Después de Harry y Neville regresaran de su plática muchos se
preguntaron de que había sido, pero sin darle mayor importancia la comida
avanzo sin mayores contratiempos,
-Tal parece que ya te acostumbraste a cuidarlo- comento Andrómeda
mientras observaba a su hija.
-Sí, ya tengo más practica- acepto Dora- además que este pequeñín es
una dulzura- agrego melosamente.
-Sin duda es toda una monada
-¡Victorie!- reclamo el Teddy adulto mientras se sonrojaba
completamente mientras sus amigos y compañeros reían.
-Me sentiré mal cuando tengamos que regresar- comento dora cuando
dejaron de reír- ustedes volverán al futuro con él y yo tendré que esperar
mucho para volverlo a tener entre mis brazos- más de alguno sintió un poco de
pena por ese hecho.
-Pues no tiene que ser así, lunático te puede ayudar con eso, o no
compañero- intervino Sirius vendo a su amigo con una mirada sugestiva.
-Sirius, por favor- le dijo con advertencia Remus.
-Solo espero que no te moleste tener unos cuantos años mas- continuó
el animago ignorando a Remus y dirigiéndose a Teddy.
-No seas ridículo Sirius- le acuso esta vez Lily- eso que tu planteas
es imposible- aseguro recibiendo una mirada de gratitud del castaño, eso hasta
que ella añadió- de seguro Teddy nacerá en su momento, a lo mucho le podrían
dar un hermano o hermana mayor
-¡Lily!- exclamo Remus.
-O tal vez dos, lunático puede ser muy fogoso cuando se lo propone
-¡James!
-¡Bueno ya es suficiente de burlas!- hablo Dora- creo que ya se han
divertido bastante con el tema no lo creen- dijo en un tono que parecía
molesta- además si pasa algo entre Remus y yo no de incumbencia para nadie más.
Esas últimas palabras produjeron diferentes reacciones, muchos se
quedaron impresionados, otros, además, se pudieron sentir felices, tal parecía
que el amor estaba tomando su curso con ellos, y algunos incluso, soltaron
tremendas carcajadas cuando la sorpresa desapareció.
Por su parte Remus no puso hacer otra cosa más que sonrojarse, decir
algo así enfrente de sus amigos era como darles la razón de todo lo que decían,
y Nymphadora por su parte, no entendía porque lo había dicho, solo fue un
impulso que salió de ella, aunque claro, no podía negar la química que sentía
al estar con él y aun no descartaba la posibilidad d que en verdad fueran
pareja en un futuro, lo único que parcia cierto, era que entre más lo pensaba
menos parecía una mala opción.
-Eso… eso quiere decir- comenzó a hablar Sirius cuando se calmaron las
risas- que ya estuvieron practicando como concebir a Teddy.
-¡No!- respondió de inmediato la pareja.
-No, y entonces que hicieron por ejemplo anoche.
-Yo me fui a dormir- respondió Dora- y Remus se quedó con Teddy
jugando ajedrez.
-En serio y ¿quién gano?- pregunto James.
-Ninguno, terminamos en empate.
-¡¿Qué?!- exclamaron James, Sirius, James “S”, Albus, Victorie y Rose
sorprendidos por la respuesta del joven metamorfomago.
-¿Qué pasa?- pregunto Ted
-Nada, es que lunático nunca pierde en un juego de ajedrez.
-Sí y con Teddy es exactamente igual, bueno, al menos que quiera
perder a propósito.
-Si exacto- aseguraron los dos James.
-Incluso una vez derrotó a McGonagall- agrego Sirius- además claro de
diez estudiantes de Ravenclaw de cursos superiores, ocho de Hufflepuff, seis…
-¿Llevas las cuenta de todos con los que he jugado?- le interrumpo
Remus.
-No de todos, solo aquellos dese que quise ver si había alguien que
pudiera vencerte.
-Eso explica porque Ronnie reta a todo el mundo a jugar a excepción
del profesor Lupin- agrego Fred.
-Tal parece que ni siquiera el piensa que puede derrotarlo- agrego
George.
-Muy bien- intervino Dumbledore- creo que ya hemos descansado lo
suficiente, a quien le gustaría retomar la lectura.
-Yo lo are profesor- se ofreció James “S”.
-Muy bien, pero no sobre esfuerces tu cerebro- se burló Rose mientras
le pasaba el libro.
-No me fastidies- le respondió el chico mientras recibió el libro y se
situaba en el próximo capítulo- ¡o si!- exclamo triunfal al leer el titulo-
adoro cuando suerte está a mi favor- agrego para curiosidad de los presentes-
el capítulo se llama “La final de quidditch”
-¡Si!
-¡Genial!- festejaron James y Sirius al mismo tiempo.
—Me ha enviado esto —dijo Hermione, tendiéndoles la
carta. Harry la cogió. El pergamino estaba húmedo; las gruesas lágrimas habían
emborronado tanto la tinta que la lectura se hacía difícil en muchos lugares.
-Pobre Hagrid, debe de sentirse fatal en ese momento- lo compadeció
Charlie- y todo por ese estúpido rubiecito.
-¡Hey-¡ salto de inmediato Astoria.
-Me refiero al padre- especifico Charlie.
-Aunque todo eso comenzó por mi culpa- acepto Draco a los muchos le
dieron la razón asintiendo.
Querida Hermione:
Hemos perdido. Me permitirán traerlo a Hogwarts, pero van a fijar la
fecha del sacrificio.
A Buckbeak le ha gustado Londres.
Nunca olvidaré toda la ayuda que nos has proporcionado.
Hagrid
—No pueden hacerlo —dijo Harry—. No pueden. Buckbeak
no es peligroso.
-Bueno, no lo es si sabes cómo tratar con él- comento Rose- pero en si
cualquier animal puede ser peligroso.
-Lástima que esos idiotas de la comisión tengan la mente tan cerrada-
agrego Charlie.
—El padre de Malfoy consiguió atemorizar a la
Comisión para que tomaran esta determinación —dijo Hermione secándose los
ojos—. Ya sabéis cómo es. Son unos viejos imbéciles y los asustó. Pero podremos
recurrir. Siempre se puede. Aunque no veo ninguna esperanza... Nada cambiará.
-Me molesta demasiado, pero estoy de acuerdo con ella- exclamo Lily-
no importa cuántas veces traten de apelar, me temo que el resultado será el
mismo.
-Pero debería de haber una forma de salvarlo- comento Sirius.
-No sin ir en contra de la comisión y que no haya forma de culpen a
Hagrid de liberarlo- agrego Remus.
-Pero aun así podría haber una manera, no hay que porque perder la
esperanza- termino Dora.
—Sí, algo cambiará —dijo Ron, decidido—. En esta
ocasión no tendrás que hacer tú sola todo el trabajo. Yo te ayudaré.
-Es noble que lo intentes sobrino, pero sin menospreciarte- comenzó
Fabián.
-Si Hermione no pudo encontrar nada no creo que tú puedas hacer la
diferencia- agrego Gideon.
— ¡Ron!
Hermione le echó los brazos al cuello y rompió a
llorar. Ron, totalmente aterrado, le dio unas palmadas torpes en la cabeza.
Los gemelos Weasley sonrieron divertidos.
Hermione se apartó por fin.
—Ron, de verdad, siento muchísimo lo de Scabbers
—sollozó.
—Bueno, ya era muy viejo —dijo Ron, aliviado de que
ella se hubiera soltado—. Y era algo inútil. Quién sabe, a lo mejor ahora mis
padres me compran una lechuza.
-¡Por fin!- gritaron los bromistas (los de las tres generaciones) y
algunos más de los hermanos Weasley
-Ya era hora que arreglaran lo suyo- agrego Rose con los brazos
cruzados- aunque me pareció que no fue tan emotivo como esperaba.
-En ese momento solo éramos amigos- exclamo Ron- y la vedad me
sorprendí cuando me abrazo.
-El libro más bien describe que estabas aterrado hermanito- le pico
Fred.
Las medidas de seguridad impuestas a los alumnos
después de la segunda intrusión de Black impedían que Harry, Ron y Hermione
visitaran a Hagrid por las tardes. La única posibilidad que tenían de hablar
con él eran las clases de Cuidado de Criaturas Mágicas.
-Al menos pueden aprovechar ese momento para hablar con él- comento
George- con eso que la clase no va muy bien que…
-Muy sensible de tu parte al decir eso George- ironizo angelina
Hagrid parecía conmocionado por el veredicto.
—Todo fue culpa mía. Me quedé petrificado. Estaban
todos allí con sus togas negras, y a mí se me caían continuamente las notas y
se me olvidaron todas las fechas que me habías buscado, Hermione.
El semi gigante bajo la cabeza apesadumbrado, estaba de acuerdo con su
yo del libro, tal vez si pudiera haber permanecido más tranquilo podría haber
defendido mejor a Buckbeak.
-No te sientas mal Hagrid- le dijo afablemente Lily al notar su
decepción- lo del juicio no fue tu culpa.
-Es cierto, además yo sigo diciendo que encontraran alguna forma de
salvar a tu enorme mascota- apoyo James.
-Y por cierto ¿cómo lo consiguieron?- pregunto Draco en un susurro al
trio.
-Ya lo veras- respondió Harry.
Y entonces se levantó Lucius Malfoy, soltó su
discurso y la Comisión hizo exactamente lo que él dijo...
— ¡Todavía podemos apelar! —Dijo Ron con
entusiasmo—. ¡No tires la toalla! ¡Estamos trabajando en ello!
-
Eres muy optimista ron, pero entre ese maldito de Lucius y los idiotas
de la comisión no creo que se consiga algo- exclamo Bill.
Volvían al castillo con el resto de la clase.
Delante podían ver a Malfoy, que iba con Crabbe y Goyle, y miraba hacia atrás
de vez en cuando, riéndose.
—No servirá de mucho, Ron —le dijo Hagrid con
tristeza, al llegar a las escaleras del castillo—. Lucius Malfoy tiene a la
Comisión en el bolsillo. Sólo me aseguraré de que el tiempo que le queda a
Buckbeak sea el más feliz de su vida. Se lo debo...
-Eres muy bueno con el Hagrid- comento Ted.
-Que más podría hacer- agrego Sirius- tal vez podrías llevarle una
linda hipogrifo para que…
-Es en serio Sirius- le interrumpió Marlene.
-¿Qué?, si estuviera sentenciado a muerte sería la mejor forma de pasar
mis últimos días,
-Bueno, pues según el libro no es una sentencia de muerte- intervino
James “S”- pero lo del beso del dementor sería algo como eso no.
-Es cierto, en ese caso Marlene, podrías hacer más llevadero mis
últimos días.
-¿Qué?, en ese tiempo estoy muerta recuerdas
-Pero aquí estas vivas, podríamos empezar…- hizo el intento de
abrazarla por los hombros pero un codazo de parte de ella le advirtió que se
detuviera.
-Ten un poco más de seriedad Black- le reclamo sonrojada- mejor
continúa leyendo- le pidió al joven.
Hagrid dio media vuelta y volvió a la cabaña,
cubriéndose el rostro con el pañuelo.
— ¡Miradlo cómo llora!
Malfoy, Crabbe y Goyle habían estado escuchando en
la puerta.
— ¿Habíais visto alguna vez algo tan patético? —Dijo
Malfoy—. ¡Y pensar que es profesor nuestro!
-Solo te estás buscando problemas al decir eso chico- aseguro Sirius-
no creo que ellos te dejen tranquilo con ese comentario.
Harry y Ron fueron hacia ellos, pero Hermione llegó
antes:
¡PLAF!
Dio a Malfoy una bofetada con todas sus fuerzas.
-Huy, eso si te debió haber dolido- comento Astoria.
-Más de lo que crees- respondió Draco sobándose la mejilla donde lo
había golpeado- si lo hubiera hecho con el puño me pudo haber roto la nariz.
-No dudo que trataría de hacerlo- agrego Rose.
Malfoy se tambaleó. Harry; Ron, Crabbe y Goyle se
quedaron atónitos en el momento en que Hermione volvió a levantar la mano.
— ¡No te atrevas a llamar «patético» a Hagrid, so
puerco... so malvado...!
— ¡Hermione! —dijo Ron con voz débil, intentando
sujetarle la mano.
—Suéltame, Ron.
-Si suéltala, tenemos desde el primer libro esperando que deje de ser
una prefecta perfecta
-¡Sirius!- le reclamaron varias voces.
Hermione sacó la varita. Malfoy se echó hacia atrás.
Crabbe y Goyle lo miraron atónitos, sin saber qué hacer.
—Vámonos —musitó Malfoy. Y en un instante, los tres
desaparecieron por el pasadizo que conducía a las mazmorras.
-Hiciste bien en irte chico, no creo que puedas salir bien librado de
esa- comento Frank.
— ¡Hermione! —dijo Ron de nuevo, atónito por la
sorpresa.
-Y esa fue solo la primer sorpresa del día- comento Ron
— ¡Harry, espero que le ganes en la final de
quidditch! —dijo Hermione chillando—. ¡Espero que ganes, porque si gana
Slytherin no podré soportarlo!
-Pero sin presiones Harry- comento George- no es como si después se
molestara contigo por perder.
-Aunque no sería un giro extraño, todo el libro se han estado peleando
por algo- agrego Fred.
-Sí, muchas gracias por resaltarlo- le recrimino con molestia Ron.
—Hay que ir a Encantamientos —dijo Ron, mirando
todavía a Hermione con los ojos como platos.
Subieron aprisa hacia la clase del profesor
Flitwick.
— ¡Llegáis tarde, muchachos! —Dijo en tono de
censura el profesor Flitwick, cuando Harry abrió la puerta del aula—. ¡Vamos,
rápido, sacad las varitas! Vamos a trabajar con encantamientos estimulantes. Ya
se han colocado todos por parejas.
-Esas clases siempre son divertidas- comento James- la primera vez que
vimos ebrio a lunático.
-No estaba ebrio, fueron ustedes dos que me lanzaron un par
encantamientos al mismo tiempo- se defendió el castaño.
-Lo cual fue divertido- aseguro Sirius- estuviste sonriendo como tonto
y coqueteando con chicas creo que fue ahí donde nació tu club de fans-agrego-
nunca te aviamos visto así de relajado.
-Sería bueno ver eso- comento Dora- no lo del coqueteo, sino lo de
verte relajado.
-No importa que tan molestos estemos- comenzó Fabián.
-Uno siempre sale animado de esa clase- termina Gideon recordando su
propia clase.
Harry y Ron fueron aprisa hasta un pupitre que había
al fondo y abrieron las mochilas. Ron miró a su alrededor.
— ¿Dónde se ha puesto Hermione?
Harry también echó un vistazo. Hermione no había
entrado en el aula, pero Harry sabía que estaba a su lado cuando había abierto
la puerta.
-¡¿Qué?!- exclamaron varios a la vez, como era posible que
desapareciera así de la nada cuando estaban a punto de entrar a la clase.
—Es extraño —dijo Harry mirando a Ron—. Quizás...
quizás haya ido a los lavabos...
Pero Hermione no apareció durante la clase.
-Eso es algo extraño- comento Alice- no es la primera vez que pasa
algo similar.
-Y si no se hubieran peleado de seguro habrían habido más de esas
situaciones sin explicación- aseguro Lily.
-¿Cómo estás tan segura de eso querida?- le pregunto James.
-Es solo una suposición, pero puede ser muy probable que sea cierta-
respondió la pelirroja.
-Tiene algo que ver con su amontonado horario que no haya faltado a
ninguna clase y a la conversación que tuvo con McGonagall al iniciar el año-
expreso Albus ante el asentimiento de Lily.
-Tranquilo hermanito, que no se te sobrecargue el cerebro- se burló
James “S”
-¡Tu cállate y sigue leyendo!- increpo.
—Pues tampoco le habría venido mal a ella un
encantamiento estimulante —comentó Ron, cuando salían del aula para
ir a comer; todos con una dilatada sonrisa. La clase de encantamientos
estimulantes los había dejado muy contentos.
Todos sin excepción sonrieron por ese comentario, aun cuando fuera
redundante decirlo, esa clase sin duda era muy estimulante.
Hermione tampoco apareció por el Gran Comedor
durante el almuerzo.
-Eso ya se está volviendo algo extraño- comento Kingsley- creo que
sería bueno que tuvieran algún método de comunicarse entre ustedes.
-Si, como nuestros espejos verdad cornamenta- comento Sirius.
-Sí, pero se vería extraño que ellos trajeran espejos consigo todo el
tiempo- agrego James.
-¿Espejos?- repitieron algunos sin poder comprenderlo, y en el caso de
los chicos Potter de la tercera generación se preguntaban si tendría algo que
ver con el espejo y el trozo de espejo que su padre guardaba en su estudio.
-Son un método que Sirius y yo usamos para comunicarnos, pero luego
les cuento- explico James.
-Además que saldrá algo de ellos en los libros- agrego Ron
recordándolo. para sorpresa del par de amigos.
Cuando terminaron el pastel de manzana, el efecto de
los encantamientos estimulantes se estaba perdiendo, y Harry y Ron empezaban a
preocuparse.
— ¿No le habrá hecho nada Malfoy? —comentó Ron mientras
subían aprisa las escaleras hacia la torre de Gryffindor.
Las miradas se dirigieron al rubio.
-He de admitir que si quisimos hacer algo, pero solo quedo en eso,
nuca pusimos en práctica nada- acepto Draco.
Pasaron entre los troles de seguridad, le dieron la
contraseña («Pitapatafrita») a la señora gorda y entraron por el agujero del
retrato para acceder a la sala común.
Hermione estaba sentada a una mesa, profundamente
dormida, con la cabeza apoyada en un libro abierto de Aritmancia. Fueron a
sentarse uno a cada lado de ella.
-Hay mamá- comento Rose compadeciéndola- en verdad tienes más trabajo
del puedes manejar.
Harry le dio con el codo para que despertara.
— ¿Qué... qué? —preguntó Hermione, despertando
sobresaltada y mirando alrededor con los ojos muy abiertos—. ¿Es hora de
marcharse? ¿Qué clase tenemos ahora?
—Adivinación, pero no es hasta dentro de veinte
minutos —dijo Harry
-Mejor debieron dejarla dormir hasta que tuvieran que irse a la clase-
comento Hugo que también se sentía mal por su mamá
-No creo que eso haya sido bueno- comento Victorie- como es, de seguro
querrá ir a ver al profesor antes de ir a adivinación- se explicó la chica
mientras que Hermione asentía.
-¿Ustedes se conocen bien?- pregunto Fleur
-Algo así, hemos pasado mucho tiempo juntos.
-Lógico, casi todos ustedes son primos hermanos tíos o padrinos-
comento Sirius- el único que se saldría de la familia seria Scorpius, al menos
hasta que se case con Rose
-¡¡Que tú también!!- le reclamo el joven ante la declaración de Sirius
mientas Ron y Draco hacían muchas demostrando su desaprobación a dicha idea.
—. Hermione, ¿por qué no has estado en
Encantamientos?
— ¿Qué? ¡Oh, no! —Chilló Hermione—. ¡Se me olvidó!
-¡¿Qué?!- volvieron a exclamar- pero si ibas detrás de ellos en la
clase, como se te pudo haber olvidado- continuo un chico de Hufflepuff.
Por su parte Lily veía que su suposición se confirmaba cada vez más,
ella sabía por experiencia lo difícil que era manejar ese artefacto que de
seguro tenia, no solo por las precauciones que se deben tener, sino también
para manejar adecuadamente el tiempo para no levantar sospechas.
—Pero ¿cómo se te pudo olvidar? —Le preguntó Harry—.
¡Llegaste con nosotros a la puerta del aula!
Varios asintieron en aprobación, era frustrante no poder saber lo que
ocurría.
— ¡Imposible! —Aulló Hermione—. ¿Se enfadó el
profesor Flitwick? Fue Malfoy. Estaba pensando en él y perdí la noción de las
cosas.
-Fue más que eso, debe de estar muy cansada con tantas cosas que tiene
que hacer- aseguro Marlene.
— ¿Sabes una cosa, Hermione? —Le dijo Ron, mirando
el libro de Aritmancia que Hermione había empleado como almohada—. Creo que
estás a punto de estallar. Tratas de abarcar demasiado.
-Sería lo mejor, pero dudo que ella acepte eso nuevamente- comento Andrómeda-
seguirá con el mismo horario hasta que no pueda mas.
-O hasta que termine el curso, lo que ocurra primero- agrego Ted.
—No, no es verdad —dijo Hermione, apartándose el
pelo de los ojos y mirando alrededor, buscando la mochila infructuosamente—. Me
he despistado, eso es todo. Lo mejor será que vaya a ver al profesor Flitwick y
me disculpe. ¡Os veré en Adivinación!
La joven Victorie sonrió con alegría, eso era justamente lo que había
supuesto que haría, todos sabían lo responsable que era esa chica.
Se reunió con ellos veinte minutos más tarde,
todavía confusa, a los pies de la escalera que llevaba a la clase de la
profesora Trelawney.
— ¡Aún no me puedo creer que me perdiera la clase de
encantamientos estimulantes! ¡Y apuesto a que nos sale en el examen! ¡El
profesor Flitwick me ha insinuado que puede salir!
-Es lo más probable- comento Lily- al menos en nuestra época si fue
una de las pruebas para el examen de encantamientos.
Subieron juntos y entraron en la oscura y sofocante
sala de la torre. En cada mesa había una brillante bola de cristal llena de
neblina nacarada. Harry, Ron y Hermione se sentaron juntos a la misma mesa
destartalada.
—Creía que no veríamos las bolas de cristal hasta el
próximo trimestre —susurró Ron, echando a su alrededor una mirada, por si la
profesora Trelawney estaba cerca.
—No te quejes, esto quiere decir que ya hemos
terminado con la quiromancia. Me ponía enfermo verla dar respingos cada vez que
me miraba la mano.
-Pero no te dejara en paz- aseguro Albus- apuesto a que vera al grim
en tu bola de cristal.
-Acepto, ¿apostamos nuestra próxima mesada?- Hablo James “S dejando de
lado la lectura.
-James, no es correcto que te pongas a hacer ese tipo de apuestas- le
aseguro Teddy.
-Sí, muy bien, entiendo que es lo quieres- aseguro el joven Potter- en
tal caso apuesto dos ranas de chóclate y mi cromo de Uric el Chiflado a que si
le predice la muerte pero que no usara al grim, eso ya es historia vieja.
-Yo pongo lo mismo pero será mi cromo de El Invencible Andros a lo que
dijo Albus.
-Yo también pongo lo mismo y mi cromo de Mirabella Plunkett
-¡Nymphadora!- le reclamo Andrómeda- pero en serio que ejemplo pones,
además, ¿no tienes ya mucho chocolate con lo que te enviaron del futuro?
-Sí, pero ese chocolate también es para Remus y Teddy, no queda mal
conseguir algunos más.
-Pues bien, nosotros apoyamos a nuestro sobrino el bromista- aseguro
Fred después de terminar de hablar con su gemelo.
-Pero como no tenemos cromos, pondremos cuatro ranas de chocolate cada
uno- agrego George.
-Perfecto- exclamaron Teddy y Dora.
-Muy bien, pues yo…- comenzó Sirius-
-Tú ya no tienes nada para esta apuesta compañero- le interrumpió
James, además si Albus era como Lily seguro que perderían.
-Entonces que hermanito- le desafío James “S”, él era el único que no
había apostado hasta el momento.
-Bien, entro a la puesta y pongo m cromo de Bowman Wright
-Wau, el que invento la snitch- intervino James
-Sí, mi hermano la ha querido desde que la encontré- aseguro Albus-
bueno ya continua leyendo- apremio.
— ¡Buenos días a todos! —dijo una voz conocida y a
la vez indistinta, y la profesora Trelawney hizo su habitual entrada teatral,
surgiendo de las sombras. Parvati y Lavender temblaban de emoción, con el
rostro encendido por el resplandor lechoso de su bola de cristal
Muchos negaron con la cabeza al ver la admiración desmedida que esas
dos tenían hacia la profesora de adivinación, profesora que hasta ahora, no
había demostrado cabalmente que podía desempeñar dicha actividad.
—. He decidido que empecemos con la bola de cristal
algo antes de lo planeado —dijo la profesora Trelawney, sentándose de espaldas
al fuego y mirando alrededor—. Los hados me han informado de que en vuestro
examen de junio saldrá la bola, y quiero que recibáis suficientes clases
prácticas.
-Es algo charlatana verdad- comentó luna ganándose una mirada
penetrante de Parvati y Lavender.
-Sí que lo es- aseguro Deán – se supone que es ella quien hace el
examen.
-Al menos que sea tan inútil que no pueda hacer ella misma los
exámenes-propuso Gideon.
Hermione dio un bufido.
—Bueno, de verdad... los hados le han informado...
¿Quién pone el examen? ¡Ella! ¡Qué predicción tan asombrosa! —dijo, sin
preocuparse de bajar la voz.
Todos lo que no habían presenciado esa escena vieron con impresión a
la castaña, esa actitud era completamente diferente a la que había mostrado
hasta ahora, incluso sus propio hijos no creían que llego a ser así de
irrespetuosa con una profesora, aunque claro, no es como si les molestara mucho
ver esa cara de su madre.
Era difícil saber si la profesora Trelawney los
había oído, ya que su rostro estaba oculto en las sombras. Sin embargo,
prosiguió como si no se hubiera enterado de nada.
-Es posible que si escuchara, pero no valdría la pena que interrumpiera
su discurso- comento Kingsley.
James “S” continuo leyendo como supuestamente tenían que proseguir
para leer la bola de cristal, cosa que le dio algo de risa a Ron, y de cómo
Harry aceptaba sentirse un tonto al estar viendo la incomprensible bola de cristal
mientras que Ron producía risas mudas y Hermione chasqueaba la lengua a cada
momento como censura.
— ¿Habéis visto ya algo? —les preguntó Harry después
de mirar la bola en silencio durante un cuarto de hora.
—Sí
-Todos se quedaron impresionados, Lavender y Parvati pensaron por esa
fracción de tiempo que posiblemente verían que no esa clase no era una pérdida
de tiempo como aseguraban.
Aquí hay una quemadura —dijo Ron, señalando la mesa
con el dedo—. A alguien se le ha caído la cera de la vela.
Ahora comprendiendo de qué hablaba el pelirrojo no pudieron hacer otra
cosa que ponerse a reír mientras que las jóvenes resoplaban molestas.
—Esto es una horrible pérdida de tiempo —dijo
Hermione entre dientes—. En estos momentos podría estar practicando algo útil.
Podría ponerme al día en encantamientos estimulantes.
-Eso estaría bien- comento Alice- tal vez con eso por fin deje una de
esas clases y este un poco más relajada.
-Pero aun tendría más clases que la mayoría de los estudiantes, aun
tendrá mucha presión sobre ella- concedió Frank.
Acompañada por el susurro de la falda, la profesora
Trelawney pasó por su lado.
— ¿Alguien quiere que le ayude a interpretar los
oscuros augurios de la bola mágica? —susurró con una voz que se elevaba por
encima del tintineo de sus pulseras.
—Yo no necesito ayuda —susurró Ron—. Es obvio lo que
esto quiere decir: que esta noche habrá mucha niebla.
Fred y George estaban bastantes complacidos con su hermanito mientras
renovadas risas se dejaban escuchar por el comentario del pelirrojo.
Harry y Hermione estallaron en una carcajada.
-Eso llamara la atención de la profesora- aseguro Lily.
— ¡Venga! —les llamó la atención la profesora
Trelawney, al mismo tiempo que todo el mundo se volvía hacia ellos. Parvati y
Lavender los miraban escandalizadas—. Estáis perjudicando nuestras vibraciones
clarividentes.
-Huy si, y no queremos que se interponga entre su clarividencia para
inventar predicciones como acostumbra- aseguro Sirius.
-No comprendo porque ella está dando clases si es evidente que no es
pues, buena en ella- agrego Dora.
-Debe de haber alguna razón, o Dumbledore no la dejaría dar clases-
termino Remus.
Se aproximó a la mesa de los tres amigos y observó
su bola de cristal. A Harry se le vino el mundo encima. Imaginaba lo que
pasaría a continuación
-Todos sabemos que es lo que pasara- aseguro molesta Lily “L”, se
estaba cansando que siempre le pronosticara la muerte a su padre todo el
tiempo.
—: ¡Aquí hay algo! —Susurró la profesora Trelawney,
acercando el rostro a la bola, que quedó doblemente reflejada en sus grandes
gafas—. Algo que se mueve... pero ¿qué es?
Todos prestaban atención a la lectura, pero los que más lo hacían eran
los que habían participado en la apuesta hace poco, en un segundo descubrirían
quien tenía razón.
Harry habría apostado todo cuanto poseía a que,
fuera lo que fuese, no serían buenas noticias. En efecto:
—Muchacho... —La profesora Trelawney suspiró mirando
a Harry—. Está aquí, más claro que el agua. Sí, querido muchacho... está aquí
acechándote, aproximándose... el Gr...
— ¡Por Dios santo! —Exclamó Hermione—. ¿Otra vez ese
ridículo Grim?
-¡SI!
-¡NO!- se escucharon un par de gritos.
-Lo vez, les dije, paguen- les dijo Albus a su hermano y los gemelos
Weasley quienes con desgano entregaron su parte de la apuesta mientras que
Albus, Dora y Teddy recibían las ganancias de su apuesta.
-Qué bueno que no participe- le dijo Sirius a su amigo.
-Es como Lily- aseguro James.
La profesora Trelawney levantó sus grandes ojos
hasta la cara de Hermione. Parvati susurró algo a Lavender y ambas miraron a la
muchacha. La profesora Trelawney se incorporó y la contempló con ira.
—Siento decirte que desde el momento en que llegaste
a esta clase ha resultado evidente que careces de lo que requiere el noble arte
de la adivinación. En realidad, no recuerdo haber tenido nunca un alumno cuya
mente fuera tan incorregiblemente vulgar.
-¡Hey!- reclamaron varias chicas a la vez.
-Solo porque ella se la pasa inventando calamidades no puede hablarle
de esa manera a nuestra madre- expreso molesta Rose.
-Bueno, tarde o tempano pasaría algo como eso- comento Ron- digo, las
dos tienen ideas muy diferentes en lo que la clase se refiere.
-Aun así no debería de hablarle así a un estudiante- aseguro Alice- no
me parece que sea la manera correcta de poner orden.
Hubo un momento de silencio.
—Bien —dijo de repente Hermione, levantándose y
metiendo en la mochila su ejemplar de Disipar las nieblas del futuro—. Bien
—repitió, echándose la mochila al hombro y casi derribando a Ron de la silla—,
abandono. ¡Me voy!
Y ante el asombro de toda la clase, Hermione se
dirigió con paso firme hacia la trampilla, la abrió de un golpe y se perdió
escaleras abajo.
-Al menos ahora podrá hacer
algo que realmente le gustaría hacer- comentó Hugo.
-Soporto todo lo que pudo, que fue mucho comparando lo lógica que
suele ser- comentó Fred.
-Aun así fue una verdadera sorpresa verla dejar una clase- agrego
George- habría sido digno de ver.
La clase tardó unos minutos en volver a apaciguarse.
Parecía que la profesora Trelawney se había olvidado por completo del Grim. Se
volvió de repente desde la mesa de Harry y Ron, respirando hondo a la vez que
se subía el chal transparente.
— ¡Aaaaah! —Exclamó de repente Lavender;
sobresaltando a todo el mundo—. ¡Aaaah, profesora Trelawney, acabo de
acordarme! Usted la ha visto salir; ¿no es así, profesora? «En torno a Semana
Santa, uno de vosotros nos dejará para siempre.» Lo dijo usted hace milenios,
profesora.
-Hay por favor- exclamaron exasperados los que estaban en desacuerdo
con la actitud y pensamientos de la profesora.
-Eso es demasiado vago y no es una garantía que en verdad lo hubiera
previsto- aseguro Lily.
-Pero usted no defendía las profecías de los centauros- exclamo
Parvati viendo a Lily recordando el primer libro.
-Sí, y creo haber dejado claro que creía en sus predicciones porque
ellos eran expertos, no quiero hablar mal de la profesora Trelawney, pero no parecer tener las
cualidades de una verdadera vidente- se defendió Lily.
La profesora Trelawney le dirigió una amable
sonrisa.
-Sí, lo que necesita es que le levante el ego- expreso Sirius
-Tú debes saber mucho al respecto no- agrego Marlene.
—Sí, querida. Ya sabía que nos dejaría la señorita
Granger. Una siempre tiene la esperanza, sin embargo, de haber confundido los
signos... El ojo interior puede ser una cruz, ¿sabéis?
Nuevas expresiones de exasperación se dejaron ver y escuchar en ese
momento, en verdad parcia que ella se daba más crédito del que realmente tenia.
Lavender y Parvati parecían muy impresionadas y se
apartaron para que la profesora Trelawney pudiera ponerse en su mesa.
—Hermione se la está buscando, ¿verdad? —susurró Ron
a Harry, con expresión sobrecogida.
—Sí...
-Eso pasaría en cualquier momento- aseguro Marlene- no es posible que
ellas dos puedan congeniar con esas ideas tan dispares.
Harry miró en la bola de cristal, pero no vio nada
salvo niebla blanca formando remolinos. ¿De verdad había vuelto a ver al Grim
la profesora Trelawney? ¿Lo vería él? Lo que menos falta le hacía era otro
accidente casi mortal con la final de quidditch cada vez más cerca.
-Hay Harry, no deberías de obsesionarte tanto por ese estúpido perro-
aseguro Lily- lo mejor sería que enfocaras en lo que tienes que hacer.
Las vacaciones de Semana Santa no resultaron lo qué
se dice relajantes. Los de tercero nunca habían tenido tantos deberes. Neville
Longbottom parecía encontrarse al borde del colapso nervioso y no era el único.
-Y los años posteriores no fueron mejores- comento Neville recordado
su quinto año.
-Pero saliste bien en muchas materias- comento Luna- siempre has sido
el mejor en herbologia.
-Sí, eso siempre equilibraba mis calificaciones en otras clases-
agrego con media sonrisa el chico.
— ¿A esto lo llaman vacaciones? —Gritó Seamus
Finnigan una tarde, en la sala común—. Los exámenes están a mil años de
distancia, ¿qué es lo que pretenden?
-Si están así solo por los exámenes no podrán soportar bien los TIMO o
ÉXTASIS- comento Ted.
-Es cierto, son un verdadero sufrimiento- aseguro Dora- apenas he
podido disfrutar mi quinto y séptimo año por esos benditos exámenes.
-En especial porque necesitas calificaciones perfectas para poder
ingresas a la academia de aurores- agrego Sirius.
-Pero eso no ha importado mucho, a pesar de todo el estudio he
recibido cartas de que te metes en algún problema- aseguro Andrómeda.
-Si bueno, también hay que relajarse un poco no.
-Por favor díselo a lunático- pidió Sirius- nos ha puesto a estudiar
como esclavos.
-Lamento decepcionarte Sirius, pero si no soy yo será Lily quien los
ponga a estudiar- intervino Remus.
-Ella no puede obligarme
-Si puede- interrumpieron James, Marlene, Remus y Alice mientras la
pelirroja sonreía complacida.
James “S” fue leyendo como Hermione seguía teniendo más trabajo que
nadie aun sin adivinación (como lo había dicho Frank), era la que más tiempo
pasaba haciendo deberes hasta adquirir un aspecto similar a la de Remus, de
cómo Ron continuaba con sus deberes y añadiendo la lecturas de libris buscando
algo para la apelación de Buckbeak.
-Bueno, eso compensaría en algo todo el mal rato que le hizo pasar a
mamá- alego Roce.
-Ojala que todo ese esfuerzo sirva para algo- agrego Charlie.
Harry, mientras tanto, tenía que combinar sus
deberes con el diario entrenamiento de quidditch, por no mencionar las
interminables discusiones de tácticas con Wood. El partido entre Gryffindor y
Slytherin tendría lugar el primer sábado después de las vacaciones de Semana
Santa. Slytherin iba en cabeza y sacaba a Gryffindor doscientos puntos exactos.
-¡¡Doscientos!!- exclamo James de inmediato- es una diferencia muy
grande, Harry tendrá que atrapar la snitch hasta que por lo menos les aventajes
sesenta puntos.
-Será muy complicado-acepto Charlie- y lo peor es que toda la
responsabilidad caerá sobre Harry- agrego, él tenía cierta experiencia en el
tema como antiguo buscador que era.
-Sí y de seguro ese Wood se encargara de recordárselo a Harry hasta
que se arte- aseguro Teddy.
Esto significaba, como Wood recordaba a su equipo
constantemente, que necesitaban ganar el partido con una ventaja mayor; si
querían ganar la copa. También significaba que la responsabilidad de ganar caía
sobre Harry en gran medida, porque capturar la snitch se recompensaba con
ciento cincuenta puntos.
-Deberás de tener mucho cuidado esos días hijo- aseguro James- el
juego de los demás miembros del esquipo es muy importante pero en esas
circunstancias tu será el más importante- Snape resoplo despectivamente, pero
nadie le presto importancia- no me imagino que aran esas serpientes para
sabotearte.
-No dejaríamos que algo así pasara- aseguro Seamus ante el
asentimiento de todos los Gryffindor tanto del pasado como del futuro.
—Así, si les sacamos una ventaja de cincuenta
puntos, no tienes más que cogerla —decía Wood a Harry todo el tiempo—. Sólo si
les llevamos más de cincuenta puntos, Harry, porque de lo contrario ganaremos
el partido pero perderemos la copa. Lo has comprendido, ¿verdad? Tienes que
atrapar la snitch sólo si estamos...
— ¡YA LO SÉ, OLIVER! —gritó Harry.
-No comprendo que se gana repitiendo la mismas palabras una y otra
vez- comento Albus- solo consigue molestar a los demás.
-Es que así es nuestro Wood, siempre obsesionado por el juego a más no
poder- aseguró Fred.
-Era frustrante y molesto, pero bueno, por alguna razón era capitán-
agrego George- aunque no nos llevó a una victoria mientras estuvo a cargo.
-En el primer libro lo habrían logrado si Harry hubiera jugado-
aseguró James.
-Y en el segundo los cancelaron por, bueno, por eso que ocurrió-
agrego James “S”.
Toda la casa de Gryffindor estaba obsesionada por el
partido. Gryffindor no había ganado la copa de quidditch desde que el
legendario Charlie Weasley (el segundo de los hermanos de Ron) había sido
buscador. Pero Harry dudaba de que alguien de Gryffindor; incluido Wood,
tuviera tantas ganas de ganar como él. Harry y Malfoy se odiaban más que nunca.
-Por supuesto- aseguro Marlene- esos dos tienen mucha historia entre
ellos como para dejar su rencor se quedara fuera del partido.
-Y más porque los dos son buscadores- agrego Alice- la victoria o
derrota de un equipo recae directamente en ellos dos.
A Malfoy aún le dolía el barro que había recibido en
Hogsmeade, y le había puesto furioso que Harry se hubiera librado del castigo.
Harry no había olvidado el intento de Malfoy de sabotearle en el partido contra
Ravenclaw, pero era el asunto de Buckbeak lo que le daba más ganas de vencer a
Malfoy delante de todo el colegio.
Harry y Draco sonrieron con cierta tristeza recordando esos días, y
pensar que en un par de años esas rencillas que tuvieron no eran nada comparado
con todo lo que tuvieron que pasar, de cierta manera era como si sintieran
nostalgia por esas peleas que ahora
parecían tan insignificantes.
Nadie recordaba un partido precedido de una atmósfera
tan cargada. Cuando las vacaciones terminaron, la tensión entre los equipos y
entre sus respectivas casas estaba al rojo. En los corredores estallaban
pequeñas peleas que culminaron en un desagradable incidente en el que un alumno
de cuarto de Gryffindor y otro de sexto de Slytherin terminaron en la
enfermería con puerros brotándoles de las orejas.
-Bueno, en verdad en nuestro tiempo nunca tuvimos unos días previos al
partido con un ambiente tan denso- comento Remus.
-En el nuestro tampoco, solo lo típico supongo- apoyo dora.
-Igual con nosotros- se incluyen Gideon y Fabián- si había algunas
discusiones pero nunca llegaron a ser peleas- continuo Fabián.
Harry lo pasaba especialmente mal.
James resoplo molesto, sabía perfectamente eso ocurriría cuando.
No podía ir a las aulas sin que algún Slytherin
sacara la pierna y le pusiera la zancadilla.
-Saben, ahora estoy de acuerdo con Alastor- comento Sirius- no le
vendría nada mal al cachorro que aprendiera algunos hechizos o maleficios antes
de tiempo.
-Sirius- le dijo Lily sin saber si sentirse molesta o no.
-¿Qué?, ya viste que pudo realizar un patronus, sin duda podría
aprender mucho si se dedica a ello.
-Además no es como si la usara por diversión, solo será como defensa-
apoyo James.
En ese momento una idea apareció en la mente de Lily, hasta ahora la
vida que había tenido Harry lo había llevado a ser el chico que era, sería
posible que si cambien su pasado alterarían la forma de ser del chico, a pesar
de los problemas en los que se metía, debía de admitir que le gustaba que fuera
así de noble como había demostrado ser.
-¿Qué ocurre Lily?
-He, no, nada cariño- respondió la chica, ya tendría tiempo para
pensar más a fondo en esa idea- James continua- le pidió a su nieto.
Crabbe y Goyle aparecían continuamente donde estaba
él, y se alejaban arrastrando los pies, decepcionados, al verlo rodeado de
gente. Wood había dado instrucciones para que Harry fuera acompañado a todas
partes, por si los de Slytherin trataban de quitarlo de en medio.
Los miembros de Gryffindor sonrieron divertidos, ninguno de ellos
negaba que los alumnos de todos los cursos se dispusieran a realizar esa tarea.
Toda la casa de Gryffindor aceptó la misión con
entusiasmo, de forma que a Harry le resultaba imposible llegar a tiempo a las
clases porque estaba rodeado de una inmensa y locuaz multitud.
-Aunque bueno, no era solo a Harry- comento Deán- los demás miembros
del equipo también tenían escoltas.
-Pero no eran tantos como los que cuidaban a Harry- agrego Neville.
Estaba más preocupado por la seguridad de su Saeta
de Fuego que por la suya propia.
-Siempre deja la preocupación de sí mismo a un lado, eso no es nada
nuevo- aseguro Ginny entre feliz y modesta mientras Harry la abrazaba con
ternura.
Cuando no volaba en ella, la tenía guardada con
llave en su baúl, y a menudo volvía corriendo a la torre de Gryffindor para
comprobar que seguía allí.
-Clásica paranoia, pero sin duda Wood estaría de acuerdo con el
cachorro- comento Sirius.
-Sería muy difícil que entraran a su dormitorio- comento Ted- en
especial con toda la seguridad extra que fue puesta.
-Pero cuando estaban preocupados por los ataque en el segundo libro
ellos entraron a la sala de Slytherin- agrego Dora señalando a Ron y Harry.
-Ella tiene razón- le apoyo James “S”- nunca se puede ser demasiado
precavido.
Varios negaron con la cabeza, sin duda era un digno nieto del capitán
de quidditch James Potter.
La víspera del partido por la noche, en la sala
común de Gryffindor, se abandonaron todas las actividades habituales. Incluso
Hermione dejó sus libros.
—No puedo trabajar; no me puedo concentrar —dijo
nerviosa.
-Quien podría- exclamo Lily- aunque si ganan sin duda la algarabía
posterior será mucho peor.
Había mucho ruido. Fred y George Weasley habían reaccionado
a la presión alborotando y gritando más que nunca.
Los bromistas sonrieron con satisfacción y orgullo por la labor de los
gemelos, si bien no eran buenos reanimando a alguien triste o deprimido, eran
geniales para animar ese tipo de amientes.
Oliver Wood estaba encogido en un rincón, encima de
una maqueta del campo de quidditch, y con su varita mágica movía figurillas
mientras hablaba consigo mismo.
Varios se pusieron a reír por las ocurrencias y obsesión del chico,
pensando en su último partido hasta el último segundo sin duda.
Angelina, Alicia y Katie se reían de las gracias de
Fred y George. Harry estaba sentado con Ron y Hermione, algo alejado del
barullo, tratando de no pensar en el día siguiente, porque cada vez que lo
hacía le acometía la horrible sensación de que algo grande se esforzaba por
salir de su estómago.
-Tranquilo hijo, sin duda lo aras genial- le apoyo James.
-Eso te decíamos todo el tiempo pero siempre te preocupabas demasiado
antes de los partidos- le recordó Remus.
-Y fue aun pero cuando te volviste capitán- apoyo Sirius.
-En verdad deberían de tratar de relajarse- comento Albus- o al menos
papá, el abuelo James ya no tiene remedio- los merodeadores y demás bromistas
se pusieron a reír por ese comentario.
-¡Hey tú!- exclamo James- a
quien le dices abuelo
-Y eso es lo que preocupa- dijo Lily divertida.
-Pues sí, en este momento solo le llevo un par de años- se defendió-
ya después cuando nazca seguro
-De seguro tú y Sirius seguirán negando que han envejeció- interrumpió
Marlene.
Los dos amigos abrieron la boca para reclamar, pero al final
terminaron aceptando que lo mas probable era que en efecto, nunca dejarían de
negar su vejes.
—Vas a hacer un buen partido —le dijo Hermione, aunque en realidad
estaba aterrorizada.
—¡Tienes una Saeta de Fuego! —dijo Ron.
—Sí —admitió Harry.
Fue un alivio cuando Wood, de repente, se puso en
pie y gritó:
—¡Jugadores! ¡A la cama!
Harry no durmió bien.
Hubo un resoplido de desesperación de parte de Lily mientras que James
“S” se ponía a leer los detalles de la pesadilla hasta que Harry se despertó y
comprendió que el partido aun no iniciaba y que os de Slytherin no podrían ir
montando dragones, por ultimo leyó como fue a tomar agua y pudo ver por la
ventana al sauce boxeador que estaba tranquilo y las buenas condiciones para el
partido.
Harry dejó el vaso y estaba a punto de volverse a la
cama cuando algo le llamó la atención. Un animal que no podía distinguir bien
rondaba por el plateado césped.
-Hay no- fue la exclamación general, si esa figura se trataba de un
perro, que según como había estado ocurriendo era lo más probable, eso
afectaría a Harry y de seguro en su desempeño al día siguiente.
Harry corrió hasta su mesilla, cogió las gafas, se
las puso y volvió a la ventana a toda prisa. Esperaba que no se tratara del
Grim. No en aquel momento, horas antes del partido.
Miró los terrenos con detenimiento y tras un minuto
de ansiosa búsqueda volvió a verlo. Rodeaba el bosque... no era el Grim ni
mucho menos: era un gato. Harry se apoyó aliviado en el alféizar de la ventana
al reconocer aquella cola de brocha. Sólo era Patizambo.
-Solo es Crookshanks- comento Rose
-Debe gustarle estar afuera, es la segunda vez que lo encuentran cerca
del bosque- agrego Hugo, pero nadie le dio mayor importancia.
Pero... ¿sólo era Crookshanks? Harry aguzó la vista
y pegó la nariz al cristal de la ventana. Crookshanks estaba inmóvil. Harry
estaba seguro de que había algo más moviéndose en la sombra de los árboles.
Un instante después apareció: un perro negro, peludo
y gigante que caminaba con sigilo por el césped. Crookshanks corría a su lado.
-¡¿Qué?!- exclamaron varias voces a la vez, mientras que las miradas
de Lily y Remus se posaban sobre Sirius.
Harry observó con atención. ¿Qué significaba
aquello? Si Crookshanks también veía al perro, ¿cómo podía ser un augurio de la
muerte de Harry?
-Es porque no es un augurio ni mucho menos- aseguro Hermione.
-Pero eso es extraño- comento Dora- un gato teniendo una reunión con
un perro desconocido, la verdad es que eso va contra la idea que es un simple
gato.
-Opino lo mismo- apoyo Remus- además que debe de ser algo importante,
de otra forma no creo que este en el libro.
-Pero que relación podría tener el gato con el perro- pregunto Ted.
-Lo sabremos cuando continuemos la lectura- intervino Hermione.
— ¡Ron! —Susurró Harry—. ¡Ron, despierta!
— ¿Mmm?
-Si genial, pídele al dormilón de nuestro hermano a corroborar lo que
vez- comento Fred
-Eso si consigue despertarlo para que sepa lo que ve- agrego George.
— ¡Necesito que me digas si puedes ver una cosa!
—Está todo muy oscuro, Harry —dijo Ron con
esfuerzo—. ¿A qué te refieres?
—Ahí abajo...
Harry volvió a mirar por la ventana.
Crookshanks y el perro habían desaparecido.
-Son rápidos, papá solo se distrajo un momento- comento Albus.
-Sin embargo no pudieron ir muy lejos- agrego Charlie- lo que me
intriga es la razón para hayan estado juntos en primer lugar.
-Ya lo dijo Hermione, después se enteraran de todo- exclamo ron.
Harry se subió al alféizar para ver si estaban
debajo, junto al muro del castillo. Pero no estaban allí. ¿Dónde se habrían
metido?
Un fuerte ronquido le indicó que Ron había vuelto a
dormirse.
-No creo recordar ese momento- comento Ron en un susurro a Harry, no
quería darle a sus hermanos más cosas para burlarse- creo que solo respondió
por impulso.
Harry y el resto del equipo de Gryffindor fueron
recibidos con una ovación al entrar por la mañana en el Gran Comedor. Harry no
pudo dejar de sonreír cuando vio que los de las mesas de Ravenclaw y Hufflepuff
también les aplaudían.
-Lógico- exclamo Andrómeda- muchos magos le han dado mucha mala fama a
la casa- agrego a lo que Astoria asintió en aprobación.
-Pero es cierto o no, todos los Slytherin son
-¡Yo era Slytherin Sirius!- le interrumpió- no todos somos iguales.
-Ella tiene razón- le apoyo Harry- y aunque no les guste admitirlo
también ha habido magos tenebrosos que salieron de Gryffindor o alguna de las
otras dos casa- algunos se sintieron ligeramente ofendidos por eso, pero en
verdad no tenían argumentos para desmentirlo por lo que no tuvieron que hacer
otra cosa que aceptarlo.
-Aun así la gran mayoría son unos malditos- intervino Astoria mientras
Draco la abrazaba- y lo peor es que nos arrastran a los somos diferentes.
Los de Slytherin les silbaron al pasar. Malfoy
estaba incluso más pálido de lo habitual.
Wood se pasó el desayuno animando a sus jugadores a
que comieran, pero él no probó nada. Luego les metió prisa para ir al campo
antes de que los demás terminaran.
-Eso no es para nada saludable- aseguro Molly- no creo que sea bueno
que se apresuren a comer, en especial si van a estar volando.
-Yo te apoyo, la comida y las chicas siempre serán más importantes que
un partido, y no me mires así cornamenta- exclamo Sirius mientras reprimía la
mirada de asombro de James por la declaración.
-Mujeres y comida, en verdad en ocasiones eres tan simple- le
recrimino Marlene con media sonrisa.
Así podrían hacerse una idea de las condiciones.
Cuando salieron del Gran Comedor; volvieron a oír aplausos.
—¡Buena suerte, Harry! —le gritó Cho Chang. Harry se
puso colorado.
-Sí, todo un casanova cachorro, muy bien- festejo Sirius.
-O cállate- le reclamo Ginny.
-No te molestes cuñada- intervino James- no importa que salga con alguien
más si al final a quien ama es a ti.
-Y esa estúpida creencia tuya fue por lo que te costó siete años en
lograr que Lily te aceptara- aseguro Alice- el que anduvieras con tantas solo
la hacía desconfiar más de ti.
-Entre otras actitudes inmaduras que tenías- agrego Lily- y ojala tu
no sea tan idiota como tu abuelo- dijo viendo a James “S”
-¡Hey!- le reclamo el chico.
-No te molestes hermano- hablo Albus- no es agradable que la abuela te
diga idiota, pero no hay una palabra mejor para describirte- varias carcajadas
explotaron de repente- ya continua- apremio después de un rato.
—Muy bien..., el viento es insignificante. El sol
pega algo fuerte y puede perjudicarnos la visión. Tened cuidado. El suelo está
duro, nos permitirá un rápido despegue.
-Buenas condiciones, será un partido estupendo- aseguro James mientras
su nieto seguía leyendo como los estudiantes salían del catillo y el equipo de
quidditch entraba a los vestidores.
Antes de que se dieran cuenta, Wood les dijo:
— ¡Ha llegado el momento! ¡Adelante...!
Salieron al campo entre el rugido de la multitud.
Tres cuartas partes de los espectadores llevaban escarapelas rojas, agitaban
banderas rojas con el león de Gryffindor o enarbolaban pancartas con consignas
como «ÁNIMO, GRYFFINDOR» y «LA COPA PARA LOS LEONES».
La reacción en el gran comedor era muy similar a la que leían, sin
poder evitarlo el profesor Dumbledore se sintió un poco mal, sabía que la
competencia era algo inherente a un deporte o en ese caso un partido, pero lo
que le entristecía es que parecía que siempre seria así, parecía imposible que
la cuatro casas se unieran por alguna razón, aun así era algo que le gustaría
ver.
Detrás de la meta de Slytherin, sin embargo, unas
doscientas personas llevaban el verde; la serpiente plateada de Slytherin
brillaba en sus banderas. El profesor Snape se sentaba en la primera fila, de
verde como todos los demás y con una sonrisa macabra.
-Solo tiene ese tipo de sonrisa- aseguro Sirius- pero no importa, sé
que ganaremos esta- agrego como si fueran ellos quien jugarían.
— ¡Y aquí llegan los de Gryffindor! —Comentó Lee
Jordán, que hacía de comentarista, como de costumbre—. ¡Potter, Bell, Johnson,
Spinnet, los hermanos Weasley y Wood! Ampliamente reconocido como el mejor
equipo que ha visto Hogwarts desde hace años. —Los comentarios de Lee fueron
ahogados por los abucheos de la casa de Slytherin—. ¡Y ahora entra en el
terreno de juego el equipo de Slytherin, encabezado por su capitán Flint! Ha
hecho algunos cambios en la alineación y parece inclinarse más por el tamaño
que por la destreza.
-la verdad es no eran muy agiles volando- aseguro Draco- siempre fue
un problema en los entrenamientos, pero eran buenos para intimidar cuando se
acercaban a alguien.
-Pero eso les sirvió o no, para tener una ventaja de doscientos- dijo
James con recelo.
-Esa ventaja no solo es responsabilidad del equipo de Slytherin-
intervino Cedric- también influyeron nuestros demás partidos, no queríamos que
Slytherin ganara la copa, pero tampoco deseábamos perder nuestros propios
juegos.
-Eso es muy justificable- le concedió James- pero bueno ya, quiero
saber que pasa- apremio.
Más abucheos de los hinchas de Slytherin. Harry, sin
embargo, pensó que Lee tenía razón. Malfoy era el más pequeño del equipo de
Slytherin. Los demás eran enormes.
— ¡Capitanes, daos la mano! —ordenó la señora Hooch.
Flint y Wood se aproximaron y se estrecharon la mano
con mucha fuerza, como si intentaran quebrarle al otro los dedos.
— ¡Montad en las escobas! —Dijo la señora Hooch—.
Tres... dos... uno...
La atención de todos los presentes se fijó en ese momento, nuevamente
se estaban involucrando amucho en la lectura, por fortuna, en esta ocasión no
era por alguna experiencia peligrosa o casi mortal en la que se metían los
chicos, esto era algo que todos podían disfrutar.
El silbato quedó ahogado por el bramido de la
multitud, al mismo tiempo que se levantaban en el aire catorce escobas. Harry
sintió que el pelo se le disparaba hacia atrás. Con la emoción del vuelo se le
pasaron los nervios. Miró a su alrededor. Malfoy estaba exactamente detrás.
Harry se lanzó en busca de la snitch.
—Y Gryffindor tiene el quaffle. Alicia Spinnet, de
Gryffindor; con el quaffle, se dirige hacia la meta de Slytherin. Alicia va
bien encaminada. Ah, no. Warrington intercepta el quaffle. Warrington, de
Slytherin, rasgando el aire. ¡ZAS! Buen trabajo con la bludger por parte de
George Weasley. Warrington deja caer el quaffle Lo coge Johnson. Gryffindor
vuelve a tenerlo.
-James más despacio- le interrumpió Albus, y es que James “S” se
estaba comenzando a emocionar y eso provocaba que fuera hablando más aprisa.
-Estás leyendo para todo el comedor y no sirve de nada si no podemos
entenderlo- apoyo Teddy viéndolo con molestia.
-Ya lo siento- se disculpó el joven antes de retomar la lectura.
Vamos,
Angelina. Un bonito quiebro a Montagne. ¡Agáchate, Angelina, eso es una
bludger! ¡HA MARCADO! ¡DIEZ A CERO PARA GRYFFINDOR!
Angelina golpeó el aire con el puño, mientras
sobrevolaba el extremo del campo. El mar escarlata que se extendía debajo de
ella vociferaba de entusiasmo.
— ¡AY!
Angelina casi se cayó de la escoba cuando Marcus
Flint chocó contra ella.
-¡¡Malditos tramposos!!- exclamaron algunos de los presentes.
— ¡Perdón! —se disculpó Flint, mientras la multitud
lo abucheaba—. ¡Perdona, no te vi!
Varios bufidos se escucharon, nadie le creería a ese idiota que esa
acción fue un mero accidente, esas trampas era algo clásico del equipo cuando
están en apuros.
Un momento después, Fred Weasley lanzó el bate hacia
la nuca de Flint. La nariz de Flint dio en el palo de su propia escoba y
comenzó a sangrar.
En ese momento los bufidos se volvieron sonrisas macabras de
satisfacción, aunque algunos vieron con malos ojos que el pelirrojo respondiera
de esa manera a la provocación.
— ¡Basta! —Gritó la señora Hooch, metiéndose en
medio a toda velocidad—. ¡Penalti para Gryffindor por un ataque no provocado
sobre su cazadora! ¡Penalti para Slytherin por agresión deliberada contra su
cazador!
-Sin duda ese será un partido muy violento- dijo Lily preocupada
apretando el brazo de su novio- a este ritmo podrían salir seriamente
lastimados.
— ¡No diga tonterías, señora! —gritó Fred. Pero la
señora Hooch pitó y Alicia retrocedió para lanzar el penalti.
— ¡Vamos, Alicia! —gritó Lee en medio del silencio
que de repente se había hecho entre el público— SÍ, HA BATIDO AL GUARDAMETA!
¡VEINTE A CERO PARA GRYFFINDOR!
La emoción comenzaba a apoderarse de todos, aun sabiendo que el
partido solo ocurría en el libro en ese momento, ninguno de los miembros de las
casas rivales querían que su equipo perdiera, mientras que las otras dos casas
simplemente no querían ver ganar a Slytherin, y los que sí estuvieron en el
partido sentían la emoción de volver a recordar ese partido tan crucial.
Harry se dio la vuelta y vio que Flint, que seguía
sangrando, volaba hacia delante para ejecutar el penalti. Wood estaba delante
de la portería de Gryffindor; con las mandíbulas apretadas.
-Más le vale que consiga pararla- comentó Lily- que desquite un poco
todo las molestias que le causa a su equipo.
-Muchas gracias señora Potter- dijo Fred- que valgan la pena los
gritos, la tención
-Las levantadas temprano, los interminables y aburridos discursos-
agrego- y eso sin mencionar los desayunos perdidos.
-Hay no se quejen- les rebatió James- sin sacrificio no hay victoria-
james “S” sonrió satisfecho mientras los gemelos hacían una mueca de desagrado.
—¡Wood es un soberbio guardameta! —Dijo Lee Jordan a
la multitud, mientras Flint aguardaba el silbato de la señora Hooch—. ¡Soberbio!
Será muy difícil parar este golpe, realmente muy difícil... ¡SÍ! ¡NO PUEDO
CREERLO! ¡LO HA PARADO!
Después del festejo de los Gryffindor James “S” continuo narrando como
Harry buscaba la snitch mientras
escuchaba atentamente a Lee para conocer la situación, así continuo hasta la
trampa de Montague al cogerle la cabeza a Katie que pese a todo continuo en la
escoba.
El silbato de la señora Hooch volvió a sonar;
mientras se dirigía a Montague gritándole. Un minuto después, Katie metía otro
gol de penalti al guardameta de Slytherin.
—¡TREINTA A CERO! ¡CHÚPATE ÉSA, TRAMPOSO!
—¡Jordan, si no puedes comentar de manera
neutral...!
—¡Lo cuento como es, profesora!
-Sería casi imposible conseguir
a un estudiante que sea imparcial al comentar los partidos- comento Teddy- en
especial en esa situación.
-Es muy cierto lo que dices, siempre se inclinaran a un bando
dependiendo de la situación- apoyo Ted.
Harry sintió un vuelco de emoción. Acababa de ver la
snitch. Brillaba a los pies de uno de los postes de la meta de Gryffindor.
-Bien, pero aun no es tiempo- aseguró Albus.
-No, pero por lo menos sabiendo donde esta puede mantener alejado a
Malfoy.
Pero aún no debía cogerla. Y si Malfoy la veía...
Simulando una expresión de concentración repentina,
dio la vuelta con la Saeta de Fuego y se dirigió a toda velocidad hacia el
extremo de Slytherin. Funcionó. Malfoy fue tras él como un bólido, creyendo que
Harry había visto la snitch en aquel punto.
-Fue una buena finta- acepto Draco- aunque gracias a eso casi te
rompen la cabeza- varios escucharon eso con cierta preocupación.
-Entro al territorio enemigo, y a esas alturas no solo se debe cuidar
de las bludgers- agrego Scorpius.
¡ZUUUM!
Una de las bludgers, desviada por Derrick, el
gigantesco golpeador de Slytherin, se aproximó y le pasó a Harry rozando el
oído derecho. Al momento siguiente...
¡ZUUUM!
La segunda bludger le había arañado el codo. El otro
golpeador; Bole, se aproximaba.
-Qué bueno que seas bueno volando- comento por lo bajo Ginny- no me hubiera
gustado verte nuevamente en la enfermería- agregó mientras Harry la besaba
dulcemente.
Harry vio fugazmente a Bole y a Derrick, que se
acercaban muy aprisa con los bates en alto.
Lily apretó con mucha más fuerza el brazo de James, en parte por el miedo,
y en parte por la cólera que fueras tras su hijo de esa manera, sabía que Harry
no se dejaría golpear tan fácilmente pero aun así no podía evitar lo que
sentía.
En el último segundo viró con la Saeta, y Bole y
Derrick se dieron un batacazo.
-¡En su cara mald…!-comenzó a decir Lily contenta porque ese par
recibió su merecido por tratar de lastimar a su hijo, pero se silenció a media
oración, James la miraba divertido y con cariño mientras otro se sorprendieron
que la calmada Lily Evans reaccionara de esa manera.
—¡Ja,ja,ja! —rió Lee Jordan mientras los dos
golpeadores de Slytherin se separaban y alejaban, tambaleándose y agarrándose
la cabeza—. Es una lástima, chicos. ¡Tendréis que espabilar mucho para vencer a
una Saeta de Fuego! Y Gryffindor vuelve a tener el quaffle, porque Johnson lo
ha recogido. Flint va a su lado. ¡Métele el dedo en el ojo, Angelina!
Varios rieron modestamente por el comentario de Lee, sin duda era el
mejor comentarista que hubieran oído.
¡Era una broma, profesora, era una broma! ¡Oh, no!
¡Flint lleva el quaffle, va volando hacia la meta de Gryffindor! ¡Ahora, Wood,
párala!
Pero Flint ya había marcado.
Las muecas de desagrado se hicieron presentes así como algunas
maldiciones.
-No será nada fácil que obtengan la ventaja necesaria para ganar-
comento Ted- todo el equipo debe estar muy presionado en ese momento.
-Lo estábamos- aseguro Angelina- la victoria no solo dependía de Harry
sino de que nosotras anotáramos lo suficiente.
-Y no ayudaba cuando Wood dejaba pasar la quaffle- intervino Alicia-
se sentía como que dábamos dos pasos hacia atrás cada vez que eso pasaba.
Hubo un ovación en la parte de Slytherin y Lee lanzó
una expresión tan malsonante que la profesora McGonagall quiso quitarle el
megáfono mágico.
-Ese chico- dijo exasperada McGonagall- véase decir semejantes cosas
por el megáfono.
—¡Perdón, profesora, perdón! ¡No volverá a ocurrir!
Los gemelos Weasley sonrieron divertidos, esa no fue la última vez en
el partido que su amigo se puso a maldecir.
Veamos, Gryffindor va ganando por treinta a diez y
ahora Gryffindor está en posesión del quaffle.
Se estaba convirtiendo en el partido más sucio que
Harry había jugado.
Todos negaron con la cabeza mientras James “S” leía las cosas que
hacían para ganar, como el golpe de Bole a Alicia con el bate, y la venganza de
George dándole un codazo a Bole, lo cual dio como resultado otros dos penaltis
en los que Gryffindor consiguieron el 40 a 10, mientras que para ese momento la
snitch había desaparecido de nuevo.
Katie marcó: 50 a 10. Fred y George Weasley bajaron
en picado para situarse a su lado, con los bates en alto por si a alguno de
Slytherin se le ocurría tomar represalias.
-Mala idea- aseguro Sirius- al menos uno de ustedes debió de conserva
su posición.
-Él tiene razón, de otra forma dejarían descubierto al resto del
equipo- apoyo Gideon.
-Y podrían tomar represalia con cualquier otro miembro del esquipo-
termino Fabián.
-Ya ni les importa romper las reglas haciendo sus trampas para
conseguir la victoria- agrego Sirius.
Bole y Derrick aprovecharon la ausencia de Fred y
George para lanzar a Wood las dos bludgers. Le dieron en el estómago, primero
una y después la otra. Wood dio una vuelta en el aire, sujetándose a la escoba,
sin resuello.
La señora Hooch estaba fuera de sí.
-El juego se está convirtiendo en una guerra- comentó Andrómeda- no
parece importarles las consecuencias, debería de haber sanciones más duras.
-No creo que eso mejore la situación- contradijo Arthur- aun si fueran
más severos algunos no les importaría cometer falta.
—¡Sólo se puede atacar al guardameta cuando el
quaffle está dentro del área! —Gritó a
Boyle y a Derrick—. ¡Penalti para Gryffindor!
Y Angelina marcó: 60 a 10. Momentos después, Fred
Weasley lanzaba a Warrington una bludger, quitándole el quaffle de las manos.
Alicia la cogió y volvió a marcar: 70 a 10.
-Bien, es el momento- clamo James- si consigues la snitch ahora
ganaran la copa.
-Y detendrían la masacre en las que se han envuelto- agrego Remus.
La afición de Gryffindor estaba ronca de tanto
gritar. Gryffindor sacaba sesenta puntos de ventaja. Y si Harry cogía la
snitch, la copa era suya. Harry notaba que cientos de ojos seguían sus
movimientos mientras sobrevolaba el campo por encima del nivel de juego, con
Malfoy siguiéndolo a toda velocidad.
-Incluso los Slytherin debían tener su mirada sobre él- comento
Seamus- todos sabían cuál era la condición para que Gryffindor ganara la copa.
-Esa debió de ser la parte de mas tención para Harry- agregó Neville-
seria difícil soportar eso- agrego a sus amigos que asintieron levemente.
Y entonces la vio: la snitch brillaba a siete metros
por encima de él.
Harry aceleró con el viento rugiendo en sus orejas.
Estiró la mano, pero de repente la Saeta de Fuego redujo la velocidad.
Horrorizado, miró alrededor. Malfoy se había lanzado
hacia delante, había cogido la cola de la Saeta y tiraba de ella.
Varios gritos, reclamaciones y maldiciones se dejaron escuchar en ese
momento, por su parte Draco, Astoria y Scorpius prepararon sus varitas por si
algunos de los presentes se animaban más de la cuenta e intentaba hacerle algo
al rubio, pero fortuna eso no llego a pasar.
James “S” leyó como Draco jadeaba del esfuerzo pero complacido
mientras que la señora Hooch, que se encontraba muy molesta, marcaba otro
penalti para Gryffindor.
~¡SO CERDO, SO TRAMPOSO! —Gritaba Lee Jordan por el
megáfono, alejándose de la profesora McGonagall—. ¡ASQUEROSO HIJ. ..!
La profesora McGonagall ni siquiera se molestó en
decirle que se callara. La verdad es que levantaba el puño en dirección a
Malfoy. Se le había caído el sombrero y también ella gritaba furiosa.
Las miradas se posaron sobre la estricta profesora McGonagall, que en
ese momento estaba evidentemente sonrojada por su pequeño lapsus, no importaba
que fuera estricta, también era una gran fanática del quidditch.
Alicia lanzó el penalti de Gryffindor; pero estaba
tan enfadada que lo envió fuera. El equipo de Gryffindor perdía concentración,
y los de Slytherin, entusiasmados por la falta de Malfoy contra Harry, cada vez
se atrevían a más.
—Slytherin en posesión del quaffle, Slytherin se
dirige a la meta... Montague marca —gruñó Lee—: 70 a 20 a favor de
Gryffindor...
-¡¡Mierda!!- gritaron James, Sirius y James “S”- con eso perdieron la
ventaja- continuo James “S” antes de continuar de como Harry consiguió bloquear
a Draco, lo cual fue de alivio para muchos.
—Angelina Johnson coge el quaffle. ¡Vamos, Angelina!
¡VAMOS!
Harry miró a su alrededor. Excepto Malfoy, todos los
jugadores de Slytherin, incluido el guardameta, habían salido disparados contra
Angelina. Iban a bloquearla.
-¡Son unos malditos!- espeto Marlene- ir de esa forma contra una
jovencita.
-No deriva extrañarte, ya han demostrado de lo que eran capaces-
agrego Alice.
-Deben de encontrar algo que hacer para evitar el bloqueo- señalo
Frank- si lo consiguen no solo estará bien sino que tendrá todo el espacio para
recuperar su ventaja.
Harry dio la vuelta a la Saeta de Fuego, se agachó
hasta quedar paralelo al palo de la escoba y se lanzó hacia delante. Como una
bala, se dirigió en dirección a los de Slytherin.
—¡VOOOOOY!
Se dispersaron cuando la Saeta de Fuego se lanzó
contra ellos como un torpedo. El camino de Angelina quedó despejado.
-Bien, con eso volverán a tener la ventaja- festejo James.
-Pero ahora Harry no está marcando a Malfoy- agrego Remus- fue buena
estrategia pero muy peligrosa.
—¡HA MARCADO!, ¡HA MARCADO! ¡Gryffindor en cabeza
por 80 a 20!
Harry, que casi salió despedido hacia las gradas,
frenó en el aire bruscamente, dio la vuelta y regresó veloz al centro del
campo.
Y entonces vio algo como para pararle el corazón.
Malfoy bajaba a toda velocidad con una expresión de triunfo en la cara. Allí, a
unos metros del suelo, había un resplandor dorado.
-¡Mierda!- exclamo Sirius- más vale que esa escoba sea tan rápida como
dice ser o todo se ira al demonio.
Harry orientó hacia abajo el rumbo de su saeta, pero
Malfoy le llevaba muchísima ventaja.
Todos apretaron las manos y los dietes esperando a saber que pasaría,
parecía que ese sería el momento decisivo de todo el partido, seria Draco o
Harry quien posara sus manos sobe la snitch, esperaban con ansias averiguar
para quien iría la copa.
—¡Vamos!, ¡vamos!, ¡vamos! —dijo para espolear a la
escoba. Ya reducía la distancia...
Harry se pegó al palo de la escoba cuando Bole le
lanzó una bludger... estaba ya ante los tobillos de Malfoy... a su misma
altura...
Harry se echó hacia delante, soltando las dos manos
de la escoba. Desvió de un golpe el brazo de Malfoy y..
—¡SÍ!
Según lo leído parecía que fue Harry el que la consiguió, sin embargo
todos aguardaron expectantes la confirmación de la victoria o la derrota.
Recuperó la horizontal, con la mano en el aire, y el
estadio se vino abajo. Harry sobrevoló a la multitud con un extraño zumbido en
los oídos. La pequeña pelota dorada estaba fuertemente sujeta en su puño,
batiendo las alas desesperadamente contra sus dedos.
-¡¡SI!!- fue el grito generalizado cuando confirmaron que había
ganado.
El gran comedor se llenó de algarabía, estaban festejando como si en
verdad estuvieran en ese momento, Gryffindor, Slytherin y Hufflepuff festejaban
alegres mientras que los de Slytherin bufaban molestos, aunque tal vez lo que
más les disgustaba era que estuvieran festejando esa victoria que ni siquiera
había pasado.
Por su lado los profesores veían con cierta retribución a los
estudiantes, McGonagall, aunque también estaba animada para celebrar trataba de
devolver el orden al comedor, el único que no parecía tener la intención de
intervenir era el profesor Dumbledore que sonreía afablemente viendo toda esa
escena.
Después de poco más de una hora de gritos, festejos, abrazos (como los
de James a Harry que se sintió un poco incómodo) y de una nueva demostración de
los productos de fiestas de sortilegios Weasley la calma regreso pro fin al
gran comedor.
-Bien, ya que por fin se van comportar como se debe- fue McGonagall la
primera en hablar.
-No se moleste profesora, ilusos usted debió sentirse feliz que…
-Me complace que ganaran la copa joven Black- le interrumpió- pero ese
partido no pasara hasta dentro de muchos años y en este momento tenemos cosas
más importantes en las cuales enfocarnos. Joven Potter, por favor continúe
leyendo.
-Si profesora- respondió James “S” volviendo al libro.
Wood se acercó a él a toda velocidad, casi cegado
por las lágrimas; cogió por el cuello a Harry y sollozó en su hombro
irrefrenablemente. Harry sintió dos golpes en la espalda cuando Fred y George
se acercaron. Luego oyó las voces de Angelina, Alicia y Katie:
—¡Hemos ganado la copa! ¡Hemos ganado la copa!
-Sí, y todo gracias a mi hijo- grito James mientras se ponía de pie.
-¡Señor Potter!- McGonagall levanto la voz- no cree que ya ha
festejado bastante por un día- quería intervenir antes que volvieran a hacer un
revuelo como el anterior.
-No cuando se trata de mi hijo- aseguro James volviendo a tomar
asiento- pero podemos posponer el festejo para después.
Atrapado en un abrazo colectivo, el equipo de
Gryffindor bajó a tierra dando gritos con la voz quebrada.
Los grupos de hinchas del equipo escarlata saltaban
ya las barreras y entraban en el terreno de juego. Multitud de manos palmeaban
las espaldas de los jugadores. Harry estaba aturdido por el ruido y la multitud
de cuerpos que lo apretaban.
Harry tuvo el súbito recuerdo de lo que ocurrió al final de la batalla
de Hogwarts, no pudo evitar relacionar las dos escenas pensando que ese tipo de
demostración de afecto no era precisamente lo suyo, aunque no podía negar que
de cierta forma se sentía bien.
La afición los subió en hombros a él y al resto del
equipo. Cuando pudo ver algo, vio a Hagrid cubierto de escarapelas rojas:
—¡Los has vencido, Harry! ¡Los has vencido! ¡Cuando
se lo cuente a Buckbeak...!
Allí estaba Percy, dando saltos como un loco,
olvidado de su dignidad.
El joven no pudo evitar sonrojarse en ese momento, la emoción fue más
de la podía controlar.
-Fue grandioso ver así a nuestro hermano, era agradable saber que se
podía relajar de esa manera- comento Fred.
-En lo personal lo vi extraño y algo tétrico- agrego George- pero aun
así lamento no haber tenido una cámara para inmortalizar el momento.
-Bueno, tal vez yo tenga algo, entre mis cosas- comentó Colín llamando
la atención- pero no aseguro que se vea su hermano.
-Genial, después veremos tus fotos a ver si encontramos algo- aseguro
Fred divertido, en verdad le gustaría tener pruebas de esa faceta de su hermano
La profesora McGonagall sollozaba incluso más
sonoramente que Wood, y se secaba los ojos con una enorme bandera de
Gryffindor.
Varios de los preses sonrieron divertidos, eran por momentos como esos
que la profesora se había ganado el aprecio de muchos estudiantes.
Y allí, abriéndose camino hacia Harry; se
encontraban Ron y Hermione. No podían articular palabra. Se limitaron a sonreír
mientras Harry era conducido a las gradas, donde Dumbledore esperaba de pie,
con la enorme copa de quidditch.
-Aún recuerdo nuestro primer campeonato- comentó James- eso está entre
los die mejores momentos de mi vida hasta ahora.
-¿Y cuáles son los otros nueve?- le pregunto Sirius.
-Muchos de ellos son muy personales así que olvídate de que te los
cuente- aseguro James.
Si hubiera habido un dementor por allí... Mientras
Wood le pasaba la copa a Harry, sin dejar de sollozar; mientras la elevaba en
el aire, Harry pensó que podía materializar al patronus más robusto del mundo.
-Es el final- informo James “S”- en verdad fue un partido muy
emocione.
-Y la fiesta de esa noche fue la mejor de en mucho tiempo- aseguro
angelina ante la sonrisa de los jóvenes de esa época.
-Hasta que la profesora llego y nos mandó a dormir- agrego Alicia.-
aun así eso no disminuyo nuestra alegría.
-Bien creo que sería bueno que continuáramos- comento Remus poniéndose
de pie- me permites- le solicitó el libro a James “S” que se lo paso sin
dudarlo.
Omg amo este cap lo a-m-o sigueeee
ResponderEliminarMe complace que te guste, ya continúo.
EliminarNo podrías actualizar el próximo capítulo más pronto???
ResponderEliminarLo siento, pero no puedo, ya actualizo.
Eliminarñaaaa! me encanto el capitulo!!
ResponderEliminarojala llegue pronto el próximo martes para seguir leyendo :3 quiero llegar al capitulo en que se enteran de la verdad, para ver las reacciones =P
Qué bueno que te guste.
EliminarPues ya es martes, así que ya actualizare.
Espero les complazca lo que se me ocurra cuando se enteren de la verdad.
Me encanta tu historia, la manera con la que juegas con los personajes, pero sin duda alguna, me encanta como has manejado las historia de Remus y Tonks, se me hace tan tierno y gracioso a la vez y lo mejor son los comentarios que Sirius dice para avergonzarlos son fantasticos. No dejes de poner situaciones como esas, son mis partes favoritas de la historia. Por cierto y como bien dijo Sirius hace unos capitulos atras, todos quisieramos saber más de la relación de Tonks y Remus, porque desafortunadamente en los libros casí no se hace ninguna mención de eso y yo quisiera ver las reacciones de todos al leer lo que escribio JK acerca de su relación en la biografía que hizo de Remus.Ojalá pudieras incluir esa parte en la historia sería muy divertido y algo que yo siempre he querido ver, pues nunca he visto un fic donde lean la historia de Lupin con Nymphadora, de verdad espero que puedas hacerlo porfa, te lo agradeceré mucho y no solo yo, de eso estoy segura. Actualiza pronto. Cuidate mucho y sigue escribiendo así.
ResponderEliminarQué bueno que te guste.
EliminarPues que te digo, la relación de Remus y Tonks fue con lo que comencé a escribir, me agrada escribir de ellos, y los comentarios de Sirius siempre se me ocurren en el momento, no creo que deje de ponerlos.
Si he estado viendo posibilidades para incluir algo de su biografía y la relación entre Remus y Tonks en la historia, pero quiero trabajarlas un poco y sobre todo, esperar el momento más idóneo.
Ya actualizo y gracias.
Sigueeeeeeeee
ResponderEliminarYa actualizo.
EliminarMe a encantado este cap es genial :)
ResponderEliminarMe alegra que te guste.
EliminarYa actualizo.
porfavor siguela ya se acerca la verdad
ResponderEliminarYa continuo, si, ya casi llega el momento.
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