienen las cualidades para hacer el trabajo- dijo con cierta
petulancia Lavender recibiendo el apoyo de Parvati
-Sí, no
todos están tan obsesionados con esa clase como ustedes- le respondió Sirius.
-¡Hey!-
Reclamaron las chicas
-De
cualquier forma, el hecho es que no es una clase en la que no sería conveniente
que continuaran- aseguró Lily- pero dudo que la dejen en algún momento.
-Claro
que si, después de los TIMMOS ya no volvimos a esa clase- respondió Ron.
-Pues no
es como si hubieran podido haber continuado, no sacaron una buena nota en esa
clase- aseguró Hermione.
-No
puedes reclamarnos nada, por lo menos duramos más que tu- salto el pelirrojo.
-Pues que
continuaran hasta que al final la dejaran es mucho más inútil, por lo menos yo
deje de perder mi tiempo con esa clase.
-Si pero…
-Perdón
Ron- le interrumpió Harry- pero podrías dejar que Hermione continúe leyendo, ya
después pueden continuar su discusión- propuso el chico pues eso podría tardar
bastante tiempo.
-Sí, y
por favor discutan en su cuarto conyugal para que no los escuchemos- agrego
Ginny logrando un leve sonrojo en el par.
-Si es
así podríamos dormir con ustedes- pregunto Rose a sus primos y refiriéndose a
ella y a su hermano- no nos gustaría estar cerca de ellos en dicha discusión.
-No creo
que haya problemas- dijo Albus viendo a su padres que asintieron demostrándole
que no los había- bien, y también Scorp podría venir.
-Podría
ser, pero antes quisiera saber cómo continua la historia- dijo con cierta
premura el joven rubio antes de que a Albus o a james “S” se les ocurriera agregar algo de su supuesto
noviazgo con Rose
-Si
claro, ya continuo- dijo Hermione retomando la lectura.
— ¿Sabes qué? —Dijo Ron, que tenía el pelo de punta a causa de todas
las veces que se había pasado los dedos por él llevado por la desesperación—.
Creo que tendríamos que usar el método alternativo de Adivinación.
— ¿Qué quieres decir? ¿Que nos lo inventemos?
—Claro —contestó Ron, que barrió de la mesa el batiburrillo de cuentas
y apuntes, mojó la pluma en tinta y comenzó a escribir—. El próximo lunes
—dijo, mientras escribía— es probable que me acatarre debido a la negativa
influencia de la conjunción de Marte y Júpiter. —Levantó la vista hacia Harry—.
Ya la conoces: pon unas cuantas desgracias y le gustará.
-Y así
fue- corroboro Ron- la verdad es fue de nuestro mejor trabajo para esa clase.
-Me
enorgullecen chicos- les dijo Sirius- ya quiero saber que tantas estupideces
ponen para complacer a esa charlatana.
—Bien —asintió Harry, estrujando su primer borrador del trabajo y
tirándolo al fuego por encima de las cabezas de un grupo de charlatanes alumnos
de primero—. Vale. El lunes tendré riesgo de... resultar quemado.
—La verdad es que sí —dijo Ron con una risita—, porque el próximo
lunes volveremos a ver los escregutos.
-He
imagino que seguirán sin saber gran cosa de son esos animales o que comen-
comento Charlie.
-Eso es
lo de menos, la mayoría de nosotros ya no queríamos volver a verlos siquiera-
agrego Seamus.
Bien, el martes yo...
—Puedes perder tu más preciada posesión —propuso Harry, echando un
vistazo a Disipar las nieblas del futuro en busca de ideas.
—Muy bien. Será a causa de... eh... Mercurio. ¿Qué te parece si a ti
alguien que pensabas que era amigo tuyo te apuñala por la espalda?
-No fue
precisamente así, pero fue algo parecido.- comento Ginny ante la vergüenza de
su hermano.
-¿Qué
quieres decir con eso?- le pregunto James.
-Ya lo
vera en unos capítulos más- respondió Ron, esa fue la primera vez que él y su
amigo se distanciaron tanto, aunque claro, comparado con lo que ocurrirá en el
séptimo libro, lo de esta ocasión no era nada.
—Sí, eso me gusta —dijo Harry, tomando nota—. Y ocurrirá porque...
Venus estará en la duodécima casa celeste.
—Y el miércoles creo que me irá muy mal en una pelea.
— ¡Eh, me lo has quitado! Bueno, no pasa nada: puedo perder una
apuesta.
—Sí, puedes apostar a que yo gano la pelea.
Varios de
los presentes se reían por el extraño intercambio de palabras en su intento por
terminar esa tarea, incluso Lily estaba riendo modestamente antes las
ocurrencias de su hijo y amigo, y es que ni siquiera ella podía tomar con
seriedad semejante clase.
Continuaron inventando predicciones (que iban aumentando en gravedad)
durante otra hora, mientras se iba vaciando la sala común conforme la gente se
iba a dormir. Crookshanks se les acercó, saltó con agilidad a una silla vacía y
miró a Harry acusadoramente, de forma muy semejante a como lo habría hecho
Hermione de haber sabido que no estaban haciendo el trabajo de un modo honrado.
-Igual a
su dueña- comento Sirius- deberían de relajarse, incluso la pelirroja se está
divirtiendo.
-Solo es
por esa clase en específico Sirius, en las demás espero que pongan un poco más
de esmero para hacer las tareas.
-Bueno en
las demás clases si aprenden algo que verdaderamente les seria útiles- agrego
James.
-Ya no
entiendo- dijo Sirius- James está malcriando a la pelirroja o ella está
biencriando a mi colega.
-Digamos
que están cincuenta a cincuenta- respondió Remus- pero por otro lado
“biencriando” esa palabra ni siquiera existe canuto.
-Bueno
pero me entendieron o no.
-En
cuanto apenas tío, pero no quiero imaginar qué clase de "biencriansa"
le darás a tus hijos- dijo Dora.
-No te
preocupes, recuerda que quien criara a tu hijo será lunático no canuto- salto
James.
-¡James!-
le dijo el ojo miel con tono represivo
-¿Qué?,
no puedes negar que serias mejor opción que canuto
-Hey,
aunque sea cierto duele que lo digas- le dijo el oji gris mitad ofendido mitad
divertido- además no creo que lo haría tan mal como ustedes piensan
-Quien
sabe, solo sé que Marlene las tendrá negra cuando les quieras enseñar a sus
hijos a hacer bromas.
-Ustedes
atacan a todos verdad- exclamo McKinnon notando que ya la habían incluido en
sus bromas.
-Debes de
aceptar que ya se habían tardado en hacerlo- dijo Lily.
-He, me
permitirían continuar con la lectura- les pregunto hermane
-Sí,
perdónanos querida- le respondió Lily.
-Descuide
usted no es el problema.
-¿Pero
qué?, ¿por qué si ellas también interrumpieron solo nos atacas a nosotros?-
reclamo Sirius.
-Porque
si y punto- respondió Hermione antes de retomar la lectura.
Harry contempló la sala, intentando pensar en una desgracia que aún no
hubiera puesto, y vio a Fred y George sentados uno al lado del otro contra el
muro de enfrente, las cabezas casi juntas y las plumas en la mano, escudriñando
un pedazo de pergamino. No era normal ver a Fred y George apartados en un
rincón y trabajando en silencio.
-Eso si
es algo extraño, sin duda están planeando algo- apoyó Gideon.
-Con el
dinerito que ganaron en los mundiales- secundo Fabián
-Yo no
estar tan seguro de eso- les contradijo Ron.
Les gustaba estar en todos los fregados y ser siempre el centro de
atención.
-Como
algunos que conocemos- comento Marlene y las miradas de los la primera
generación se dirigió a los merodeadores.
-Sí,
incluso en nuestro tiempo tenemos tipos así- agrego Albus viendo a su hermano
mayor.
Había algo misterioso en la manera en que trabajaban sobre el trozo de
pergamino, y Harry se acordó de cómo se habían puesto a escribir los dos juntos
cuando habían vuelto a La Madriguera. Entonces había pensado que debía de
tratarse de otro cupón de pedido para los «Sortilegios Weasley», pero esta vez
no le daba la misma impresión: en ese caso, seguramente habrían dejado a Lee
Jordan participar en la broma. Se preguntó si no estaría más bien relacionado
con el Torneo de los tres magos.
-No, debe
ser algo más, de otra forma también habrían incluido a su amigo- aseguro Ted.
Mientras Harry los observaba, George le dirigió a Fred un gesto
negativo de la cabeza, tachó algo con la pluma y, en una voz muy baja que sin
embargo llegó al otro lado de la sala casi vacía, le dijo:
—No... Así da la impresión de que lo estamos acusando. Tenemos que
tener cuidado...
-¡¿Qué?!-
dijeron varios a la vez-
-Es solo
una historia secundaria sin mucha importancia- salto Hermione tratando de
evitar que hicieran más preguntas.
-Hey- se
exaltaron los gemelos- que para nosotros eso era muy importante- continuo
George.
-Sí, no
es justo que lo hagas menos de esa forma- apoyo Fred.
-Para
ustedes era importante pero para el propósito de los libros no lo es- se
defendió a castaña.
-Pues
quien sabe Hermione, por algo esa parte también apareció en el libro no lo
crees-comento Ron pero sin una idea precisa de cual podría ser dicho motivo
En ese momento George levantó la vista y se dio cuenta de que Harry
los observaba. Harry sonrió y se apresuró a volver a sus predicciones. No
quería que George pensara que los espiaba.
-La
verdad es que si nos preocupamos un poco, en especial con esa habilidad suya de
averiguar cosas- acepto Fred.
-Si, a mí
de hecho me sorprendió que no lo descubrieran antes, al final les terminamos
contando todo- agrego George.
-Bueno,
perdonen que sus cosas no nos interesaran, pero si lo recuerdan teníamos otras
cosas más importantes en las que pensar- salto de inmediato Harry.
Poco después, los gemelos enrollaron el pergamino, les dieron las
buenas noches y se fueron a dormir.
Hacía unos diez minutos que Fred y George se habían marchado cuando se
abrió el hueco del retrato y Hermione entró en la sala común con un manojo de
pergaminos en una mano y en la otra una caja cuyo contenido hacía ruido
conforme ella andaba. Crookshanks arqueó la espalda, ronroneando.
-Y se
pudiera hablar sin duda los acusaría por la forma en que hicieron sus deberes-
aseguro Sirius.
-En
cuanto lea sus trabajos se dará cuenta que lo inventaron todo, no necesita a
nadie que los acuse- aseguro Rose.
— ¡Hola! —Saludó—, ¡acabo de terminar!
-Esa cosa
por la que has ido tantas veces a la biblioteca- pregunto Marlene.
-Si-
respondió con una sonrisa.
— ¡Yo también! —contestó Ron con una sonrisa de triunfo, soltando la
pluma.
Hermione se sentó, dejó en una butaca vacía las cosas que llevaba, y
cogió las predicciones de Ron.
—No vas a tener un mes muy bueno, ¿verdad? —comentó con sorna,
mientras Crookshanks se hacía un ovillo en su regazo.
—Bueno, al menos no me coge de sorpresa —repuso Ron bostezando.
Nuevas
risas se dejaron escuchar en ese momento, eso sin duda era una buena forma de
relajarse después de todo lo visto en la clase de Alastor.
—Me temo que te vas a ahogar dos veces —dijo Hermione.
— ¿Sí? —Ron echó un vistazo a sus predicciones—. Tendré que cambiar
una de ellas por ser pisoteado por un hipogrifo desbocado.
— ¿No te parece que es demasiado evidente que te lo has inventado?
—preguntó Hermione.
-Y aun
así les supuso una buena calificación, creo que fui muy ilusa en ese momento-
acepto la castaña.
— ¡Cómo te atreves! —Exclamó Ron, ofendiéndose de broma—. ¡Hemos
trabajado como elfos domésticos!
-Poniendo
el dedo en llaga, muy propio de ti hermanito- comento Bill- algún día
aprenderás a decir lo correcto o por lo menos a quedarte calado
-No-
respondieron a coro los de la tercera generación.
Hermione arrugó el entrecejo.
—No es más que una forma de hablar —se apresuró a decir Ron.
Harry dejó también la pluma. Acababa de predecir su propia muerte por
decapitación.
-Su
predicción favorita, sin duda le pondrá un diez a papá- comento Albus- no
entiendo porque siguen en esa clase.
-Y yo no
sé porque te quejas de un diez fácil hermanito- le reprimió James “S”.
-Habla
por ti, que yo saco dieces muy fácilmente con pociones, tú eres el bruto que no
entiende las clases.
-Hey,
tampoco me pongas como un total inútil, que no
me va tan mal- se defendió el mayor de los hermanos Potter
— ¿Qué hay en la caja? —inquirió, señalando hacia ella.
—Es curioso que lo preguntes —dijo Hermione, dirigiéndole a Ron una
mirada desagradable.
-Y a
pesar de todo se casaron, me sigue pareciendo difícil de creer- comento Gideon.
Levantó la tapa y les mostró el contenido.
Dentro había unas cincuenta insignias de diferentes colores, pero
todas con las mismas letras: «P.E.D.D.O.»
Peddo, de
esos que salen cuando…- comento Fabián ante la diversión de varios presentes.
-¡¡Claro
que no!! se dice Pe, E, De, De, O- le detuvo ella antes que terminar de hablar.
—¿«Peddo»? —leyó Harry, cogiendo una insignia y mirándola—. ¿Qué es
esto?
—No es «peddo» —repuso Hermione algo molesta—. Es pe, e, de, de, o:
«Plataforma Élfica de Defensa de los Derechos Obreros.»
-Hooo-
dijeron los bromistas
-Bueno,
por lo menos pues estar segura que con ese acrónimo nadie se olvidara de tu
movimiento- agrego Sirius con sorna.
—No había oído hablar de eso en mi vida —se extrañó Ron.
—Por supuesto que no —replicó Hermione con énfasis—. Acabo de
fundarla.
— ¿De verdad? —dijo Ron, sorprendido—. ¿Con cuántos miembros cuenta?
—Bueno, si vosotros os afiliáis, con tres —respondió Hermione.
-Eso es
algo complicado- comento Remus- por un lado no creo que quieran formar parte
del grupo.
-Y por el
otro tampoco querrán abandonar a su amiga con el proyecto ni hacerla enojar-
continúo Nymphadora.
-Eso
simplemente parece una situación sin escapatoria posible- termino Teddy.
-Hay que
bonitos se ven los tres Lupin hablando con sincronía- exclamo Sirius- pero
dejando eso de lado tienen razón, lo mejor sería que le dieran por su lado, al
menos hasta que encuentren una manera de zafarse.
-Lo dices
como si mi iniciativa fuera algo malo- dijo con evidente voz ofendida Hermione.
-Claro
que no es malo, pero dudo que sea el mejor momento para iniciarlo.
— ¿Y crees que queremos ir por ahí con unas insignias en las que pone
«peddo»? —dijo Ron.
—Pe, e, de, de, o —lo corrigió Hermione, enfadada—. Iba a poner
«Detengamos el Vergonzante Abuso de Nuestras Compañeras las Criaturas Mágicas y
Exijamos el Cambio de su Situación Legal», pero no cabía. Así que ése es el
encabezamiento de nuestro manifiesto. —Blandió ante ellos el manojo de
pergaminos
-D.V.A.N.C.C.M.E.C.S.L,
ese movimiento suena bien, yo me uniría- dijo en broma James recibiendo una
mirada amenazante de la castaña y varias risas de sus compañeros.
—. He estado documentándome en la biblioteca. La esclavitud de los
elfos se remonta a varios siglos atrás. No comprendo cómo nadie ha hecho nada
hasta ahora...
-A los
elfos no les interesa cambiar su situación y a los magos tampoco, lo extraño es
que tú quieras hacer algo- comentó Marlene.
—Hermione, métetelo en la cabeza —la interrumpió Ron—: a... ellos...
les... gusta. ¡A ellos les gusta la esclavitud!
—Nuestro objetivo a corto plazo—siguió Hermione, hablando aún más alto
que Ron y actuando como si no hubiera oído una palabra— es lograr para los
elfos domésticos un salario digno y unas condiciones laborales justas.
-Será un
poco complicado lograr algo así señorita- afirmo Dumbledore- debo decir que la
gran mayoría de los elfos considerarían eso algo indigno para ellos.
-Sí,
Dobby era el único tan extraño como para querer una situación como esa- apoyo
ron.
Los objetivos a largo plazo incluyen el cambio de la legislación sobre
el uso de la varita mágica y conseguir que haya un representante elfo en el
Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas.
-Y
después va a querer que los centauros y
gigantes tengan su espacio en el ministerio- exclamo Fudge, su tono claramente
daba a entender que consideraba esa idea de la castaña como un absurdo total-
ya tenemos suficiente tratando con nos gnomos de Gringotts como para soportar a
otras criaturas- agrego.
-Pues el
trato que tienen con todas esas criaturas, han traído tatos problemas tanto en
su guerra como e nuestra época- espeto con molestia Hermione, pero aun así,
teniendo cuidado de evitar hablar de su propia guerra.- debería de pasar por lo mimo que Umbridge
para escarmentar.
-Tranquila
Hermione, mejor continua leyendo- intervino Ron, no seria productivo si se
seguía molestando por esos temas.
— ¿Y cómo lograremos todo eso? —preguntó Harry.
—Comenzaremos buscando afiliados —explicó Hermione muy contenta—.
Pienso que puede estar bien pedir como cuota de afiliación dos sickles, que
darán derecho a una insignia,
-¿Cual
insignia sería peor, esa o la de Potter que salió después?- salto Seamus.
-Sacaron
una insignia de Potter- dijo James con cierta felicidad.
-Sí, pero
no será algo que te agrade- respondió Harry- solo espera y veras.
Y podemos destinar los beneficios a elaborar panfletos para nuestra
campaña. Tú serás el tesorero, Ron: tengo arriba una hucha de lata para ti. Y
tú, Harry, serás el secretario, así que quizá quieras escribir ahora algo de lo
que estoy diciendo, como testimonio de nuestra primera sesión.
-Ni
siquiera les pregunto si querían participar, solo los metió en todo ese asunto
y ya- comento Deán.
-Lo peor
es que les será difícil negarse sin ofender o enfurecer a Hermione- dijo James-
es una situación bastante complicada.
Hubo una pausa en la que Hermione les sonrió satisfecha, y Harry
permaneció callado, dividido entre la exasperación que le provocaba Hermione y
la diversión que le causaba la cara de Ron, el cual parecía hallarse en un
estado de aturdimiento. El silencio fue roto por un leve golpeteo en la
ventana. Harry miró hacia allí e, iluminada por la luz de la luna, vio una
lechuza blanca posada en el alféizar.
-Bien,
eso les servirá para distraerse de todo ese Peddo- dijo Sirius.
-¡¡Que no
es peddo…!!
-Si está
bien, de igual forma es evidente que ellos no están tan entusiasmados con ese
movimiento.
— ¡Hedwig! —gritó, y se levantó de un salto para ir al otro lado de la
sala común a abrir la ventana.
Hedwig entró, cruzó la sala volando y se posó en la mesa, sobre las
predicciones de Harry.
— ¡Ya era hora! —exclamó Harry, yendo aprisa tras ella.
— ¡Trae la contestación! —dijo Ron nervioso, señalando el mugriento
trozo de pergamino que Hedwig llevaba atado a la pata.
-Espero
que le escribieras algo útil canuto- comento Remus.
-Pues si
estuvieras un poco más tanto de lo que le pasa lo sabrías- dijo Lily con
evidente reprimenda por la poca comunicación que había tenido con su hijo- por
lo que veo sigues sin escribirle
-Bueno,
por algo ha de ser, no sabemos que ocurrió con Remus después de salir del
colegio- salto dora.
-Haw,
defendiendo a tu hombre, que tierno- salto de inmediato Sirius- solo no saques
tu lado Black porque no quisiera ver una enfrentamiento entre ti y una
pelirroja, aunque sería un enfrentamiento épico.
-Si, como
si tu carácter Black te sirviera de mucho cuando discutes con Lily- le devolvió Remus.
-Auch
lunático.
Harry se dio prisa en desatarlo y se sentó para leerlo. Una vez
desprendida de su carga, Hedwig aleteó hasta posarse en una de sus rodillas,
ululando suavemente.
— ¿Qué dice? —preguntó Hermione con impaciencia.
-Es una
suerte que todo eso ocurriera cuando ya no quedaba nadie en la sala común-
comento Fred.
-Sí,
debimos de seguir su ejemplo para cuando teníamos que hacer nuestros planes-
continuo George.
-Pues qué
bueno que no lo hicieron o nosotros no hubiéramos podido hacer lo que hacíamos-
aseguro Ron
-Pues hay
algunas cosas que en vedad no debieron hacer- termino Molly en reprimenda,
viendo tanto en dirección de sus hijos gemelos como al trio.
La carta era muy corta, y parecía escrita con mucha premura. Harry la
leyó en voz alta:
Harry:
Salgo
ahora mismo hacia el norte.
-Eso no
le agrada nada- dijo de inmediato James.
-Auch,
eso me duele cornamenta- salto Sirius- ¿por qué mi ahijado no quisiera ver a su
querido y maravilloso padrino?
-Claro
que se alegraría de verte si no estuvieras condenado a muerte- dijo Marlene que
tampoco le gustaba la idea que el joven se expusiera a ser atrapado.
-A, solo
si esos inútiles me atrapan- dijo sin darle mucha importancia el oji gris.
Esta
noticia de que tu cicatriz te ha dolido se suma a una serie de extraños rumores
que me han llegado hasta aquí.
-Rumores-
repitió Lily- no me gusta nada como está pasando todo.
Si vuelve
a dolerte, ve directamente a Dumbledore. Me han dicho que ha sacado a Ojoloco
de su retiro, lo que significa que al menos él está al tanto de los indicios,
aunque sea el único.
-Es buen
consejo, aunque eso hace parecer que la situación es más grave de lo que se ve
a simple vista- agregó Frank.
Estaremos
pronto en contacto. Un fuerte abrazo a Ron y Hermione. Abre los ojos, Harry.
Sirius
-Una
carta muy extraña- comento Alastor- y que es eso de firmar con tu propio
nombre, si la hubieran interceptado…
-Nadie
pensaría que me mantengo en contacto con Harry- se defendió el animago- además
no hay razones para que residen el correo.
Harry miró a Ron y Hermione, que le devolvieron la mirada.
— ¿Que viene hacia el norte? —Susurró Hermione—. ¿Regresa?
— ¿Que Dumbledore está al tanto de los indicios? —dijo Ron, perplejo
-Y nunca
supimos cuáles eran esos indicios- agregó el mismo Ron
-Pero
debieron de ser muy importantes por lo que ocurrió después- dijo Neville a lo
que varios de sus compañeros asintieron.
—. ¿Qué pasa, Harry?
Harry acababa de pegarse con el puño en la frente, ahuyentando a
Hedwig.
— ¡No tendría que haberle contado nada! —exclamó con furia.
— ¿De qué hablas? —le preguntó Ron, sorprendido.
— ¡Ha pensado que tenía que venir! —repuso Harry, dando un puñetazo en
la mesa que hizo que Hedwig fuera a posarse en el respaldo de la silla de Ron,
ululando indignada—. ¡Regresa porque cree que estoy en peligro! ¡Y a mí no me
pasa nada! No tengo nada para ti —le dijo en tono de regañina a Hedwig, que
abría y cerraba el pico esperando una recompensa—. Si quieres comer tendrás que
ir a la lechucería.
-Harry,
por muy enojado que estés no debiste desquitarte de esa manera con tu lechuza-
le reclamo Lily.
-Sí, lo
sé- acepto el azabache.
-Y más
porque debió de tener una jornada muy difícil para entregar la carta a Sirius y
claro, su respuesta- agrego Charlie.
-Sí, lo
sé- repitió Harry- pero no ceo que sirva de mucho reclamarme ahora- agrego el
chico.
Hedwig lo miró con aire ofendido y volvió a salir por la ventana
abierta, pegándole en la cabeza con el ala al pasar.
—Harry... —comenzó a decir Hermione, en un tono de voz tranquilizador.
—Me voy a la cama —atajó Harry—. Hasta mañana.
-Siempre
igual- exclamo Ginny de inmediato- siempre que pasa algo similar lo único que
haces es aislarte, nunca has entendido que puedes contar con los demás- esas
palabras llegaban de forma punzante al azabache que no sabía que decir.
-Creo que
eso era algo que también debería de cambiar- agrego Neville recordando la
renuencia de su compañero a recibir ayuda antes de la batalla de Hogwarts.
-Yo no sé
cómo sentirme- agrego Ron- por un lado no es bueno que se aislara, pero para
nosotros era mejor no recibir su mal carácter de frente.
-Ron- le
reprendió Hermione.
-Solo
digo que se vuelve intratable cuando está molesto.
-Eso no
se escucha mejor de lo que acabaste de decir colega- dijo Harry- mejor continua
leyendo por favor- le solicito a su amiga para ya no recibir tantos reclamos de
sus propios amigos.
En el dormitorio, Harry se puso el pijama y se metió en su cama de
dosel, pero no tenía sueño.
Si Sirius volvía y lo atrapaban, sería culpa suya, de Harry. ¿Por qué
demonios no se había callado?
-Qué poca
fe me tienes ahijado- le acuso Sirius- acaso crees que dejaría que me
atrapasen, además regreso porque es mi deber cuidar de ti.
-Pero así
es Harry, él no puede dejar de culparse por cualquier cosa- sentencio Ginny con
evidente reproche
Un ratito de dolor y enseguida a contarlo... Si hubiera tenido la
sensatez de guardárselo...
-Eso era
lo peor que podrías haber hecho- dijo de inmediato Lily- tu situación es muy
diferente a la una persona normal, ese “ratito de dolor” podría significar
mucho más que lo que parece.
-Tu madre
tiene razón- apoyo James- lamentablemente esa situación tuya no es normal-
agregó con pena, como le gustaría que su hijo tuviera los mismos problemas que
el llego a tener en lugar de todo eso que le ocurría a su hijo.
Oyó a Ron entrar en el dormitorio poco después, pero no le dijo nada.
Hermione
vio con reprimenda a su novio mientras el pelirrojo se encogía de hombros,
nuevamente en lugar de que hablara con su amigo se quedaba callado y lo dejaba
solo, no entendía porque los hombres podían ser tan tontos.
Permaneció mucho tiempo contemplando el oscuro dosel de la cama. El
dormitorio estaba sumido en completo silencio, y, si se hubiera hallado menos
agobiado por las preocupaciones, Harry se habría dado cuenta de que la ausencia
de los habituales ronquidos de Neville indicaba que alguien más tampoco lograba
conciliar el sueño.
-Seguías
inmerso en ese libro- le pregunto Alice a su hijo que asintió con media
sonrisa.
-Bien, eso
es todo- informo Hermione dejando el libro sobre la mesa
-Muy
bien, en ese caso lo mejor será que cenemos- exclamo Dumbledore- y recuerden,
mañana en la mañana estarán libres para poder poner al tanto a nuestros nuevos
invitados, que debo decir han sido muchas cosas, pero por lo menos no estamos
tan avanzados en las lecturas como podríamos estarlo- termino con cierto tono
de broma antes que las mesas se llenaban de comida.
La cena
transcurrió como era común, aunque claro, al haber tenido esos capítulos
relativamente tranquilos comparados con otros que habían leído, el tema de
conversación principal eran los futuros nuevos visitantes que llegarían el
próximo día, no dejaban de hacer conjeturas de quienes se podrían tratar y
porque el joven insistió en que los llevaran.
Conforme
los estudiantes iban terminando su cena se comenzaron a retirar del gran
comedor, uno en particular era observado por una chica rubia, parecía que ella
estaba esperando el momento adecuado y eso pareció ocurrir cuando el chico dejo
su plato sobre la mesa y se levantó para irse de ahí. Sin perder tiempo pero de
una forma natural Marlene se puso de pie y rápidamente le dio alcance.
-Hey tú-
llamo la atención de Regulus que volteo a vista sin ánimos.
-Ha eres
tu- dijo el joven- ¿qué es lo que quieres?- dijo algo a la defensiva, ya tenía
bastante con su hermano como para que también sus amigos se le acercaran para
sermonearlo.
-¿Qué fue
lo que hablaron Sirius y tu?- le pregunto directamente dejándose de cortesías.
-No es de
tu incumbencia- le respondió.
-Por
supuesto que si- le replico- él es alguien muy querido para mí, y aunque no lo
demuestre su relación contigo le afecta más de lo crees, y no quiero que por tu
culpa…
-¿Por qué
no dejas de entrometerte?- le interrumpió Regulus estaba cansado y lo último
que quería era soportar ese tipo de conversación- mejor preocúpate mas por tu
propia relación que por la de los demás.
-Mi
relación, no sé qué hablas.
-¿Ya te
acosaste con Sirius?- le soltó
-¿Qué?,
¿por… por qué respondería a algo así?- respondió con un leve sonrojo y
nerviosismo.
-Eso es
un no- afirmo Regulus- si tan importante es para ti porque no te acuestas con
él.
-Mi
relación con Sirius no es de ese tipo
-Es así,
o la verdad es que eres una cobarde, que no quieres descubrir que después de
conseguir eso de ti te dejara y se ira con la siguiente- le escupió deforma
mordaz- primero arregla t propia vida y deja de molestar a los demás- y
diciendo eso se dio media vuelta y se fue.
Lo más
probable es que Regulus dijo esas cosas con la intención de fastidiar a la
joven, pero sin saberlo, eso tanto la ofendió como la hizo reflexionar, sin
duda alguna en esos pares de días su relación con Sirius era menos hostil y más
cercana, pero aun así había un muro invisible que los seguía dividiendo, un
muro del que apenas se estaba dando cuenta. sin importar que tan cómodas eran
las cosas en ese momento, no podían seguir así para siempre, y cuando el
momento llegara que camino debería tomar, aceptaría el riesgo y entregarle todo
su amor a ese mujeriego, o alejarse de el con el dolor punzante que su corazón
sin duda tendría al hacerlo.
Lentamente
regreso sobre sus pasos a un casi vacío gran comedor solo para encontrarse con
la espalda del punto de sus pensamientos, Sirius Black estaba de pie
completamente inmóvil (como si estuviera en shock) solo a un par de pasos de
ellos, en ese momento una idea se apodero de la chica, sería posible que
escuchara la conversación que había tenido con Regulus hace unos segundos,
asustada pero con paso firme se acercó al joven para encararlo, pero cuando
llego a su nivel se percató de la razón por la que el animago parecía estar
clavado firmemente en el suelo.
A un par
de metros más allá de donde ellos se encontraban se podía apreciar una escena
muy particular, una escena que muchos estaban seguros pasaría de alguna forma u
otra, una escena protagonizada por un licántropo y una metamorfomaga.
Perdón, perdón, perdón, perdón,
perdón por la tardanza. ero aquí les dejo este nuevo capítulo, espero les haya
gustado.
Reviso este blog TODOS los dias, aunque solo actualize los martes
ResponderEliminarAmo la historia siguela espero que actualizas pronto saludos
ResponderEliminarreviso en cada momento para ver si hay alguna actualización, estoy emocionada jajaj, por favor actualiza pronto
ResponderEliminarQUE BIEN QUE REVISE GRACIAS POR SUBIR YA TE EXTRAÑABA (ya, sin mayusculas) estoy escuchando un coro de angeles cantar estoy super feliz superdupermegahiperulatra feliz
ResponderEliminarBiennnnn subiste otro capitulo esta increible
ResponderEliminar¡Que bueno que volviste! Reviso el blog cada vez que puedo para ver si hay alguna actualización y hoy se hizo realidad mi deseo.
ResponderEliminarQue buen capítulo y el vociferador que le envió la Hermione del futuro a Sirius no tiene precio xD. Ya quiero saber que era la escena que tenía en shock a Sirius, ¡que emoción!.
Que bueno que volviste y ojala que actualizes pronto.
q bien subiste el capitulo q estaba esperando, esta super, espero q no te tardes mucho para el sgte pero no importa
ResponderEliminarvoy a seguir revisandolo hasta q subas :)
¿Que pasó con Remus y Dora? ¿Se besaron? Dime por favor no me dejes así!!!!
ResponderEliminar"pero por lo menos no estamos tan avanzados en las lecturas como podríamos estarlo" Lo sé, yo también siento que podríamos estar más avanzados en la lectura de lo que estamos en estos momentos ¿verdad Eve? Al fin actualizas, se que es duro escribir, por cosas de la vida y pues las ideas pueden faltar, también lleva su tiempo, pero me dejaste con la intriga dos meses T_T. Que no se repita por favor, de nuestra parte pues ¡nosotros seguiremos apoyándote!
ResponderEliminarAyy!!! Que bien que has vueltoo!! Espero que la sigas prontoo!! Estoy muuuy enganchada!! Tarde en leerlo por estar de examenes pero espero que continues con el fic hasta el final... en serio ME ENCANTAA!! 😍😍😘😘😘 GRACIAS!!!
ResponderEliminarAyy!!! Que bien que has vueltoo!! Espero que la sigas prontoo!! Estoy muuuy enganchada!! Tarde en leerlo por estar de examenes pero espero que continues con el fic hasta el final... en serio ME ENCANTAA!! 😍😍😘😘😘 GRACIAS!!!
ResponderEliminarPor tu culpa reprobare en el examen del lunes. No te creas XD
ResponderEliminarno he dejado de leer cada capitulo desde la mañana y no me queda de otra que esperar el siguiente capitulo. ¡¡Sigue asi!!
xfa actualiza..., me muero x q lleguen al baile de navidad,estoy tan enganchada q practicamente lo reviso 3 veces al dia , nunca lo dejes si?
ResponderEliminarxfa actualiza..., me muero x q lleguen al baile de navidad,estoy tan enganchada q practicamente lo reviso 3 veces al dia , nunca lo dejes si?
ResponderEliminarPOR FAVOR SIGUE!!!!!
ResponderEliminarSIGUE!!!!!!
ResponderEliminarEn 1 día me leí todos los capítulos espero ansiosa el siguiente capítulo ,me encanta como escribes.
ResponderEliminarActualiza pronto porfa!!!
ResponderEliminarActualiza dos cap por favor ya quiero leer
ResponderEliminarActualiza por favor
ResponderEliminarActualiza por favor
ResponderEliminaractualiza por favor :(
ResponderEliminarActualiza :(
ResponderEliminarAmigo,por lo menos contesta alguno de los comentarios y cuéntanos que pasa. Van dos meses sin actualizar.
ResponderEliminarDios todos los dias reviso a ver si ya publicaste, nunca pierdo la esperanza
ResponderEliminarPiensas continuar? Esto empieza a verse como un abandono. Contestar a alguien no creo que te genere muchas tribulaciones. Thanks
ResponderEliminarHola!! Hace mucho tiempo que no pasaba por tu Blog por falta de tiempo, pero aquí estoy :D
ResponderEliminarAme todos los capítulos que me había perdido hasta ahora y los termine muy rápido jaja
Espero con ansias a que vuelvas a actualizaregalar... quede con mucha intriga con esa escena final D: necesito leer que paso jaja
Creo que eso es todo, saludos!
Actualiza porfavor no abandones el fic
ResponderEliminarActualiza pronto porfa, porque ya quiero saber porque Sirius estaba tan sorprendido.
ResponderEliminarNo abandones el fic xfa
ResponderEliminaroye...mira...como q no te quiero presionar,si, pero....CUANDO VAS A ACTUALIZAR ;(...Me estoy muriendo...,pero sin presiones:)
ResponderEliminarcontinua por favor :'(
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarActualiza ya xfa saludos
ResponderEliminarMe encantó, por favor actualiza! XD
ResponderEliminareverard....actualiza xFAAAAAAAAAAAAAAAAAA...!!!!!!!!!!
ResponderEliminar;( ;( ;(
everard....actualiza xFAAAAAAAAAAAAAAAAAA...!!!!!!!!!!
ResponderEliminar;( ;( ;(
¡Hola! Actualiza pronto porfa, que ya quiero saber que paso con Remus y Dora.
ResponderEliminarHola por favor actualiza es una buena historia
ResponderEliminarEs una historia genial, porfavor no la abandones
ResponderEliminarporfas quiero segir aunque no me molestaria que publicaras todo el cuerto año de una vez.
ResponderEliminarPorfa actualiza que me tienen con mucha intriga 🙈
ResponderEliminarPor favor, no dejes la historia así, acábala.
ResponderEliminarColorin colorado este cuento se ha acabado no?
ResponderEliminarColorin colorado este cuento se ha acabado no?
ResponderEliminartanta intriga y emocion...es obvio q no la vas a abandonar, pero A VECES SE PIERDE LA ESPERANZA!!!
ResponderEliminartanta intriga y emocion...es obvio q no la vas a abandonar, pero A VECES SE PIERDE LA ESPERANZA!!!
ResponderEliminartanta intriga y emocion...es obvio q no la vas a abandonar, pero A VECES SE PIERDE LA ESPERANZA!!!
ResponderEliminarOye, ¿Cuándo vas a actualizar? El fic estaba buenisimo.
ResponderEliminarya la dejaste o cuando le sigues???
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarChe queria saber si estabas bien? Si no te paso nada. Quiero pensar que no lo vas a abandonar al fic, asi que supongo que algo te debio haber pasado. Sea lo que sea que te haya pasado, espero que se solucione. Tomate tu tiempo, relajate y, cuando estes ready, manos a la obra. Saludos!
ResponderEliminarYo apoyo completamente las palabras de María del Mar Abate. Sea lo que sea que haya pasado, espero que puedas solucionarlo pronto para que regreses y puedas regalarnos muchos capítulos :D
ResponderEliminarsi necesitas q te echen una mano, avisanos pero no dejes q pase mucho tiempo...yo se q tienes otras obligaciones y demas pero de verdad, ojala q la puedas terminar est año...(al libro me refiero) y sino te esperaremos pero por favor, por tus lectores q te apreciamos muchisimo, x lo menos un cap. mensual....besos, espero q estes bien
ResponderEliminarHa pasado tiempo he me preocupa que te haya pasado algo, espero que todo te salga bien y puedas terminar la historia.
ResponderEliminarHa pasado tiempo he me preocupa que te haya pasado algo, espero que todo te salga bien y puedas terminar la historia.
ResponderEliminarHola, solo me gustaria saber si continuaras la historia, para asi saber en definitiva si debo dejar de revisar casi todos los dias este blog esperando actualizacion, disculpa las molestias y gracias de antemano!!
ResponderEliminarHola ¿Estas bien? Espero que no te haya pasado nada, bueno era solo eso, suerte y espero al próximo capitulo.
ResponderEliminarHola ¿Estas bien? Espero que no te haya pasado nada, bueno era solo eso, suerte y espero al próximo capitulo.
ResponderEliminarHola espero que estes bien y espero feli que pronto actualices
ResponderEliminarHola, solo quería saber si volveras a actualizar, ya sabes, para saber si debo volver a revisar tu blog con esperanzas o no, despues de todo han pasado ocho o siete meses de tu última entrada, por otro lado me encanta tu fanfinc.
ResponderEliminarGracias por tu tiempo. X.
Actualiza por faaaaaaaaaa
ResponderEliminarConocí tu fanfic hace unos días. Aún no llegué hasta aquí (estoy en la lectura de cámara secreta), pero me gustaría decir que aún tiene quien lea. Y poco me importa cuanto tarde en actualizar el fanfic, yo estaré aquí para leer. Entonces, no la dejes :)
ResponderEliminarPor fin llegué aquí! Cielos, solo te pido que no te olvides de la historia, pues está bueníssima. De verdad, creo que es la mejor que he leído de las de "leyendo los libros". Habla mucho de Tonks y Remus, y me gusta mucho eso, pues es mi pareja fav. Y eso de traer los Potter, Lyall, Hope... Eso solo dejará la historia muy mejor. Pero... ¿Por qué tenías que terminar el capitulo así? Ahora estoy con ganas de más jaja
ResponderEliminarOh!! Esta historia es increible tienes que actualizarla por favor, me gusta que te enfoques en desarrollar trama en los demas personajes y no solo en leer los libros, porfavor no habandones la historia.
ResponderEliminarse que ha pasado un año desde que no publicas, pero porfavor sigue la historia, en serio llevo semanas leyendo cada vez que puedo el tic estoy super enganchada porfavor porfavor síguelo que necesito saber como sigue pls pls pls
ResponderEliminares que no puedo superar el tic, necesito la orden del fénix pls
ResponderEliminaractualizaaaaaa
ResponderEliminarPor favor tienes que actualizar.
ResponderEliminarHey! ¿Te encuentras bien?
ResponderEliminarLa verdad es la primera vez que comentó, y estoy algo preocupada. Ya ha pasado un año y no has respondido comentarios ni actualizado...
Bueno, espero que estés bien y que puedas actualizar la historia porque es de las mejores que he leído ❤
Por favor...no vayas a dejar la historia, no he querido presionar, por eso no he estado escribiendo mucho pero ya he empezado ha asustarme, espero que (por si tienes algun prob.) estes bien y que nos des noticias, recuerda que tus seguidores te esperaran!!!
ResponderEliminarCUÁNDO VAS A ACTUALIŹAR POR FAVOR QUIERO MÁS CAP DEL FIC ACTUALIZA SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIOIIIOOOIOIOIOIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
ResponderEliminarCUÁNDO VAS A ACTUALIŹAR POR FAVOR QUIERO MÁS CAP DEL FIC ACTUALIZA SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIOIIIOOOIOIOIOIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
ResponderEliminarMe encanta
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