-El
título es “el vasallo de… de lord Voldemort”- leyó después de una pequeña
pausa, aun le costaba decir su nombre, por su parte la gran mayoría de los
jóvenes del pasado, y algunos incluso del futuro, sintieron un leve
estremecimiento por el nombre.
Hermione dio un grito. Black se puso en pie de un salto. Harry saltó
también como si hubiera recibido una descarga eléctrica.
—He encontrado esto al pie del sauce boxeador —dijo Snape, arrojando
la capa a un lado y sin dejar de apuntar al pecho de Lupin con la varita—.
Muchas gracias, Potter, me han sido muy útiles.
-Hará
falta que mandes lavar esa capa, ya está cubierta de grasa- espeto Sirius
molesto, incluso James se sentía un poco molesto, después de todo ese era como
un tesoro para ellos, y les molestaba que fuera precisamente quien la
utilizara. Por su parte Severus solo miro con sumo desdén al oji gris.
Snape estaba casi sin aliento, pero su cara rebosaba sensación de
triunfo.
—Tal vez os preguntéis cómo he sabido que estabais aquí —dijo con los
ojos relampagueantes—. Acabo de ir a tu despacho, Lupin. Te olvidaste de tomar
la poción esta noche, así que te llevé una copa llena. Fue una suerte. En tu
mesa había cierto mapa. Me bastó un vistazo para saber todo lo que necesitaba.
Te vi correr por el pasadizo.
-¡Por
Merlín Remus, como demonios dejaste el mapa abierto así como así!- le reclamo
su amigo.
-¡Sirius
basta!- le reclamo Nymphadora.
-No Dora-
le detuvo Remus- hubo una razón por la que el mapa se puede ocultar, ese fue mi
error- acepto cabizbajo el castaño.
-Me
gustaría seguir reclamándote pero entonces yo me sentiría mal- agregó
Sirius- Marlene continua- le solicito a
la rubia.
—Severus... —comenzó Lupin, pero Snape no lo oyó.
—Le he dicho una y otra vez al director que ayudabas a tu viejo amigo
Black a entrar en el castillo, Lupin. Y aquí está la prueba. Ni siquiera se me
ocurrió que tuvierais el valor de utilizar este lugar como escondrijo.
-Idiota-
exclamo James “S”- no escucho que no estaba involucrado.
-En
primera- comenzó Albus- dudo que le importara lo que dijera, en segundo, el
llego después de eso.
-¿Y tú
como sabes?
-En el
capítulo anterior Remus se sobresaltó porque se abría la puerta- fue Teddy el
que respondió- de seguro fue en ese momento en el entro a la habitación.
-No me
pareció que eso fuera algo relevante- comento Alice.
-Pues así
fue, sin duda tienen una buena ente- les alago Frank.
—Te equivocas, Severus —dijo Lupin, hablando aprisa—. No lo has oído
todo. Puedo explicarlo. Sirius no ha venido a matar a Harry.
—Dos más para Azkabán esta noche —dijo Snape, con los ojos llenos de
odio—. Me encantará saber cómo se lo toma Dumbledore. Estaba convencido de que
eras inofensivo, ¿sabes, Lupin? Un licántropo domesticado...
James, Sirius
Dora Y Teddy apretaron los puños molestos, ya no solo era Sirius, también
quería que encarcelaran a Remus, a su modo de verlo se estaba extralimitando,
por otro lado los jóvenes del pasado estaban en un estado ambivalente respecto
a Remus, por un lado les molestaba haber descubierto que se trataba de un
licántropo, pero por otro, ni si quiera ese hecho les parecía que fuera
suficiente como para que los llevaran a ese infierno que era Azkabán.
—Idiota —dijo Lupin en voz baja—. ¿Vale la pena volver a meter en
Azkabán a un hombre inocente por una pelea de colegiales?
-Si, al
parecer es capaz de eso- espeto con frialdad Lily. Por su parte Severus sabía
que no había nada que pudiera decir para defenderse y James comenzó a tomar el
papel de tranquilizar a su novia, a él también le molestaba lo que decía, pero
tenía que tragarse su enojo para que su pelirroja no fuera a hacer algo
imprudente, ya sabía lo peligrosa que era molesta.
¡PUM!
Del final de la varita de Snape surgieron unas cuerdas delgadas,
semejantes a serpientes, que se enroscaron alrededor de la boca, las muñecas y
los tobillos de Lupin. Este perdió el equilibrio y cayó al suelo, incapaz de
moverse.
-Maldito
infeliz- exclamo Teddy ante el sentimiento de Dora y Remus, a su visión se
estaba buscando una represalia de su parte.
Con un rugido de rabia, Black se abalanzó sobre Snape, pero Snape
apuntó directamente a sus ojos con la varita.
—Dame un motivo —susurró—. Dame un motivo para hacerlo y te juro que
lo haré.
-Si
tuviera mi varita ya veríamos quien le daría una lección a quien- dijo Sirius
apretando los puños.
-Sin duda
lo que necesitan ahora es que se pusieran a pelear- aseguro Albus con ironía.
-Es eso o
dejar que se maldito haga lo que le venga en gana con ellos- le contradijo
James “S”.
Black se detuvo en seco. Era imposible decir qué rostro irradiaba más
odio. Harry se quedó paralizado, sin saber qué hacer ni a quién creer. Dirigió
una mirada a Ron y a Hermione. Ron parecía tan confundido como él, intentando
todavía retener a Scabbers. Hermione, sin embargo, dio hacia Snape un paso
vacilante y dijo casi sin aliento:
-Mala
idea cuñada, sin duda ese estúpido de Snape te gritara por eso.
-¡Fred!-
le reprendió Molly
-Pero es
cierto mamá-lo defendió George- no importa lo que haya hecho sigue siendo un
estúpido- aseguro, aunque no todos entendieron lo que quiso decir, solo
aquellos que sobrevivieron a la guerra mágica lo podían entender.
—Profesor Snape, no... No perdería nada oyendo lo que tienen que
decir; ¿no cree?
—Señorita Granger; me temo que vas a ser expulsada del colegio —dijo
Snape—. Tú, Potter y Weasley os encontráis en un lugar prohibido, en compañía
de un asesino escapado y de un licántropo. Y ahora te ruego que, por una vez en
tu vida, cierres la boca.
-Aun
cuando sea cierto su actitud es reprobable- escupió la profesora McGonagall- en
especial su trato para con los alumnos, sigo sin comprender como le permitieron
dar clases- aseguro la profesora.
—Pero si... si fuera todo una confusión...
— ¡CALLATE, IMBÉCIL! —Gritó de repente Snape, descompuesto—. ¡NO
HABLES DE LO QUE NO COMPRENDES!
-Es él el
imbécil que no entiende nada- alego Dora ante la aprobación de Rose y Hugo, si
por ellos fuera ya le habían dado un buen golpe por hablarle así a su madre, no
entendían como su primo podía llevar el nombre de ese sujeto.
-Tranquila
mamá, ya tendrá lo que se merece- le trato de tranquilizar Teddy, que también
estaba disgustado con Severus.
Del final de su varita, que seguía apuntando a la cara de Black,
salieron algunas chispas. Hermione guardó silencio, mientras Snape proseguía—.
La venganza es muy dulce —le dijo a Black en voz baja—. ¡Habría dado un brazo por ser yo quien
te capturara!
-Pues yo
con gusto te los arrancare, solo dame una oportunidad
-Sirius
tranquilízate- le dijo Marlene tomándolo por los hombros.
—Eres tú quien no comprende, Severus —gruñó Black—. Mientras este
muchacho meta su rata en el castillo —señaló a Ron con la cabeza—, entraré en
él sigilosamente.
James
sonrió entre triste y complacido, a pesar de todo por lo que había pasado le
agradaba saber el fiel amigo que consiguió.
— ¿En el castillo? —Preguntó Snape con voz melosa—. No creo que
tengamos que ir tan lejos. Lo único que tengo que hacer es llamar a los
dementores en cuanto salgamos del sauce. Estarán encantados de verte, Black...
Tanto que te darán un besito, me atrevería a decir...
Marlene
apretó las manos sobre el libro, le molestaba demasiado la actitud de Severus,
querer que le hicieran algo como eso a su pobre Sirius, que bueno, sabía que no
era un santo, pero aun así le disgustaba que trataran así al joven.
El rostro de Black perdió el escaso color que tenía.
—Tienes que escucharme —volvió a decir—. La rata, mira la rata...
Pero había un destello de locura en la expresión de Snape que Harry no
había visto nunca. Parecía fuera de sí.
Aun
cuando los odiara, a Severus le parecía sorprendente que en el futuro llegar a
actuar como lo describían, pensándolo más detenidamente supuso que tendría que
ver algo con Lily, todos pensaban que por culpa de Black ella había muerto, tal
vez eso contribuyó a atizar el fuego de su irá contra él.
—Vamos todos —ordenó. Chascó los dedos y las puntas de las cuerdas con
que había atado a Lupin volvieron a sus manos—. Arrastraré al licántropo. Puede
que los dementores lo besen también a él.
-¡Dora,
Teddy, Sirius Alto!- ordeno con fuerza Remus, suponía que ellos intentarían
hacer algo contra Snape, y tenía razón, su orden los detuvo justo antes que se
levantaran completamente de su asiento.
-Pero
Remus- le alego Sirius- que no vez que quiere…
-Lo se
Sirius- le interrumpió- pero eso aún no ocurre, así que siéntate de una buena
vez, y ustedes- se volteo a los metamorfomagos- también, tranquilícense por
favor- les solicito.
-Bien-
dijeron al unísono después de un rato.
-Porque a
mí no me lo pediste- le interrogo
Sirius.
-Uno,
porque no serviría, y dos, porque ella es su futura esposa y él su futuro hijo-
respondió James, suponiendo la táctica de su amigo de distraer su mente.
-O, si
claro- dijo sin importancia Sirius, a Remus le hubiera gustado hacer un par de
correcciones, pero si eso distraía su molestia lo dejaría pasar por ahora.
Sin saber lo que hacía, Harry cruzó la habitación con tres zancadas y
bloqueó la puerta.
—Quítate de en medio, Potter. Ya estás metido en bastantes problemas
—gruñó Snape—. Si no hubiera venido para salvarte...
-No le
habría pasado nada- aseguro Lily- de haberle querido hacer daño lo habría hecho
desde hace mucho tiempo.
-Pero
Snape no lo sabría y mucho menos le importaría- agrego Alice con molestia.
—El profesor Lupin ha tenido cientos de oportunidades de matarme este
curso—explicó Harry—. He estado solo con él un montón de veces, recibiendo
clases de defensa contra los dementores. Si es un compinche de Black, ¿por qué
no acabó conmigo?
—No me pidas que desentrañe la mente de un licántropo —susurró Snape
-Estúpido-
escupió Teddy- él siempre fue más brillante que tú, solo la señora Potter era
mejor
-Supongo
que hablas de mi querida novia- intervino James abrazando y dándole un beso en
la mejilla a la pelirroja.
-Por
supuesto- aseguro Sirius- que otra pelirroja con sobresalientes notas esta en
riesgo de llevar el apellido Potter
-Nuestra
madre- respondieron al unísono Albus, James “S” y Lily “L”.
-Oh
cierto- exclamo el oji gris, sin duda la joven Wesley tenía muchas similitudes
con Lily, lo que les complacía en cierto modo.
—. Quítate de en medio, Potter.
— ¡DA USTED PENA! —Gritó Harry—. ¡SE NIEGA A ESCUCHAR SÓLO PORQUE SE
BURLARON DE USTED EN EL COLEGIO!
Remus,
Lily, Hermione negaron con la cabeza, pero les resultaría extraño que no
hubiera reaccionado de esa manera, James y Sirius por su parte se sorprendieron
y sonrieron traviesamente, que el joven Potter encarara de esa forma a su viejo
enemigo era algo invaluable para ellos, varios jóvenes del futuro sintieron un
asombro similar pero en menor medida que los dos merodeadores, y Severus por su
parte solo torció la boca en disgusto.
— ¡SILENCIO! ¡NO PERMITIRÉ QUE ME HABLES ASÍ! —chilló Snape, más
furioso que nunca—. ¡De tal palo tal astilla, Potter! ¡Acabo de salvarte el
pellejo, tendrías que agradecérmelo de rodillas! ¡Te estaría bien empleado si
te hubiera matado!
La
expresión tranquila de Lily cambio a una de sorpresa y después a una expresión
sombría con un poco de odio, una expresión que fue dirigida de inmediato hacia
su antiguo amigo que le era imposible sostenerle la vista, lo que más enfurecía
a la pelirroja era que se metieran con su hijo, y la sugerencia de su muerte
solo aviaria su molestia.
Habrías muerto como tu padre, demasiado arrogante para desconfiar de
Black.
-¡Sirius
es inocente!- rebatió James- y el que crea lo contrario es un idiota
-Ejem-
carraspeo Harry, en esa época el también creyó en su culpabilidad, solo quería
recordárselo a su padre.
-Bueno,
tú me entiendes
-Ni
siquiera tú te entiendes querido- le dijo Lily- Bill, continua.
Ahora quítate de en medio o te quitaré yo. ¡APARTATE, POTTER!
Harry se decidió en una fracción de segundo. Antes de que Snape
pudiera dar un paso hacia él había alzado la varita.
— ¡Expeliarmo! —gritó.
Nuevamente
la sorpresa apareció en los presentes, en especial a los del futuro, algunos de
ellos les hubiera podido haber atacado a su antiguo profesor de pociones,
aunque claro, Harry solo había tratado de desarmarlo, no era mucho si lo
pensaban, pero aun así, era más de lo que esperaban.
Pero la suya no fue la única voz que gritó. Una ráfaga de aire movió
la puerta sobre sus goznes. Snape fue alzado en el aire y lanzado contra la
pared. Luego resbaló hasta el suelo, con un hilo de sangre que le brotaba de la
cabeza. Estaba sin conocimiento.
Severus
bufo molesto.
-Qué
bueno que solo querían desarmarlo- comento Dora con una leve sonrisa siniestra,
se lo merecía (o así lo pensaba) por tratar a Remus de esa manera- de otra forma
es posible que no lo contara.
-Fueron
al menos tres hechizos simultáneos, no se podía esperar menos- agregó Lupin-
pero me sorprende que estuvieran tan sincronizados.
-Fue
surte- aseguro Ron- no lo pensamos solo lo hicimos.
Harry miró a su alrededor. Ron y Hermione habían intentado desarmar a
Snape en el mismo momento que él. La varita de Snape planeó trazando un arco y
aterrizó sobre la cama, al lado de Crookshanks.
—No deberías haberlo hecho —dijo Black mirando a Harry—. Tendrías que
habérmelo dejado a mí...
-Si
claro, de haber podido hacer algo debiste de haberlo hecho no crees- comentó
Marlene.
-Tal vez
esperaba el momento adecuado- se defendió el animago- pero aun así me
sorprende, nosotros mismo nos pusimos como prohibición atacar a un profesor.
-Pero hay
que decir que la situación fue muy especial y especifica- aseguro Fred.
-Si, en
su tiempo no tuvieron un profesor tan nefasto como él- agrego George.
-Pero eso
les puede traer problemas o no- dijo Rose con preocupación.
-Normalmente
si- acepto Hermione- pero pasaron muchas otras cosas que lo molestaron más, y
no tuvimos problemas.
Harry rehuyó los ojos de Black. No estaba seguro, ni siquiera en aquel
momento, de haber hecho lo que debía.
— ¡Hemos agredido a un profesor...! ¡Hemos agredido a un
profesor...! —Gimoteaba
Hermione, mirando asustada a Snape, que parecía muerto—. ¡Vamos a tener muchos
problemas!
-No te
alteres tanto castaña- le dijo Sirius- tampoco es tan importante lo que le
pueda pasar a ese idiota- agrego para el disgusto de Severus.
-Sé que
tienes muchos conflictos Sirius- comenzó Marlene- pero has el favor de contener
tu rabia para no interrumpir inútilmente la lectura con tus comentarios-
termino.
-Está
bien- le dijo el animago levantando las manos- ya entendí, por favor continua
cariño.
Fue bastante sorprendente escuchar que Sirius
se dirigiera a ella de esa manera, muchos más sintieron la misma sorpresa. Pero
pese a eso la rubia no permitió que eso le afectara por el momento y tomándolo
como lo más natural del mundo retomo la lectura.
Lupin forcejeaba para librarse de las ligaduras. Black se inclinó para
desatarlo. Lupin se incorporó, frotándose los lugares entumecidos por las
cuerdas.
—Gracias, Harry —dijo.
—Aún no creo en usted —repuso Harry.
-Evidentemente-
dijo Kingsley- necesitara alguna prueba que confirme todo lo que les han
contado.
-Tienen
la rata, si es un animago solo tienen que transformarlo- agregó Dora.
-Eso será
de utilidad- increpo Alastor- pero aún hay alguno huecos en la historia, sin
menciones lo que dijo que no negaba haberlos matado.
-Es
verdad, yo aun no comprendo porque salió con semejante estupidez- término de
decir James.
—Entonces es hora de que te ofrezcamos alguna prueba —dijo Black—.
Muchacho, entrégame a Peter. Ya.
Ron apretó a Scabbers aún más fuertemente contra el pecho.
—Venga —respondió débilmente—, ¿quiere que me crea que escapó usted de
Azkabán sólo para atrapar a Scabbers? Quiero decir... —Miró a Harry y a
Hermione en busca de apoyo—. De acuerdo, supongamos que Pettigrew pueda
transformarse en rata... Hay millones de ratas. ¿Cómo sabía, estando en
Azkabán, cuál era la, que buscaba?
-Esa es
una pregunta muy válida- apoyo Kingsley.
-Es una
sorpresa que fuera idea de Ronnie
-¡Fred!-
le relamo Ron
-Bueno,
los animagos adquieren siempre características especiales en su forma animal
con las que se diferencias- comento una chica de Ravenclaw
-Así es-
aseguro Rose- el problema es como lo averiguo Sirius estando encerrado en
Azkabán.
-Y no han
mencionado alguna forma en que lo pudiera haber descubierto- agrego Scorpius.
-De hecho
si- le contradijo Harry- solo que no parecía algo importante.
— ¿Sabes, Sirius? Ésa es una buena pregunta —observó Lupin,
volviéndose hacia Black y frunciendo ligeramente el entrecejo—. ¿Cómo supiste
dónde estaba?
Black metió dentro de la túnica una mano que parecía una garra y sacó
una página arrugada de periódico, la alisó y se la enseñó a todos. Era la foto
de Ron y su familia que había aparecido en el diario El Profeta el verano anterior.
Sobre el hombro de Ron se encontraba Scabbers.
-El
diario que le pidió a Fudge- resalto Remus- ya decía yo que no tenía nada que
ver con los crucigramas.
-Claro,
fue desde ahí donde se comenzó a obsesionar con Hogwarts- agrego Dora
comenzando a darle sentido a lo leído en los primeros capítulos.
— ¿Cómo lo conseguiste? —preguntó Lupin a Black, estupefacto.
—Fudge —explicó Black—. Cuando fue a inspeccionar Azkabán el año
pasado, me dio el periódico. Y ahí estaba Peter, en primera plana... en el hombro
de este chico. Lo reconocí enseguida. Cuántas veces lo vi transformarse. Y el
pie de foto decía que el muchacho volvería a Hogwarts, donde estaba Harry...
-Gracias
a las características específicas que adquirió- resalto Hermione a lo dicho
anteriormente
-Pero
esperen, en ese caso el profesor Lupin no hubiera identificado También a
Scabbers con solo verlo- dijo Fred.
-En
primera, pensaba que Pettigrew estaba muerto y en segunda en ningún momento de
la lectura mencionaron que le mostraran la rata a Remus, y tampoco había
motivos para que lo hicieran- enlisto Teddy
-Es obvio
hermanito, en serio en ocasiones me decepciones- se burló George.
— ¡Dios mío! —dijo Lupin en voz baja, mirando a Scabbers, luego la
foto y otra vez a Scabbers—. Su pata delantera...
— ¿Qué le ocurre? —preguntó Ron, poniéndose chulito.
—Le falta un dedo —explicó Black.
—Claro —dijo Lupin—. Sencillo... e ingenioso. ¿Se lo cortó él?
—Poco antes de transformarse —dijo Black—. Cuando lo arrinconé, gritó
para que toda la calle oyera que yo había traicionado a Lily y a James. Luego,
para que no pudiera echarle ninguna maldición, abrió la calle con la varita en
su espalda, mató a todos los que se encontraban a siete metros a la redonda y
se metió a toda velocidad por la alcantarilla, con las demás ratas...
-Ese
maldito- espeto Sirius- como me pude dejar engañar de esa forma.
-Tampoco
debiste de haber ido tras de él buscando venganza- aseguró Marlene- creo que
pudiste haber actuado de una mejor forma.
— ¿Nunca lo has oído, Ron? —Le preguntó Lupin—. El mayor trozo que
encontraron de Peter fue el dedo.
-Si lo ha
oído- comento Charlie- pero dudo que aun así les crea, tendrán que arrebatarle
la rata para transformarlo.
—Mire, seguramente Scabbers tuvo una pelea con otra rata, o algo así.
Ha estado con mi familia desde siempre.
-Desde
que la encontré en nuestro jardín para ser exactos- comentó Percy
—Doce años exactamente ¿No te has preguntado nunca por qué vive tanto?
-Eso es
verdad, en especial si nunca demostró tener algún tipo de propiedad mágica, una
rata real ya habría muerto hace tiempo.
—Bueno, la hemos cuidado muy bien —dijo Ron.
Fred y
George soltaron una risa sofocada, si bien no la trataban mal, nunca les
preocupo darle los mejores cuidados a excepción cuando parecía estar enferma.
—Pero ahora no tiene muy buen aspecto, ¿verdad? —Observó Lupin—.
Apostaría a que su salud empeoró cuando supo que Sirius se había escapado.
— ¡La ha asustado ese gato loco! —repuso Ron, señalando con la cabeza
a Crookshanks, que seguía ronroneando en la cama.
-Pero no-
comento Ginny- se puso mal desde que regresamos de Egipto, incluso preguntas si
eso tenía que ver con el viaje que habíamos hecho.
-Si lo
sé.
-Parece
que se pone algo irracional con ciertas cosas- observo Hugo.
-La rata
era su mascota y la quería aunque no lo dijera abiertamente, creo que sería
compresible no- agrego Lily “L”
-¿Cómo es
que mi sobrina es la que se pone de mi lado en lugar que mis propios hijos?-
pregunto Ron.
-Misterios
de la vida hermanito- alego George.
Pero no había sido así, pensó Harry inmediatamente. Scabbers ya tenía
mal aspecto antes de encontrar a Crookshanks. Desde que Ron volvió de Egipto.
Desde que Black escapó...
-No sería
descabellado pensar que está relacionado- comento Ted- de ser Pettigrew estaría
muy nervioso de que lo encontrara.
—Este gato no está loco —dijo Black con voz ronca. Alargó una mano
huesuda y acarició la cabeza mullida de Crookshanks—. Es el más inteligente que
he visto en mi vida. Reconoció a Peter inmediatamente. Y cuando me encontró
supo que yo no era un perro de verdad. Pasó un tiempo antes de que confiara en
mí.
-Bueno
eso lo aclara- comento Dora- no es un gato común y corriente.
-Eso lo suponíamos desde hace
tiempo- agregó Marlene- podría tener cualquier propiedad mágica e incluso
podría ser un Kneazle- Hermione realizo una leve
exclamación, lo cual la rubia consiguió notar- es eso, ¿Crookshanks es un
Kneazle?- le pregunto.
Los que
sabían lo que era miraron con impresión a la castaña, mientras que los que no
esperaban una explicación al respecto.
-Pero
señorita- exclamo Fudge- esos animales pueden ser muy peligrosos, no puede…
-Es
mitad- le interrumpió Hermione- solo es mitad Kneazle, y no es para nada
peligroso- aseguro- la señora de la tienda de animales me lo conto tiempo
después.
-Sería
lógico, tal vez por eso nadie quería llevarse a Crookshanks de la tienda, pero aun así resulto ser buena mascota-
observo Remus.
-Pero aun
así, necesitaría una licencia para…
-Ha ya
deje de fastidiar- le interrumpió Sirius a Fudge, el primero sintiendo cada vez
más aversión hacia él y el segundo impresionándose del poco respeto que el
ministerio parecía influir en los presentes.
Finalmente, me las arreglé para hacerle entender qué era lo que
pretendía, y me ha estado ayudando...
-Solo
espero que no le hayas hecho algo indecente al pobre gatito- se mofo Sirius-
espero que Marlene no se encele.
-Ya
cállate cornamenta- le reclamo Sirius.
-Es
verdad James- hablo Remus- con todo lo que ha vivido Sirius tal vez ya ni
siquiera pueda “levantar su varita”- agrego con un evidente doble sentido que
fue muy bien entendido por varios.
-¡Tú
también lunático, mi “varita” está perfectamente!- le aseguro.
-Sí,
ahora, pero en el futuro tal vez…
-Ya
cierra la boca- le interrumpió, la verdad es que el castaño se sentía bien al
devolverle una parte de todas las insinuaciones que Sirius le lanzaba cada vez
que podía.
— ¿Qué quiere decir? —preguntó Hermione en voz baja.
—Intentó que Peter se me acercara, pero no pudo... Así que se apoderó
de las contraseñas para entrar en la torre de Gryffindor. Según creo, las cogió
de la mesilla de un muchacho...
-Entonces
no se me perdieron- comento Neville- bueno, es un pequeño alivio.
-Pero de
todas formas te castigaron colega- agrego Deán.
-Bueno,
eso explica porque su insistencia en entrar a la sala común- comento Frank- la
noche en que estaba vacía y porque estaba en frente de la cama de Ron.
El cerebro de Harry empezaba a hundirse por el peso de las muchas
cosas que oía. Era absurdo... y sin embargo...
—Sin embargo, Peter se olió lo que ocurría y huyó. Este gato, ¿decís
que se llama Crookshanks?, me dijo que Peter había dejado sangre en las
sábanas. Supongo que se mordió... Simular su propia muerte ya había resultado
en otra ocasión.
-Tan
idiota para creer que funcionaria nuevamente su truco- espeto James.
-Casi fue
si- le contradijo Remus- tal vez Crookshanks hubiera podido encontrarlo y por
ende Sirius, pero fue una verdadera suerte que fueran ellos quien lo
encontrarán.
-¿Suerte?,
están a punta de varita todos contra todos y Ron esta lastimado de una pierna-
legro Alice.
-Pero de
otra forma no tendrían la oportunidad de saber la verdad, Sirius y el gato
podrán o no haber encontrado a la rata y de hacerlo la habrían matado y la
prueba de su inocencia desaparecería- continuo Teddy.
-Pues
ojala y aclaren pronto lo que hace falta- termino James.
Estas palabras impresionaron a Harry y lo sacaron de su
ensimismamiento.
— ¿Y por qué fingió su muerte? —preguntó furioso—. Porque sabía que
usted lo quería matar; como mató a mis padres.
-Sí y no-
comento James- creo que aun necesitamos más explicaciones.
-Entonces
deja que Marlene siga leyendo- alego Lily.
—No, Harry —dijo Lupin.
—Y ahora ha venido para acabar con él.
—Sí, es verdad —dijo Black, dirigiendo a Scabbers una mirada
diabólica.
—Entonces yo tendría que haber permitido que Snape lo entregara —gritó
Harry.
Sirius
sufrió un notable escalofrío, tanto por pensar en lo que le aria los dementores
como la posibilidad de que fuera Harry quien lo dejara a merced de su odiado
enemigo.
—Harry —dijo Lupin apresuradamente—, ¿no te das cuenta? Durante todo
este tiempo hemos pensado que Sirius había traicionado a tus padres y que Peter
lo había perseguido. Pero fue al revés, ¿no te das cuenta? Peter fue quien traicionó
a tus padres. Sirius le siguió la pista y...
— ¡ESO NO ES CIERTO! —Gritó Harry—. ¡ERA SU GUARDIÁN SECRETO! ¡LO
RECONOCIÓ ANTES DE QUE USTED APARECIESE! ¡ADMITIÓ QUE LOS MATÓ!
-En
verdad me gustaría saber porque maldita razón se le ocurrió decir eso- dijo
Andrómeda, ya durante su viaje para llegar hasta ahí para leer vieron varias
imágenes extrañas y una voz extraña les hablaba, un par de palabras es la que
más se incrusto en su mente “es inocente”, la verdad es que su viaje no fue muy
claro, pero fue suficiente para que le dieran a Sirius la oportunidad de
limpiar su nombre, lo cual complacería a Andrómeda.
Señalaba a Black, que negaba lentamente con la cabeza. Sus ojos
hundidos brillaron de repente.
—Harry..., la verdad es que fue como si los hubiera matado yo —gruñó—.
Persuadí a Lily y a James en el último momento de que utilizaran a Peter. Los
persuadí de que lo utilizaran a él como guardián secreto y no a mí. Yo tengo la
culpa, lo sé.
-Y
supongo que lo le dijimos a nadie- intervino el propio Sirius bajando la
mirada, no era necesario que los chicos el futro lo confirmaran
No podía
evitar estar de acuerdo con su yo del futuro, el habría querido darles mayor
seguridad, pero conforme iban las cosas, fue su decisión la que llevo a la
muerte de dos de sus más queridos amigos, así como su encarcelamiento. Marlene
pudo notar lo mal que se comenzaba a sentir, y como y lo había hecho antes
comenzó a reconfortar al joven.
-No fue
tu culpa Sirius- le dijo James- fue solo…
-Gracias James- le
interrumpió- pero no creo que algo que digas sea de ayuda.
El
azabache quería replicar, pero Lily le tomo el hombro y le indico que no dijera
más, solo un persona seria capaz de darle un apoyo que verdemente lo ayudara, y
esa persona tenía sus brazos alrededor de él en ese momento.
Después
de un rato en los que la chica se debatió entre seguir leyendo o pasarle el
libro alguien mas, Sirius le pidió con
la mirada que continuara mientras le
correspondía el abrazo.
La noche que murieron había decidido vigilar a Peter, asegurarme de
que todavía era de fiar. Pero cuando llegué a su guarida, ya se había ido. No
había señal de pelea alguna. No me dio buena espina. Me asusté. Me puse
inmediatamente en camino hacia la casa de tus padres. Y cuando la vi destruida
y sus cuerpos... me di cuenta de lo que Peter había hecho. Y de lo que había
hecho yo.
Su voz se quebró. Se dio la vuelta.
No podía escucharlo, pero sin duda Marlene
pudo sentir la aflicción que Sirius debió sentir en ese momento, no sabía si lo
conseguiría, pero quería reconfortar y hacer sentir a ese travieso joven que
debía de estarlo pasando fatal. Sirius por su parte había caído en una
ambivalencia, por un lado le afectaba todo lo que habían leído de él, pero por
el otro eso le permitió acercarse a Marlene como nunca hubiera imaginado antes.
—Es suficiente —dijo Lupin, con una nota de acero en la voz que Harry
no le había oído nunca—. Hay un medio infalible de demostrar lo que
verdaderamente sucedió. Ron, entrégame la rata.
— ¿Qué va a hacer con ella si se la doy? —preguntó Ron con
nerviosismo.
—Obligarla a transformarse —respondió Lupin—. Si de verdad es sólo una
rata, no sufrirá ningún daño.
Ron dudó. Finalmente puso a Scabbers en las manos de Lupin.
-Guau, yo
creí que tendrían que arancela de tus manso muertas
-¡George!-
le reclamo Molly.
-Bueno,
era Remus, le teñí más confianza que a Sirius en ese momento- comentó Ron.
Scabbers se puso a chillar sin parar; retorciéndose y agitándose. Sus
ojos diminutos y negros parecían salirse de las órbitas.
— ¿Preparado, Sirius? —preguntó Lupin.
Black ya había recuperado la varita de Snape, que había caído en la
cama. Se aproximó a Lupin y a la rata. Sus ojos húmedos parecían arder.
-Por
favor no vayas a hacer una estupidez- exclamo Marlene- él sigue siendo la
prueba de tu inocencia.
-Y la
causa de estar encerrado en Azkabán- alego Sirius.
-Y la
única posibilidad para que no regreses ahí- le rebatió la rubia.
-No
vas ganar Sirius, ya ríndete- le dijo
Remus.
— ¿A la vez? —preguntó en voz baja.
—Venga —respondió Lupin, sujetando a Scabbers con una mano y la varita
con la otra—. A la de tres. ¡Una, dos y... TRES!
Marlene
fue leyendo como salieron los hechizos de las varitas de ambos hombres, y de
cómo después quedar un rato estático en el aire cayó al suelo y como
rápidamente a la rata le fueron creciendo las piernas y brazos, seguidos de la
descripción del hombre que anteriormente había sido una rata.
-Peter-
escupió con rabia James- al fin sabemos porque se convirtió en una rata.
-James
tranquilo- le pidió Lily- sé que te molesta que nos traicionara pero debes de mantenerte controlado.
Los miró a todos, respirando rápida y superficialmente. Harry vio que
sus ojos iban rápidamente hacia la puerta.
-No deben
perder detalle de sus movimientos- espeto Alastor- sin duda tratara de escapar
en algún momento.
-No
permitiremos que eso ocurra- seguro Sirius como si en verdad pudiera hacer al
respecto en ese momento.
—Hola, Peter —dijo Lupin con voz amable, como si fuera normal que las
ratas se convirtieran en antiguos compañeros de estudios—. Cuánto tiempo sin
verte.
—Si... Sirius. Re... Remus —incluso la voz de Pettigrew era como de
rata. Volvió a mirar a la puerta—. Amigos, queridos amigos...
James,
Sirius y Remus apretaron los puños molestos, después de todo se atrevía a
llamarlos amigos, el resto de los presentes sintió aún más aversión de que
sintieron cuando descubrieron que en efecto Peter era la rata de Ron.
Black levantó el brazo de la varita, pero Lupin lo sujetó por la
muñeca y le echó una mirada de advertencia.
-Gracias
a Merlín- aseguro Marlene contenta que siguiera evitando que Sirius hiciese
alguna locura.
Entonces se volvió a Pettigrew con voz ligera y despreocupada.
—Acabamos de tener una pequeña charla, Peter, sobre lo que sucedió la
noche en que murieron Lily y James. Quizás te hayas perdido alguno de los
detalles más interesantes mientras chillabas en la cama.
-Espero
que cuide sus palabras porque yo si veo muy posible que el trate de matarlo-
comento por lo bajo James “S” a sus hermanos mientras observaba a Sirius.
-Pero
papá no lo dejaría o si- dijo Lily “L”, pero sus hermanos no sabían que
responder, ya vieron lo dispuesto que estaba en acabar con Sirius hace no
mucho.
—Remus —dijo Pettigrew con voz entrecortada, y Harry vio gotas de
sudor en su pálido rostro—, no lo creerás, ¿verdad? Intentó matarme a mí...
-Y no
dejare de intentarlo-murmuro el animago.
—Eso es lo que hemos oído —dijo Lupin más fríamente—. Me gustaría
aclarar contigo un par de puntos, Peter; si fueras tan...
—¡Ha venido porque otra vez quiere matarme! —Chilló Pettigrew
señalando a Black, y Harry vio que utilizaba el dedo corazón porque le faltaba
el índice—. ¡Mató a Lily y a James, y ahora quiere matarme a mí...! ¡Tienes que
protegerme, Remus!
-Lo
protegimos por siete años- exclamo James que aunque molesto, ya no irradiaba
esa ira irracional.
El rostro de Black semejaba más que nunca una calavera, mientras
miraba a Peter Pettigrew con sus ojos insondables.
—Nadie intentará matarte antes de que aclaremos algunos puntos —dijo
Lupin.
—¿Aclarar puntos? —chilló Pettigrew, mirando una vez más a su
alrededor; hacia las ventanas cegadas y hacia la única puerta—. ¡Sabía que me
perseguiría! ¡Sabía que volvería a buscarme! ¡He temido este momento durante
doce años!
-Inverosímil-
exclamo Scorpius- él fue el primero en escapar de la cárcel.
-El
segundo- corrigió Rose- nuestros padres lo dijeron, pero Sirius es el único del
que supieron que escapo.
-Sí,
bueno, estás en lo correcto, pero aun así, no es lógico que se escondiera como rata tanto tiempo por
miedo a Sirius, no podía saber que conseguiría escapar.
-Impresionante
joven Malfoy- dijo Fred.
-¿Qué
cosa?
-Que
usaras la palara “inverosímil”- respondió George.
-Eso es
por Rose- exclamo James “S”- no se puede estar de novio con ella sin que se le
pegue algo de su vocabulario- tanto Rose como Scorpius miraron con rabia al
sonriente azabache, les hubiera gustado reclamarle sus palabras pero Marlene se
adelantó continuando con la lectura.
—¿Sabías que Sirius se escaparía de Azkabán cuando nadie lo había
conseguido hasta ahora? —preguntó Lupin, frunciendo el entrecejo.
—¡Tiene poderes oscuros con los que los demás sólo podemos soñar!
—chilló Pettigrew con voz aguda—. ¿Cómo, si no, iba a salir de allí? Supongo
que El Que No Debe Nombrarse le enseñó algunos trucos.
-Sería
bueno saber cómo consiguió escapar- comento Alastor.
-No
querrás cerrarme la única vía de escape o si- le interrogo Sirius.
-La
mayoría de los que caen en Azkabán no inocentes, prefiero estar preparado si alguno
de ellos intenta duplicar tu hazaña- se justificó.
Black comenzó a sacudirse con una risa triste y horrible que llenó la
habitación.
—¿Que Vol…
-Perdón-
se disculpó Marlene por detener su lectura- es que aún se me complica decir su
nombre.
-No debería
preocuparse señorita McKinnon- aseguro Dumbledore- no hay necesidad de temer a
su nombre…
-Lo se
profesor- le interrumpió ella- pero un así me es un poco complicado.
—¿Qué Voldemort me enseñó trucos? —dijo y Peter Pettigrew retrocedió
como si Black acabara de blandir un látigo en su dirección
Algo que
incluso seguía ocurriendo en la gran mayoría de los presentes que escuchaban la
historia.
—. ¿Qué te ocurre? ¿Te asustas al oír el nombre de tu antiguo amo?
—Preguntó Black—. No te culpo, Peter. Sus secuaces no están muy contentos de
ti, ¿verdad?
—No sé... qué quieres decir, Sirius —murmuró Pettigrew, respirando más
aprisa aún. Todo su rostro brillaba de sudor.
—No te has estado ocultando durante doce años de mí —dijo Black—. Te
has estado ocultando de los viejos seguidores de Voldemort. En Azkabán oí
cosas. Todos piensan que si no estás muerto, deberías aclararles algunas dudas.
Les he oído gritar en sueños todo tipo de cosas. Cosas como que el traidor les
había traicionado. Voldemort acudió a la casa de los Potter por indicación tuya
y allí conoció la derrota. Y no todos los seguidores de Voldemort han terminado
en Azkabán, ¿verdad? Aún quedan muchos libres, esperando su oportunidad,
fingiendo arrepentimiento... Si supieran que sigues vivo...
-Sería
lógico pensar que les gustaría tomar venganza- razono Alice.
-Podría
ser- hablo Draco- aunque de los que tendría que temer seria de los que están en
Azkabán, ya saben, los que le eran más fieles.
-Ósea que
tu padre no hubiera ido tras de Pettigrew- le interrogo Alice.
-No si no
le era conveniente supongo.
-Tendría
sentido, el negó a su maestro por salvar su pellejo y no se pondría en riesgo a
menos que recibiera algo a cambio- comento Frank- además no creo que los
seguidores más fieles y el mismo Voldemort se alegraran de verlo a él o a los
demás, serian casi como traidores.
—No entiendo de qué hablas... —dijo de nuevo Pettigrew, con voz más
chillona que nunca. Se secó la cara con la manga y miró a Lupin—. No creerás
nada de eso, de esa locura...
—Tengo que admitir; Peter, que me cuesta comprender por qué un hombre
inocente se pasa doce años convertido en rata —dijo Lupin impasible.
-Doce
años- Repitió Remus- Trelawney…
-¿Qué
pasa Remus?- le pregunto Dora por su murmuración.
-He no
nada.
-Vamos lunático
habla- le apremio Sirius
-Solo
recordé la profecía de Trelawney- respondió el castaño- “Su vasallo ha estado encadenado doce años” – recito- pensaba que
era posible que se refería a Peter.- casi todos habían olvidado ya la profecía,
pero ahora la tención creció un poco más, ya el resto de la predicción hablaba
de su escape y del regreso del señor tenebroso.
—¡Inocente, pero asustado! —chilló Pettigrew—. Si los seguidores de
Voldemort me persiguen es porque yo metí en Azkaban a uno de sus mejores hombres:
el espía Sirius Black.
-Si
comparamos las historias, la versión de Sirius tendría un poco de más sentido-
comento Frank.
-Pero aún
falta aclarar algunos puntos de la historia- agregó Ted.
El rostro de Black se contorsionó.
—¿Cómo te atreves? —Gruñó, y su voz se asemejó de repente a la del
perro enorme que había sido—. ¿Yo, espía de Voldemort? ¿Cuándo he husmeado yo a
los que eran más fuertes y poderosos? Pero tú, Peter... no entiendo cómo no
comprendí desde el primer momento que eras tú el espía. Siempre te gustó tener
amigos corpulentos para que te protegieran, ¿verdad? Ese papel lo hicimos
nosotros: Remus y yo... y James...
Sin duda
los tres menciones se molestaron porque era verdad, tantas veces que velaron
por él y lo ayudaron, para que al final no les supiera corresponder, y por la
parte de Sirius y Remus se sentina además, un poco culpables, el primero por
haberle confiado algo tan importante (como lo había hecho su yo el libro) y el
segundo porque gracias él Pettigrew se
unió al grupo para empezar.
Pettigrew volvió a secarse el rostro; le faltaba el aire.
—¿Yo, espía...? Estás loco. No sé cómo puedes decir...
—Lily y James te nombraron
guardián secreto sólo porque yo se lo recomendé—susurró Black con tanto odio
que Pettigrew retrocedió—. Pensé que era una idea perfecta... una trampa.
Voldemort iría tras de mí, nunca pensaría que los Potter utilizarían a alguien
débil y mediocre como tú... Sin duda fue el mejor momento de tu miserable vida,
cuando le dijiste a Voldemort que podías entregarle a los Potter.
Pettigrew murmuraba cosas, aturdido. Harry captó palabras como
«inverosímil» y «locura», pero no podía dejar de fijarse sobre todo en el color
ceniciento de la cara de Pettigrew y en la forma en que seguía mirando las
ventanas y la puerta.
-No
importa lo que diga, su actitud cada vez es más sospechosa- aseguro Alastor-
por lo menos no perdiste detalle de su actitud.
—¿Profesor Lupin? —dijo Hermione, tímidamente—. ¿Puedo decir algo?
—Por supuesto, Hermione —dijo Lupin cortésmente.
—Pues bien, Scabbers..., quiero decir este... este hombre... ha estado
durmiendo en el dormitorio de Harry durante tres años. Si trabaja para Quien
Usted Sabe, ¿cómo es que nunca ha intentado hacerle daño?
-Una
pregunta muy válida- comento Rose.
-Debe ser
algo parecido a lo que dijo Draco- agregó Teddy- no ganaría nada si lastimaba a
Harry y más un, se descubriría que estaba vivo.
-Perdería
mucho si se descubría en esos años- apoyo Dora.
—Eso es —dijo Pettigrew con voz aguda, señalando a Hermione con la mano
lisiada—. Gracias. ¿Lo ves, Remus? ¡Nunca le he hecho a Harry el más leve daño!
¿Por qué no se lo he hecho?
—Yo te diré por qué —dijo Black—. Porque no harías nada por nadie si
no te reporta un beneficio. Voldemort lleva doce años escondido, dicen que está
medio muerto. Tú no cometerías un asesinato delante de Albus Dumbledore por
servir a una piltrafa de brujo que ha perdido todo su poder; ¿a qué no?
Tendrías que estar seguro de que es el más fuerte en el juego antes de volver a
ponerte de su parte.
-De otra
forma hubiera terminado en Azkabán con los seguidores que lo quieren muerto-
resalto Arthur.
-Habría
perdido todo, si quería librarse tenía que estar seguro de que alguien más
fuerte lo cuidaría- agrego Ted
¿Para qué, si no, te alojaste en una familia de magos? Para poder
estar informado, ¿verdad, Peter? Sólo por si tu viejo protector recuperaba las
fuerzas y volvía a ser conveniente estar con él.
Pettigrew abrió y cerró la boca varias veces. Se había quedado sin
habla.
-Parece
que acertó- aseguro Frank- aun si tienen que conseguir que lo diga el mismo
para que no quede l menor duda.
—Eh... ¿Señor Black... Sirius? —preguntó tímidamente Hermione. A Black
le sorprendió que lo interpelaran de esta manera, y miró a Hermione fijamente,
como si nadie se hubiera dirigido a él con tal respeto en los últimos años
-No creo
que alguien me haya hablado con respeto- comento Sirius- me hablan como amigo,
hermano, como un compañero, como a un
amante…
-Y
también como a un parasito- agrego Marlene con un poco de molestia (y algo de
celos).
-Sabes
que bien que no les gusta que hablemos de nuestras andanzas canuto- le recalco
James refiriéndose a Lily y Marlene, cualquier mención de su vida como
mujeriegos era severamente reprimido por ellas.
-Sí, lo
sé, se me escapo- aseguro Sirius.
—. Si no le importa que le pregunte, ¿cómo escapó usted de Azkabán? Si
no empleó magia negra...
—¡Gracias! —Dijo Pettigrew, asintiendo con la cabeza—. ¡Exacto! ¡Eso
es precisamente lo que yo...!
Pero Lupin lo silenció con una mirada.
-Más le
vale que no hable más de lo necesario- comento Teddy.
Black fruncía ligeramente el entrecejo con los ojos puestos en
Hermione, pero no como si estuviera enfadado con ella: más bien parecía meditar
la respuesta.
-Por fin usara esa cabeza hueca suya- comento Andrómeda. recibiendo
una mirada un poco ofendida de su primo.
—No sé cómo lo hice —respondió—. Creo que la única razón por la que
nunca perdí la cabeza es que sabía que era inocente. No era un pensamiento
agradable, así que los dementores no me lo podían absorber... Gracias a eso
conservé la cordura y no olvidé quién era... Gracias a eso conservé mis
poderes... así que cuando ya no pude aguantar más me convertí en perro. Los
dementores son ciegos, como sabéis. —Tragó saliva
Al igual
que Lily “L” que se perturbaba cada vez que mencionaban a esas malditas
criaturas.
—. Se dirigen hacia la gente porque perciben sus emociones... Al
convertirme en perro, notaron que mis sentimientos eran menos humanos, menos
complejos, pero pensaron, claro, que estaba perdiendo la cabeza, como todo el
mundo, así que no se preocuparon.
-Entonces
eso fue lo que te yudo a escapar, tu forma animaga- pregunto Fabián.
-Pero aun
podían sentirlo, los de menos aún podrían atacarlo no- agrego Gideon.
-Las
victimas principales de los dementores son los humanos- comento Dumbledore- no
creo que una forma animaga sea una gran defensa en su contra ellos, pero sin
duda sería más difícil detectarlo.
Pero yo me encontraba débil, muy débil, y no tenía esperanza de
alejarlos sin una varita. Entonces vi a Peter en aquella foto... comprendí que
estaba en Hogwarts, con Harry... en una situación perfecta para actuar si oía
decir que el Señor de las Tinieblas recuperaba fuerzas... —Pettigrew negó con
la cabeza y movió la boca sin emitir sonido alguno, mirando a Black como
hipnotizado—... Estaba dispuesto a hacerlo en cuanto estuviera seguro de sus
aliados..., estaba dispuesto a entregarles al último de los Potter. Si les
entregaba a Harry, ¿quién se atrevería a pensar que había traicionado a lord
Voldemort? Lo recibirían con honores...
-Sin duda
sería una situación que le beneficiaria enormemente- apoyo Alice.
—Así que ya veis, tenía que hacer algo. Yo era el único que sabía que
Peter estaba vivo...
-Gracias
canuto- expreso James- debiste pasar por muchas cosas para tratar de proteger a
nuestro hijo.
-Es lo
mínimo que podía hacer- acepto el oji gris- ya que no pude hacer nada por
protegerlos a ustedes- y después agregó viendo hacia a Lily- entonces no fui
tan mal elección de padrino verdad.
-Eso aún
está por verse- le respondió la pelirroja siguiéndole el juego.
Harry recordó lo que el padre de Ron le había dicho a su esposa: «Los
guardianes dicen que hacía tiempo que Black hablaba en sueños. Siempre decía
las mismas palabras: “Está en Hogwarts.”»
-Parece
que todo va cuadrando con la historia- comento Victorie- esperemos que con eso
puedan convencer a Harry.
-Lo
conseguirán- le seguro Bill, de otra forma en el futuro no se llevarían tan
bien como lo hacían.
—Era como si alguien hubiera prendido una llama en mi cabeza, y los
dementores no podían apagarla. No era un pensamiento agradable..., era una
obsesión... pero me daba fuerzas, me aclaraba la mente.
-Eso,
suena interesante- comento Scorpius- pero entonces, puede haber alguien más que
no se viera afectado por los dementores.
-Puede
que mi queridísima prima entra en esa categoría- respondió Sirius, pero fueron
pocos que supieron de quien hablaba en específico.
Por eso, una noche, cuando abrieron la puerta para dejarme la comida,
salí entre ellos, en forma de perro. Les resulta tan difícil percibir las
emociones animales que se confundieron. Estaba delgado, muy delgado... Lo
bastante delgado para pasar a través de los barrotes.
-Al menos
de algo sirvió perder mi espectacular figura- comento Sirius.
-Arrogante-
exclamo Marlene.
-¿Cuál es
el problema?, tu deberías ser la principal interesada en que no pierda mi
figura, no me digas que no la disfrutas en las noches…
-¡Cierra
la boca!- le silencio toda roja la mujer, mientras que un buen número de los
presentes vieron con curiosidad esa interacción de palabras- deja de decir
cosas tan confusas- agrego antes de esconder el rostro en el libro y continuar
leyendo.
Nadé como un perro. Viajé hacia el norte y me metí en Hogwarts con la
forma de perro... He vivido en el bosque desde entonces... menos cuando iba a
ver el partido de quidditch, claro... Vuelas tan bien como tu padre, Harry...
—Miró al muchacho, que esta vez no apartó la vista—. Créeme —añadió Black—.
Créeme. Nunca traicioné a James y a Lily. Antes habría muerto.
Y Harry lo creyó. Asintió con la cabeza, con un nudo en la garganta.
-¡¡¡Por
fin!!!- grito con júbilo James (y varios de los que leen el fic también,
supongo), al final toda la verdad había sido dicha, solo esperaba que
consiguieran convencer a su hijo.
—¡No!
Pettigrew se había arrodillado, como si el gesto de asentimiento de
Harry hubiera sido su propia sentencia de muerte. Fue arrastrándose de
rodillas, humillándose, con las manos unidas en actitud de rezo.
—Sirius, soy yo, soy Peter... tu amigo. No..., tú no...
Black amagó un puntapié y Pettigrew retrocedió.
—Ya hay bastante suciedad en mi túnica sin que tú la toques.
—¡Remus! —chilló Pettigrew volviéndose hacia Lupin, retorciéndose ante
él, implorante—. Tú no lo crees. ¿No te habría contado Sirius que habían
cambiado el plan?
—No si creía que el espía era yo, Peter —dijo Lupin—. Supongo que por
eso no me lo contaste, Sirius —dijo Lupin despreocupadamente, mirándolo por
encima de Pettigrew.
-¡Oh por
todos los cielos!- exclamo James- Sirius desconfiando de Remus y Remus creyendo
culpable a Sirius, ¿cómo fue que terminaron así?- les pregunto sus amigos que no sabían nada.
-Nosotros
abemos algo- hablo Harry- en esa época Voldemort estaba haciendo muchas
promesas a hombres lobo, para que se unieran a su causa-comenzó- y Remus pues,
estaba un poco alejado del grupo y Sirius creyó que se sintió tentado.
-Creo que
tendría cierta lógica- exclamo Lily después de un rato
-Yo no lo
creo- le contradijo Teddy- sin importar las promesas que hiciera, no creo que
Remus haya sido tan tonto como para creer que cuando el idiota que buscaba la
perfección, aceptara a los licántropos como iguales cuando ganara- varios le
concedieron la razón.
-No tuvo
que ver con esas promesas, pero aun así estaba alejado, pero no se él porque.
-Me
apuesto que fue por su estúpida inseguridad de siempre- aseguro Sirius con
rencor.
-O tal
vez fue por misiones de la orden- propuso Frank
-Pero
entonces nosotros lo sabríamos- aseguro James
-No si su
misión era infiltrarse con los licántropos
-¡¿Qué?!
-Si
Voldemort reclutaba hombres lobo no sería descabellado que la orden tuviera a
alguien adentro de las mandas como espía, y bueno, Remus es el único que podría
haberlo- se explicó esperando los gritos de sus amigos.
-Pero eso
es muy riesgoso- exclamo Dora ante la aprobación de James y Sirius- podrían
atacarlo, lastimarlo o… o algo peor.
- Justamente
por eso lo mantendría en secreto- intervino Remus- porque estos dos pensarían
lo mismo que tú y tratarían de intervenir, y sinceramente, la misión sería más
importante que…
-¡¿Más
importante que qué?! ¡Más importante que tu seguridad!- le rebatió la
metamorfomaga que en ese momento era pelirroja.
-Debería
de ser algo importante, como auror que quieres ser debes comprenderlo- se
defendió el castaño.
-Si pero,
tú no eres auror
-Pero
tiene muchas cualidades para serlo- intervino Alastor provocando una mirada
molesta de la metamorfomaga, le estaban cortando los argumentos de raíz.
-Bueno,
no hay porque preocuparnos de eso ahora, Marlene- le hablo a la chica para que
siguiera leyendo, al fin y al cabo, una discusión con ella levaría mucho
tiempo.
—Perdóname, Remus —dijo Black.
—No hay por qué, Canuto, viejo amigo —respondió Lupin, subiéndose las
mangas—. Y a cambio, ¿querrás perdonar que yo te creyera culpable?
—Por supuesto —respondió Black, y un asomo de sonrisa apareció en su
demacrado rostro.
-Beso,
beso- cantaron los dos pares de gemelos provocando varias risas y un par de
miradas severas de los aludidos, aunque si hay que decir algo, eso logro que
Dora se relajara un poco
También empezó a remangarse—. ¿Lo matamos juntos?
-Sigues
con eso- le reprimió Marlene viendo con sorpresa y molestia al joven que se
encogió de hombros.
—Creo que será lo mejor —dijo Lupin con tristeza.
-
-¡¿Que, tú
también Remus?!- exclamo Lily sorprendida- se supone que eres al ms coherente
de los tres- pero el castaño no sabía que decir, ni siquiera entendía el actuar
de su yo futuro. Mientras que los demás pudieron ver un poco del lado oscuro
del oji miel.
—No lo haréis, no seréis capaces... —dijo Pettigrew. Y se volvió hacia
Ron, arrastrándose—. Ron, ¿no he sido un buen amigo?, ¿una buena mascota? No
dejes que me maten, Ron. Estás de mi lado, ¿a que sí?
Pero Ron miraba a Pettigrew con repugnancia.
-Lo
quería como su rata, pero al saber lo que es ya no tendrá su protección en lo
más mínimo- comento Fred.
-Es
increíble que por ese se estuviera peleando con Hermione casi todo el año-
agrego George.
-Gracias
por recordármelo- ironizo Ron bajando la vista mientras la castaña lo abrazaba
por los hombros.
—¡Te dejé dormir en mi cama! —dijo.
—Buen muchacho... buen amo... —Pettigrew siguió arrastrándose hacia
Ron—. No lo consentirás... yo era tu rata... fui una buena mascota...
—Si eras mejor como rata que como hombre, no tienes mucho de lo que
alardear —dijo Black con voz ronca.
-Por lo
que hemos leido no hacia absolutamente nada como rata, era inútil- comento
Gideon.
-Como
persona debió de ser igual- termino Fabián.
Ron, palideciendo aún más a causa del dolor; alejó su pierna rota de
Pettigrew. Pettigrew giró sobre sus rodillas, se echó hacia delante y asió el
borde de la túnica de Hermione.
-No
tendrá ayuda de nadie ahí- aseguro Alice- en verdad que es algo lamentable.
—Dulce criatura... inteligente muchacha... no lo consentirás...
ayúdame...
Hermione tiró de la túnica para soltarla de la presa de Pettigrew y
retrocedió horrorizada.
Pettigrew temblaba sin control y volvió lentamente la cabeza hacia
Harry
-¡¡Maldito
cobarde hipócrita!!- escupió James- después de todo lo que hizo y aun así…- no
pudo terminar la oración, esta vez Lily no trato de reprimirlo.
—Harry, Harry.. Qué parecido eres a tu padre... igual que él...
—¿CÓMO TE ATREVES A HABLAR A HARRY? —Bramó Black—. ¿CÓMO TE ATREVES A
MIRARLO A LA CARA? ¿CÓMO TE ATREVES A MENCIONAR A JAMES DELANTE DE ÉL?
Más de
alguno sintió algo de empatía con Sirius.
—Harry —susurró Pettigrew, arrastrándose hacia él con las manos
extendidas—, Harry, James no habría consentido que me mataran... James habría
comprendido, Harry... Habría sido clemente conmigo...
James
continuaba sintiendo el odio hervir dentro de él, pero había una cosa que era
cierto, el no dejaría que sus amigos lo mataran, pero no por él, sino por
ellos, no quería que sus amigos, sus verdaderos amigos, cayeran hasta ese
nivel, en su tiempo podría evitarlo, pero en ese momento en el libro no podría
hacer nada, sentía impotencia.
Tanto Black como Lupin se dirigieron hacia él con paso firme, lo
cogieron por los hombros y lo tiraron de espaldas al suelo. Allí quedó,
temblando de terror; mirándolos fijamente.
—Vendiste a Lily y a James a lord Voldemort —dijo Black, que también
temblaba—. ¿Lo niegas?
Pettigrew rompió a llorar. Era lamentable verlo: parecía un niño grande
y calvo que se encogía de miedo en el suelo.
—Sirius, Sirius, ¿qué otra cosa podía hacer? El Señor de las
Tinieblas... no tienes ni idea... Tiene armas que no podéis imaginar... Estaba
aterrado, Sirius.
-Una confesión
al fin- exclamo Alastor con media sonrisa.
Por otro
lado, varios de los presentes oían eso sintiendo una punzada en su interior,
ellos nunca habían dicho palabras como esas, pero, ¿no era exactamente como se
sentían?, ¿no pensaban acaso salir del país en cuanto terminen el colegio o
esconderse en algún lugar y esperar a que nada les pase?.
Yo nunca fui valiente como tú, como Remus y como James. Nunca quise
que sucediera... El Que No Debe Nombrarse me obligó.
-Si
claro- dijo Sirius- y vera lo que le remos cuando regresemos.
-Sirius,
el todavía no ha hecho nada
-Y me
asegurare que no lo haga- aseguro con rabia
-No le daremos
la oportunidad- secundo James para sorpresa de Lily- pero no le aremos nada.
-Pero…
-¡Nada
Sirius!- de detuvo- Lily tiene razón, él aún no ha hecho nada, pero ya sabemos
que no es confiable, si quiere protección se la daremos, pero no se unirá a la
orden del fénix, lo mantendremos alejado de nosotros pero no dejaremos de
vigilarlo, eso deber bastar.
-Y si no.
-Entones
lo sacaremos del país con su familia, le diremos que por su seguridad, cundo
termine la guerra podrá volver.
-Vamos
James, ¿cómo podríamos verlo como nuestro amigo después de saber de lo que
sería capaz?, el merece ser castigado
-¡Tu no
quieres un castigo, quieres verlo muerto!- le recalco James- no ensuciare mis
manos y tampoco permitiré que las suyas se manchen con sangre inútilmente- le
dijo con firmeza, una que no siempre se veía y que no convenía desafiar, Lily
ya más tranquila con lo oído, recargo la cabeza sobre hombre de su novio
sintiendo a la vez orgullo por su resolución.
—¡NO MIENTAS! —BRAMÓ BLACK—. ¡LE HABÍAS ESTADO PASANDO INFORMACIÓN DURANTE
UN AÑO ANTES DE LA MUERTE DE LILY Y DE JAMES! ¡ERAS SU ESPÍA!
—¡Estaba tomando el poder en todas partes! —dijo Pettigrew
entrecortadamente—. ¿Qué se ganaba enfrentándose a él?
—¿Qué se ganaba enfrentándose al brujo más malvado de la Historia?
—preguntó Black, furioso—. ¡Sólo vidas inocentes, Peter!
Otro
golpe para aquellos que rehuían a unirse a la guerra, se estaban identificando
con Pettigrew, ciertamente no les gustaría ponerse en peligro pelando contra el
señor tenebroso, pero en verdad, estarían más seguros escondiéndose como el
cobarde de Peter por doce años.
—¡No lo comprendes! —Gimió Pettigrew—. Me habría matado, Sirius.
—¡ENTONCES DEBERÍAS HABER MUERTO! —Bramó Black—. ¡MEJOR MORIR QUE
TRAICIONAR A TUS AMIGOS! ¡TODOS HABRÍAMOS PREFERIDO LA MUERTE A TRAICIONARTE A
TI!
Incluso
Severus debía aceptar que era cierto, su odio siempre estuvo dirigida a James,
Sirius y Remus, nunca se enfocó mucho en Peter, pero por más que odiara a los
tres primeros, debía admitir que ellos harían cualquier cosa para proteger a
Lily, mientras que el ultimo la entrego a la primera oportunidad, eso no
cambiaba mucho lo que sentía por esos tres, pero tampoco pasaría desapercibido.
Black y Lupin se mantenían uno al lado del otro, con las varitas
levantadas.
—Tendrías que haberte dado cuenta —dijo Lupin en voz baja— de que si
Voldemort no te mataba lo haríamos nosotros. Adiós, Peter.
-¡Esto no
está bien!- exclamo Dora preocupada- Sirius no es un asesino, y tú eres un
lindo lobito- agrego abrazando al castaño y apoyando la cabeza sobre su pecho-
no pueden hacer eso.
Nuevamente
Dora parecía decir lo primero que llegaba a su mene sin preocuparse, pero Remus
fue muy consciente de lo que decía por lo que se sonrojo notablemente, de no
haber estado en ese situación sin duda sus queridos amigos comenzarían una
catarata de burlas al respecto.
Hermione se cubrió el rostro con las manos y se volvió hacia la pared.
—¡No! —gritó Harry Se adelantó corriendo y se puso entre Pettigrew y
las varitas—. ¡No podéis matarlo! —Dijo sin aliento—. No podéis.
Tanto Black como Lupin se quedaron de piedra.
Igual que
muchos de los presentes, hace poco había estado así dispuesto a matar a Sirius,
y ahora defendía al que verdaderamente provocó la muerte de sus padres, sin
embargo, después de la impresión inicial, varios de los chicos del futuro
comprendieron que era justo lo que el Harry Potter que conocían aria.
—Harry, esta alimaña es la causa de que no tengas padres —gruñó
Black—. Este ser repugnante te habría visto morir a ti también sin mover ni un
dedo. Ya lo has oído. Su propia piel maloliente significaba más para él que
toda tu familia.
—Lo sé —jadeó Harry—. Lo llevaremos al castillo. Lo entregaremos a los
dementores. Puede ir a Azkabán. Pero no lo matéis.
-Nunca lo
hizo- comento Ron por lo bajo- pero me atrevería a decir que tuvo un final
adecuado- agrego solo para Hermione.
—¡Harry! —Exclamó Pettigrew entrecortadamente, y rodeó las rodillas de
Harry con los brazos—. Tú... gracias. Es más de lo que merezco. Gracias.
—Suéltame —dijo Harry, apartando las manos de Pettigrew con asco—. No
lo hago por ti. Lo hago porque creo que mi padre no habría deseado que sus
mejores amigos se convirtieran en asesinos por culpa tuya.
-Tienes
toda la razón- aseguro James- gracias por mantener a este par de idiotas raya- agrego viendo a su hijo con orgullo.
-Gracias-
le respondió, ya Dumbledore se lo había dicho, pero que su propio padre
confirmara que en verdad hizo lo correcto en esa ocasión.
Nadie se movió ni dijo nada, salvo Pettigrew, que jadeaba con la mano
crispada en el pecho. Black y Lupin se miraron. Y bajaron las varitas a la vez.
—Tú eres la única persona que tiene derecho a decidir; Harry —dijo
Black—. Pero piensa, piensa en lo que hizo.
—Que vaya a Azkabán —repitió Harry—. Si alguien merece ese lugar; es
él.
-Y
deberían de tenerlo muy vigilado- aseguro Alastor- no queremos que esa rata
logre escapar como lo hizo Sirius.
-Pettigrew
no parece tener tanta habilidad, aun así, si lo consigue sería más fácil huir,
una rata es más pequeña que un perro- agrego Frank.
Pettigrew seguía jadeante detrás de él.
—De acuerdo —dijo Lupin—. Hazte a un lado, Harry—Harry dudó—. Voy a
atarlo —añadió Lupin—. Nada más, te lo juro.
-Por lo
menos recobraste la cordura- comento Dora que se mantenía sobre el licántropo.
Harry se quitó de en medio. Esta vez fue de la varita de Lupin de la
que salieron disparadas las cuerdas, y al cabo de un instante Pettigrew se
retorcía en el suelo, atado y amordazado.
—Pero si te transformas, Peter —gruñó Black, apuntando a Pettigrew con
su varita—, te mataremos. ¿Estás de acuerdo, Harry?
Harry bajó la vista para observar la lastimosa figura, y asintió de
forma que lo viera Pettigrew.
-Me
recuerda a ti- comento James a su novia- cuantas veces no me lanzaste una
mirada con la que lograbas controlarme.
-Todas
las que fueron necesarias- dijo Lily- y lo volveré a hacer siempre que se
requiera- agrego con media sonrisa ganándose un beso en los labios de su novio.
—De acuerdo —dijo de repente Lupin, como cerrando un trato—. Ron, no
sé arreglar huesos como la señora Pomfrey pero creo que lo mejor será que te
entablillemos la pierna hasta que te podamos dejar en la enfermería.
Se acercó a Ron aprisa, se inclinó, le golpeó en la pierna con la
varita y murmuró:
—¡Férula!
-Ese es
un gran hechizo- comento Sirius.
-Y de
seguro lo aprendieron por necesidad- agrego Marlene.
-Mentiría
si dijera que no- acepto el oji gris- la verdad de entre todas las coas que
aprendimos, nos hubiera venido bien aprender un poco más de medimagia.
-Lo
intentamos- resalto Remus- pero éramos terribles, fue una suerte que la señora
Pomfrey nunca les interrogara de como aparecían sus lesione.
Unas vendas rodearon la pierna de Ron y se la ataron a una tablilla.
Lupin lo ayudó a ponerse en pie. Ron se apoyó con cuidado en la pierna y no
hizo ni un gesto de dolor.
—Mejor —dijo—. Gracias.
—¿Y qué hacemos con el profesor Snape? —preguntó Hermione, en voz
baja, mirando a Snape postrado en el suelo.
-Déjenlo
ahí- propuso Sirius- con una mordaza y algunas cadenas
-¡Black!-
le reclamo de inmediato Severus.
—No le pasa nada grave —explicó Lupin, inclinándose y tomándole el
pulso—. Sólo os pasasteis un poco. Sigue sin conocimiento. Eh... tal vez sea
mejor dejarlo así hasta que hayamos vuelto al castillo.
-No
necesitan un nuevo enfrentamiento- comento james “S”- aunque sería un problema
que llegaran al castillo con un peligroso prófugo.
-Pero
también llevan a alguien que debía estar muerto- intervino Fabián- sin duda
Dumbledore los escuchara.
-Es una
fortuna que sea tan tarde, así podrán evitar toparse con miradas indiscretas-
terminó Gideon.
-Aunque
también se supone que ellos tampoco deberían de estar rondando el castillo-
señalo Rose.
Podemos llevarlo tal como está. —Luego murmuro—: Mobilicorpus.
El cuerpo inconsciente de Snape se incorporó como si tiraran de él
unas cuerdas invisibles atadas a las muñecas, el cuello y las rodillas. La
cabeza le colgaba como a una marioneta grotesca. Estaba levantado unos
centímetros del suelo y los pies le colgaban.
No falta
decir que no fue para nada del agrado de Severus.
Lupin cogió la capa invisible y se la guardó en el bolsillo.
-Cierto
la capa- atajo Albus- Sirius podría ocultarse ah hasta llegar con Dumbledore-
propuso.
El trio
nunca considero esa idea, pero fue más por los hechos que ocurrieron después de
salir de debajo del sauce boxeador que por otra cosa, hasta ese punto todo
parecía que resultaría fácil, pero aparénteme para ellos nada podía ser fácil.
—Dos de nosotros deberían encadenarse a esto —dijo Black, dándole a
Pettigrew un puntapié—, sólo para estar seguros.
—Yo lo haré —se ofreció Lupin.
—Y yo —dijo Ron, con furia y cojeando.
Black hizo aparecer unas esposas macizas. Pettigrew volvió a
encontrarse de pie, con el brazo izquierdo encadenado al derecho de Lupin y el
derecho al izquierdo de Ron. El rostro de Ron expresaba decisión. Se había
tomado la verdadera identidad de Scabbers como un insulto.
Todos los
hermanos Weasley negro levemente con la cabeza, les parecía que eso era algo
clásico en el actuar del menor de ellos.
Crookshanks saltó ágilmente de la cama y se puso el primero, con la
cola alegremente levantada.
-Es el
final- informó Marlene dejando el libro sobre la mesa.
-Por fin
todo se resolvió- suspiro James aliviado.
-Pero aún
faltan tres capítulos por leer, ya vimos como todo puede cambiar de un momento
a otro- comentó Scorpius.
-No nos
fastidies nuestro momento de triunfo rubiecito- le ataco Sirius.
-Bueno,
lo mejor será tomar un descanso para después terminar el libro- hablo esta
Dumbledore.
Todos
comenzaron a levantarse de su asiento, estirarse, a platicar entre ellos, lo
clásico, en esta ocasión, a diferencia de otras veces, Teddy se alejó de la
conversación del grupo, había algo que quería hacer pero sería un poco
problemático si lo supieron, con la mayor discreción posible llamo la atención
de Victorie y de modo silencioso le pidió que hablen un momento solas.
-¡¿Qué
piensas hacer Teddy?!- dijo con innecesaria fuerza James “S”- vas a esconderte
con Victoire en algún lugar o porque tan sospechosos- todas la miradas se
posaron sobre el joven, eso era justo lo que quería evitar.
-¡James
déjalo en paz!- le reclamo Lily “L”- no han podido estar juntos desde que
llegamos se merecen un momento sin que metas tus narices.
-Yo
discrepo- alego Bill mientras que Fleur lo reprimía con la mirada.
-Pero la
pequeña pelirroja Potter tiene razón- apoyo Sirius- se merece un momento a
solas, en una cómoda cama auch… grito
-Sirius,
no molestes mi hijo- le reclamo Dora.
-Pero tal
vez sería bueno que alguien los acompañara par...
-Bill
cagiño, déjalos tganquilos- le reclamo Fleur.
-Si te
pones así por Teddy espera a que Victoire entre a cuarto año- le pico James
“S”- desde ese año comienza a tener una gran cantidad de pretendientes.
-¿Cómo es
eso?- exclamó el pelirrojo.
-No son
tantos como dice-se defendió Victoire- y todo tiene que ver con la sangre Veela
de parte de mamá.
-Lo
compgendo quegida, a mi también me paso lo mismo antes de podeg contgolagme- le
dijo su madre.
-¿Son
parte Veela?- pregunto Sirius- pero entonces Teddy sale contigo por…
-¡Claro
que no!- dijo la joven ofendida- Teddy es de los pocos que no se ve afectado,
estamos juntos por gusto.
-Pero eso
no les da derecho para…
-¡Bueno
ya basta!- exclamo con fuerza Teddy interrumpiendo la frase del mayor de los hermanos
Potter mientras se ponía de pie- sí, voy a invitar a Victorie a salir a
comer sola con migo afuero, ¿tienen
algún problema?.
-Por su
bien digan que no, cuando los Lupin se ponen así son peligrosos ya lo ven- dijo
James aprovechado la oportunidad para meter a Remus.
-Lo
sabemos- aseguro Albus- creo que James tiene una cicatriz de una de esas veces.
-Tú no te
preocupes, solo vallan y disfruten el día- le dijo la pequeña Lily “L”, ella
era la que más apoyaba la relación entre ellos dos.
Ya no
había hecho falta que el metamorfomago dijera algo, en cuanto termino la
conversación Victoire se puso de pie y comenzó
caminar, Teddy la siguió segundos después y ambos salieron del gran
comedor mientas que Fleur reprimía a su esposo para que no fuera de chaperón.