martes, 22 de septiembre de 2015

Capítulo 57.- Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta



-El siguiente capítulo se llama “Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta”- dijo con fuerza Bill.

Era tan absurdo que les costó un rato comprender lo que había dicho. Luego, Ron dijo lo mismo que Harry pensaba:

—Están ustedes locos.

Varios de los presentes estaban de acuerdo con dicha declaración, por otra parte, no creía que pondrían algo como eso en los libros, lo cual aumentaba la expectativa para que siguiera la lectura.

— ¡Absurdo! —dijo Hermione con voz débil.

— ¡Peter Pettigrew está muerto! ¡Lo mató hace doce años!

Señaló a Black, cuya cara sufría en ese momento un movimiento espasmódico.

—Tal fue mi intención —explicó, enseñando los dientes amarillos—, pero el pequeño Peter me venció. ¡Pero esta vez me vengaré!

-Sirius, no puedes hacer así las cosas- le reclamo Marlene- sé que debes sentir mucha rabia, pero debes aprender a controlarte.

-Me gustaría que fuera tan sencillo como eso- exclamo el animago.

Y dejó en el suelo a Crookshanks antes de abalanzarse sobre Scabbers; Ron gritó de dolor cuando Black cayó sobre su pierna rota.

— ¡Sirius, NO! —Gritó Lupin, corriendo hacia ellos y separando a Black de Ron—. ¡ESPERA! ¡No puedes hacerlo así! ¡Tienen que comprender! ¡Tenemos que explicárselo!

-Él tiene razón- aseguro Teddy- no puedes simplemente atacar y luego hablar, eso sencillamente no sirve.

—Podemos explicarlo después —gruñó Black, intentando desprenderse de Lupin y dando un zarpazo al aire para atrapar a Scabbers, que gritaba como un cochinillo y arañaba a Ron en la cara y en el cuello, tratando de escapar.

-¿Cómo puedes ser tan bruto?- le acuso Molly.

-Estoy molesto, no mido lo que hago- alego Sirius- pero descuida, a ron no le pasara nada porque cuando regresemos juro que…

-No jures nada Sirius- le interrumpió Marlene- no me importa lo que pase pero te obligare a pensar antes de hacer cualquier cosa- le aseguro la rubia, sabia de lo que era capaz si se dejaba guiar por la ira, y también sabía que es muy probable que después se arrepintiera de sus acciones.

— ¡Tienen derecho... a saberlo... todo! —Jadeó Lupin sujetando a Black—. ¡Es la mascota de Ron! ¡Hay cosas que ni siquiera yo comprendo! ¡Y Harry...! ¡Tienes que explicarle la verdad a Harry, Sirius!

Black dejó de forcejear; aunque mantuvo los hundidos ojos fijos en Scabbers, a la que Ron protegía con sus manos arañadas, mordidas y manchadas de sangre.

-Oh por Merlín- exclamo Molly- ojala que valga de algo todo lo que están haciendo- agrego, no eran heridas grabes, pero aun así le molestaba.

-Tranquila cariño, no es para tanto- le dijo Arthur.

—De acuerdo, pues —dijo Black, sin apartar la mirada de la rata—. Explícales lo que quieras, pero date prisa, Remus. Quiero cometer el asesinato por el que fui encarcelado...

James,  Marlene y Andrómeda negaron con la cabeza, era exasperante que alguien tan querido para ellos actuara de semejante manera, les preocupaba que pasaría con el sí cumplía con su amenaza, por otro lado, ese capítulo como el anterior no solo revelaban cosas de Remus, sino también de Sirius, ya muchos de los presentes no se imaginaban que el joven pudiera ser tan siniestro.

—Están locos los dos —dijo Ron con voz trémula, mirado a Harry y a Hermione, en busca de apoyo—. Ya he tenido bastante. Me marcho.

-Con esa pierna lastimada tendrás que escuchar te guste o no- comento Hugo.

Intentó incorporarse sobre su pierna sana, pero Lupin volvió a levantar la varita apuntando a Scabbers.

—Me vas a escuchar hasta el final, Ron —dijo en voz baja—. Pero sujeta bien a Peter mientras escuchas.

— ¡NO ES PETER, ES SCABBERS! —gritó Ron, obligando a la rata a meterse en su bolsillo delantero, aunque se resistía demasiado.

-Aunque aun así debemos de aceptar que está demostrando más resistencia de la habitual para escapar- comento Kingsley.

-Es evidente que quiere escapar, la pregunta sería ¿Por qué?- agrego Alastor que no consideraba que los jóvenes del libro solo dijeran locuras.

Ron perdió el equilibrio. Harry lo cogió y lo tendió en la cama. Sin hacer caso de Black, Harry se volvió hacia Lupin.

—Hubo testigos que vieron morir a Pettigrew —dijo—. Toda una calle llena de testigos.

— ¡No vieron, creyeron ver! —respondió Black con furia, vigilando a Scabbers, que se debatía en las manos de Ron.

No podían evitar preguntarse qué tan cierto era lo que decía el oji gris, si lo fuera entonces demostraría un pésimo actuar del ministerio. Mientras que Remus James y Sirius se preguntaban como él pudo habérselas arreglado para escapar del animago con aparentemente tanta facilidad.

—Todo el mundo creyó que Sirius mató a Peter —confirmó Lupin—. Yo mismo lo creía hasta que he visto el mapa esta noche. Porque el mapa del merodeador nunca miente... Peter está vivo. Ron lo tiene entre las manos, Harry.

-Fue bueno que lo hiciéramos a prueba de animago- comento Sirius con molestia- de otra forma tal vez Remus nunca habría dejado de sospechar de mí.

Harry bajó la mirada hacia Ron, y al encontrarse sus ojos, se entendieron sin palabras: indudablemente, Black y Lupin estaban locos. Nada de lo que decían tenía sentido. ¿Cómo iba Scabbers a ser Peter Pettigrew? Azkabán debía de haber trastornado a Black, después de todo. Pero ¿por qué Lupin le seguía la corriente?

-Su apodo será lunático- comenzó James- pero él nunca perdería la cordura de semejante forma- aseguro el azabache.

-En tal caso solo queda una posibilidad, que ellos están diciendo la verdad como es- agrego Teddy.

Entonces habló Hermione, con una voz temblorosa que pretendía parecer calmada, como si quisiera que el profesor Lupin recobrara la sensatez.

—Pero profesor Lupin: Scabbers no puede ser Pettigrew... Sencillamente es imposible, usted lo sabe.

-Es justo porque lo sabe que lo dice- comento Harry- el problema es que muy pocos sabían lo que él era.

-Eso es lo único malo de que fuéramos ilegales- comento por lo bajo James- de otra forma todos sabrían de ese maldito.

— ¿Por qué no puede serlo? —preguntó Lupin tranquilamente, como si estuvieran en clase y Hermione se limitara a plantear un problema en un experimento con grindylows.

—Porque si Peter Pettigrew hubiera sido un animago, la gente lo habría sabido. Estudiamos a los animagos con la profesora McGonagall. Y yo los estudié en la enciclopedia cuando preparaba el trabajo. El Ministerio vigila a los magos que pueden convertirse en animales. Hay un registro que indica en qué animal se convierten y las señales que tienen.

-Eso mismo- aseguro la joven de Ravenclaw- cualquiera sabría quiénes son o no animagos.

-Y como explicas lo de Sirius- aseguro Marlene- lo que pasa es que ustedes no los conocen.

Yo busqué «Profesora McGonagall» en el registro, y vi que en este siglo sólo ha habido siete animagos. El nombre de Peter Pettigrew no figuraba en la lista.

-Y supongo que tampoco figurara el nombre de Sirius Black- comento Rose- pero ya dijeron que era animago, no viste ese detalle- le pregunto a su madre.

-La verdad no- respondió la castaña- tal vez debí de haberlo visto.

No pasa nada- le restó importancia Ron- ya has hecho mucho por nosotros como para que exijamos que sepas cada pequeño detalle.

Iba a asombrarse Harry de la escrupulosidad con que Hermione hacía los deberes cuando Lupin se echó a reír.

— ¡Bien otra vez, Hermione! —dijo—. Pero el Ministerio ignora la existencia de otros tres animagos en Hogwarts.

La expresión de sorpresa de todos fue mas que evidente, mientras que James y Sirius sonreían con algo de suficiencia.

-Esperen, exactamente eso ¿qué quiere decir?- pegunto un joven de Gryffindor.

-Ilegales- exclamo en lo alto Marlene sonriendo con superioridad- ellos se convirtieron en animagos ilegales, por eso el ministerio no conoce nada de eso

-Pero eso es muy peligroso- aseguro Fudge- he de decir que hicieron algo muy irresponsable, ese tipo de transformación es muy problemática, si algo malo hubiera pasado, debieron haberlo informado…

-Si claro, sin duda confiarían en los que fomentaban los prejuicios contra su amigo- exclamo Teddy- no les contarían nada, en especial si no querían poner en riesgo el secreto de mi… de Remus- se corrigió- la única forma de hacerlo era de forma clandestina.

-Gracias por tu poyo pequeño- le agradeció Sirius, sin duda alguna en una parte de él tenía sangre de alborotador- además así es mucho más divertido que andando pidiendo permisos inútiles.

—Si se lo vas a contar; date prisa, Remus —gruñó Black, que seguía vigilando cada uno de los frenéticos movimientos de Scabbers—. He esperado doce años. No voy a esperar más.

Nuevamente muchos negaron por la impaciencia y actitud del animago, en especial porque muchos de ellos ya habían tomado interés a la historia que Remus quería relatar.

—De acuerdo, pero tendrás que ayudarme, Sirius —dijo Lupin—. Yo sólo sé cómo comenzó...

Lupin se detuvo en seco. Había oído un crujido tras él. La puerta de la habitación acababa de abrirse.

La mayoría vio ese detalle sin importancia, pero por su parte los tres merodeadores les resulto un poco extraño, más que nada porque ellos sabían con certeza que la casa no estaba embrujada como todos aun deberían suponerlo.

Los cinco se volvieron hacia ella. Lupin se acercó y observó el rellano.

—No hay nadie.

— ¡Este lugar está encantado! —dijo Ron.

—No lo está —dijo Lupin, que seguía mirando a la puerta, intrigado—. La Casa de los Gritos nunca ha estado embrujada. Los gritos y aullidos que oían los del pueblo los producía yo. —Se apartó el ceniciento pelo de los ojos.

-¡¿Tu producías todos esos ruidos?!- dijo con impresión Dora expresando lo que muchos pensaban- entonces toda esa leyenda de la casa de los gritos se originó por ti.

-Pero aguarden, si no eran espectros, ¿cómo es que los fantasmas no se acercaban a la casa?- pregunto Fred curioso.

-Por una petición mía- Respondió Dumbledore- solo unos cuantos fantasmas como Sir Nicolás saben lo que pasaba en la casa, a los demás les solicite que no se aproximaran a la casa ni que halaran de mi petición.

-Pero ¿Por qué?, el profesor Lupin no lo lastimaría, ya están muertos- interrogo George.

-Así evitábamos que les preguntaran algo al respecto, además, eso favorecía la historia de que la casa estaba embrujada- volvió a responder el director.

Meditó un instante y añadió—: Con eso empezó todo... cuando me convertí en hombre lobo. Nada de esto habría sucedido si no me hubieran mordido... y si no hubiera sido yo tan temerario.

-La misma historia de cada mes- comentó Sirius- bueno sobrina y Teddy, supongo que escucharan toda la historia se su amado y su papi de su propia boca.

Estaba tranquilo pero fatigado. Iba Ron a interrumpirle cuando Hermione, que observaba a Lupin muy atentamente, se llevó el dedo a la boca.

— ¡Chitón!

—Era muy pequeño cuando me mordieron —prosiguió Lupin—. Mis padres lo intentaron todo, pero en aquellos días no había cura.

-Un niño, ¿cuantos años tenías?- le pregunto Dora entristecida.

-Estaba por cumplir cinco años- respondió Remus para sorpresa de la gran mayoría.

-¡Cinco!, pero ¿cómo fue que te mordieron?- pregunto sin poder contenerse, después se sintió mal, eso podía ser algo difícil de recordar para el joven.

-Mi padre, trabajaba en una comisión para la regulación y control de las criaturas mágicas- respondió Lupin- él dijo algo que molesto a un licántropo y en venganza, me ataco.

-Lo siento Remus- se disculpó la joven cuyo cabello se tornó opaco- él, sabía mucho de esas cosas.

-No, su especialidad eran los boggarts- esta vez fue Dumbledore quien respondió- aun así, Lyall Lupin fue el único que reconoció al licántropo que ataco a Remus, cuando los demás solo lo consideraban un muggle vagabundo.

-Un grupo de idiotas- despotrico Sirius molesto- otro error más del bendito ministerio.

Como la conversación no llegaría a un ben término Bill decidió seguir leyendo la historia de Remus.

La poción que me ha estado dando el profesor Snape es un descubrimiento muy reciente. Me vuelve inofensivo, ¿os dais cuenta? Si la tomo la semana anterior a la luna llena, conservo mi personalidad al transformarme... Me encojo en mi despacho, convertido en un lobo inofensivo, y aguardo a que la luna vuelva a menguar. Sin embargo, antes de que se descubriera la poción de matalobos, me convertía una vez al mes en un peligroso lobo adulto. Parecía imposible que pudiera venir a Hogwarts. No era probable que los padres quisieran que sus hijos estuvieran a mi merced.

Varios de los presentes estaban de acuerdo  con la declaración del castaño, ni a ellos ni mucho menos a sus padres les hubiera gustado saber que estarían conviviendo con un licántropo, olvidando completamente el buen compañero con el que convivieron durante siete años, no obstante, nadie se atrevió a decir nada, la amenaza inminente de ser atacados por la metamorfomaga o alguno de los merodeadores los mantenía a raya.

Bill continuo narrando de como Dumbledore dijo que podría asistir al colegio con ciertas precauciones, de que la razón de plantar el sauce boxeador (plantando el año que entro como se lo recordó a Harry) fue para no entraran por el túnel que como la casa había sido construida para él, y de cómo lo sacaban una vez al mes. Además de como Harry escuchaba todo atentamente aun sin saber que tenía todo eso que ver y de los incesantes chillidos de la rata.

—En aquella época mis transformaciones eran... eran terribles. Es muy doloroso convertirse en licántropo.

Dora abrazo con fuerza a Remus, ella no sabía cuál doloroso era, pero había presenciado su transformación la otra noche, y nadie que lo hiciera podría decir que es algo fácil para pasar, en ese sentido tanto los merodeadores como el trio compartían el sentimiento, pues también han sido testigos de lo que era una transformación.

Se me aislaba de los humanos para que no los mordiera, de forma que me arañaba y mordía a mí mismo. En el pueblo oían los ruidos y los gritos, y creían que se trataba de espíritus especialmente violentos. Dumbledore alentó los rumores... Ni siquiera ahora que la casa lleva años en silencio se atreven los del pueblo a acercarse. Pero aparte de eso, yo era más feliz que nunca. Por primera vez tenía amigos.

-Algo muy preciado para usted- interrumpió Dumbledore- aún recuerdo cuando les dije que podrías venir a Hogwarts, tú saltabas de alegría mientras tu madre me comentaba que tu mayor sueño era tener amigos y compañeros de juego.

Ante tal declaración Remus se sonrojo notablemente por la vergüenza, nunca le había comentado eso a nadie, Dora por su parte sintió cariño por el joven al cual abrazo con más fuerza enternecida, James y Sirius sonrieron divertidos, pero nada que ver con su sonrisa de burla, oros como Teddy, Lily y demás lo vieron con comprensión mientras que otros más lo observaron con lastima, eso les aba una imagen en que pensar además del de prodigioso estudiante y la del licántropo.

Tres estupendos amigos: Sirius Black, Peter Pettigrew y tu padre, Harry, James Potter. Mis tres amigos no podían dejar de darse cuenta de mis desapariciones mensuales. Yo inventaba historias de todo tipo.

-Y bastantes estúpidas debo añadir- aseguro Sirius sonriendo.

-Al menos las ultimas, porque las primeras fueron un poco más creíbles- agrego James.

Les dije que mi madre estaba enferma y que tenía que ir a casa a verla...

-Esa fue de tus mentiras más decentes- hablo nuevamente Sirius- pero después de la quinta vez comenzó a perder credibilidad.

Me aterrorizaba que pudieran abandonarme cuando descubrieran lo que yo era. Pero al igual que tú, Hermione, averiguaron la verdad. Y no me abandonaron. Por el contrario, convirtieron mis metamorfosis no sólo en soportables, sino en los mejores momentos de mi vida. Se hicieron animagos.

— ¿Mi padre también? —preguntó Harry atónito.

-La duda ofende hijo mío- aseguró James sonriendo.

—Sí, claro —respondió Lupin—. Les costó tres años averiguar cómo hacerlo. Tu padre y Sirius eran los alumnos más inteligentes del colegio y tuvieron suerte porque la transformación en animago puede salir fatal. Es la razón por la que el Ministerio vigila estrechamente a los que lo intentan.

-Pero aun así, ¿por qué el que se volvieran animagos lo ayudaría?- pregunto una joven de Hufflepuff.

-Eso aparece en el libro, Bill continua- le solicito Hermione.

Peter necesitaba toda la ayuda que pudiera obtener de James y Sirius. Finalmente, en quinto, lo lograron.

-Peter siempre me pareció muy diferentes a ustedes- comento Marlene- como fue que se hicieron amigos.

-Fue por Remus- aseguro Sirius.

-Él siempre fue muy protector con chicos como él, tal vez por eso defendió a Neville en su primera clase- aseguro James- lástima que nada de eso le pareció importar a Peter- escupió al final.

-Ya James, te enfermaras si continuas así- le hablo Lily sobándole la espalda  a su novio.

Cada cual tuvo la posibilidad de convertirse a voluntad en un animal diferente.

—Pero ¿en qué le benefició a usted eso? —preguntó Hermione con perplejidad.

—No podían hacerme compañía como seres humanos, así que me la hacían como animales —explicó Lupin—. Un licántropo sólo es peligroso para las personas. Cada mes abandonaban a hurtadillas el castillo, bajo la capa invisible de James. Peter, como era el más pequeño, podía deslizarse bajo las ramas del sauce y tocar el nudo que las deja inmóviles. Entonces pasaban por el túnel y se reunían conmigo. Bajo su influencia yo me volvía menos peligroso. Mi cuerpo seguía siendo de lobo, pero mi mente parecía más humana mientras estaba con ellos.

-Siempre juntos, no importara que- comento Lily con media sonrisa, ella eventualmente averiguo lo que intentaban, aunque no estuvo seguro si lo lograron hasta hace poco que se lo confesaron, y más aun cando le dijeron sus motivos, tal vez podían estar muy locos, pero eran nobles, de eso no había duda.

—Date prisa, Remus —gritó Black, que seguía mirando a Scabbers con una horrible expresión de avidez.

-Y el siempre igual de impaciente- aseguro Marlene- todo debe de hacerlo a su tiempo.

-No creas que es tan fácil cambiarme- le aseguro Sirius.

—Ya llego, Sirius, ya llego... Al transformarnos se nos abrían posibilidades emocionantes. Abandonábamos la Casa de los Gritos y vagábamos de noche por los terrenos del colegio y por el pueblo. Sirius y James se transformaban en animales tan grandes que eran capaces de tener a raya a un licántropo. Dudo que ningún alumno de Hogwarts haya descubierto nunca tantas cosas sobre el colegio como nosotros.

-Al menos hasta su época me atrevería a decir- comento Dumbledore viendo sonriente al trio del futuro.

Y de esa manera llegamos a trazar el mapa del merodeador y lo firmamos con nuestros apodos: Sirius era Canuto, Peter Colagusano y James Cornamenta.

— ¿Qué animal...? —comenzó Harry, pero Hermione lo interrumpió:

-No creo que sea momento para hablar de eso- aseguro James- aunque me gustaría que supieras un poco más de mí.

— ¡Aun así, era peligroso! ¡Andar por ahí, en la oscuridad, con un licántropo! ¿Qué habría ocurrido si les hubiera dado esquinazo a los otros y mordido a alguien?

Varios de los presentes asintieron vigorosamente, era lo único que podían hacer, algunos sintieron un leve escalofrió al pensar que un licántropo y tres animales se ponían a correr en los terrenos cuando ellos dormían.

—Ése es un pensamiento que aún me reconcome —respondió Lupin en tono de lamentación—. Estuve a punto de hacerlo muchas veces. Luego nos reíamos. Éramos jóvenes e irreflexivos. Nos dejábamos llevar por nuestras ocurrencias. A menudo me sentía culpable por haber traicionado la confianza de Dumbledore.

-Siempre se ponía si después de cada luna llena- comento Sirius recordando a su amigo diciéndoles que eso ya no podía pasar y que ya no podían acompañarlo el mes siguiente.

-Y muchas de esas veces terminaron hablando de eso en la enfermería- aseguró Lily.

-Fue algo muy estúpido- aseguro una joven de Gryffindor- si en una de esas los hubiera mordido ustedes pudieron…

-No atacaba animales que no oíste- le reclamo James- demás Remus no es tan salvaje como ustedes creen- agrego.

Me había admitido en Hogwarts cuando ningún otro director lo habría hecho, y no se imaginaba que yo estuviera rompiendo las normas que había establecido para mi propia seguridad y la de otros. Nunca supo que por mi culpa tres de mis compañeros se convirtieron ilegalmente en animagos.

Pero el anciano en lugar de sentirse ofendido sonrió afablemente, si bien le precio algo realmente riesgoso no podía decir que le disgusta mucho, en parte porque en verdad lo consiguieron y por el punto al que se atrevieron a llegar para apoyar  su compañero, esa clase de lealtad era muy difícil de conseguir.

Pero olvidaba mis remordimientos cada vez que nos sentábamos a planear la aventura del mes siguiente. Y no he cambiado... —Las facciones de Lupin se habían tensado y se le notaba en la voz que estaba disgustado consigo mismo—. Todo este curso he estado pensando si debería decirle a Dumbledore que Sirius es un animago. Pero no lo he hecho.

-Y tal vez fue lo mejor- comento Teddy- de otra forma es posible que no terminan en esa circunstancias.

-Bueno, si atrapaban a Sirius por esa razón no reo que hayan tenido oportunidad de explicar su historia- le apoyo Albus.

¿Por qué? Porque soy demasiado cobarde. Decírselo habría supuesto confesar que yo traicionaba su confianza mientras estaba en el colegio, habría supuesto admitir que arrastraba a otros conmigo... y la confianza de Dumbledore ha sido muy importante para mí.

Remus bajo la vista con melancolía, su yo del libro sin duda pensaba de la misma forma que él.

-No te deprimas lunático- le hablo Sirius- no eres cobarde ni mucho menos.

-Eso dices- le respondió el castaño- la verdad es que sigo siendo yo, y los pensamientos que expresa los he sentido mas de una vez.

Me dejó entrar en Hogwarts de niño y me ha dado un trabajo cuando durante toda mi vida adulta me han rehuido y he sido incapaz de encontrar un empleo remunerado debido a mi condición. Y por eso supe que Sirius entraba en el colegio utilizando artes oscuras aprendidas de Voldemort y de que su condición de animago no tenía nada que ver...

-Aun así al final resulto ser algo bueno- comento Andrómeda- como dijo mi nieto, de esa forma por lo menos podrán saber la verdad de las cosas.

Así que, de alguna manera, Snape tenía razón en lo que decía de mí.

— ¿Snape? —dijo Black bruscamente, apartando los ojos de Scabbers por primera vez desde hacía varios minutos, y mirando a Lupin—. ¿Qué pinta Snape?

—Está aquí, Sirius —dijo Lupin con disgusto—. También da clases en Hogwarts. —Miró a Harry, a Ron y a Hermione

-Para desgracia de la gran mayoría de estudiantes- aseguro Fred- la verdad nunca debió de tener un puesto en el colegio, el conocía la historia de Snape como todos los que sobrevivieron  la última batalla, pero aun así le guardaba algo de antipatía por todos esos años.

-Podrían echarlo a cualquier otra parte menos al colegio dando clase, todos nosotros estriamos agradecidos- agrego George.

—. El profesor Snape era compañero nuestro. —Se volvió otra vez hacia Black—: Ha intentado por todos los medios impedir que me dieran el puesto de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Le ha estado diciendo a Dumbledore durante todo el curso que no soy de fiar. Tiene motivos... Sirius le gastó una broma que casi lo mató, una broma en la que me vi envuelto.

Snape bufo molesto, como le hubiera gustado revelar la verdad de su condición y fastidiar ese maldito grupo, si no fuera por Dumbledore.

-Tu no tuviste nada que ver- aseguro James- no tiene ningún motivo más que el rencor injustificado que tiene-   obviamente Severus estaba en completo desacuerdo.

—Le estuvo bien empleado. —Black se rió con una mueca—. Siempre husmeando, siempre queriendo saber lo que tramábamos... para ver si nos expulsaban.

-Aun así nunca deviene hacer algo como eso- seguro el azabache.

-Por lo visto un no me perdonas por eso e cornamenta- respondió el animago.

—Severus estaba muy interesado por averiguar adónde iba yo cada mes —explicó Lupin a los tres jóvenes—. Estábamos en el mismo curso, ¿sabéis? Y no nos caíamos bien. En especial, le tenía inquina a James. Creo que era envidia por lo bien que se le daba el quidditch...

-Y en especial por Lily- seguro Alice- siempre estando atrás de ella gritando lo que sentía.

-Y sin duda fue peor cuando ella comenzó a sentir cariño por él- añadió Marlene- lo fue más y más evidente conforme pasaba el tiempo- termino logrando que la pelirroja se sonrojara levemente.

De todas formas, Snape me había visto atravesar los terrenos del colegio con la señora Pomfrey cierta tarde que me llevaba hacia el sauce boxeador para mi transformación. Sirius pensó que sería divertido contarle a Snape que para entrar detrás de mí bastaba con apretar el nudo del árbol con un palo largo. Bueno, Snape, como es lógico, lo hizo.

-¿En verdad?- exclamo Andrómeda- eso va más allá de una simple broma Sirius- agrego en reproche la mujer.

-No es de extrañar que incluso James y Remus estén molestos contigo por eso- agrego Ted.

Si hubiera llegado hasta aquí, se habría encontrado con un licántropo completamente transformado. Pero tu padre, que había oído a Sirius, fue tras Snape y lo obligó a volver, arriesgando su propia vida.

-Salvando su maldito pellejo- espeto de inmediato Snape

-Eso lo dices por tu maldito rencor- Le reclamo James.

-Arrogante como siempre, siempre actuando como un héroe cuando no lo eres- aseguro.- es ·"broma” es prueba de...

 -Ni yo ni Remus consideramos eso como un broma, nosotros nunca…

-¡Nunca!- le interrumpió- y ¿qué hay de Mulciber?

-¡Ese fue un castigo porque prácticamente estaba torturando a Mary!- esta vez fue James el que interrumpió, varios de los presentes recordaban ese incidente, incluida la propia Mary- nosotros no éramos santos pero nunca actuamos como tus mortifagos amigos cuando solo para divertirnos- eso era tan similar a lo que Lily le había dicho hace tiempo que no pudo evitar sentirse molesto.

.-Aun así, fueron ustedes…

-Tú también fuiste el culpable, pero eres tan irracional e idiota que no lo vez- en esta ocasión fue Lily quien le interrumpió.

-Pero Lily…

-Ustedes siempre estuvieron peleando y aun si decidiste hacer todo lo que Sirius te dijo, fueron tus acciones las que te pusieron en riesgo, las que casi te matan, pero eres incapaz de ver tus propios errores como siempre- agrego con frialdad, eso fue suficiente para poder desarmarlo.

Aunque Snape me entrevió al final del túnel. Dumbledore le prohibió contárselo a nadie, pero desde aquel momento supo lo que yo era...

—Entonces, por eso lo odia Snape —dijo Harry—. ¿Pensó que estaba usted metido en la broma?

—Exactamente —admitió una voz fría y burlona que provenía de la pared, a espaldas de Lupin.

Severus Snape se desprendió de la capa invisible y apuntó a Lupin con la varita.

-Con un demonio- espeto Sirius- no pudo haber llegado en peor momento.

-Es el final del capítulo- informo Bill.

-Lógico- aseguro Marlene solicitándole el libro al pelirrojo- fue buena idea del profesor haber pospuesto la lectura, no creo haber soportado la incertidumbre de habernos quedado aquí.

-Y yo soy el impaciente

-Cállate animal- le recrimino la rubia a Sirius mientras le daba vuelta a la hoja para continuar.



6 comentarios:

  1. Ya casi se acaba este libro no se si estar truste o feliz por eso.... si creo que estoy un poquis obcesionada con esto pero no importa es tu culpa por escribir tan jopidamente bien.... sigue cuando puedas por favor

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    1. Sí, ya casi llegamos al final del libro, pero solo apenas estamos llegando a la mitad de la saga, tristeza cuando terminemos.
      Me alegra que te guste como escribo.
      Ya actualizo.

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  2. Wow... como dice Dany, ya estamos en la recta final solo faltan 4 capítulos para finalizar este libro, y la verdad, ya quiero ver como reaccionan ante el giratiempo de Mionie, así como que dice Lily sobre el torneo de los "4" magos, ajajajaja

    La verdad es que el proximo libro se me hizo muy emocionante, pero sufri mucho con la muerte de Diggory, fue horrible, y obviamente por el regreso de Voldy... pero veamos como entras en el tema y lo haces tuyo, veamos pues en el futuro como narras lo que pasó con c/u de ellos, y espero que Teddy (mayor) ya le diga a Remus que él es su padre.

    Ahhh

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    1. Si, solo un par de capítulos más y terminamos.
      La reacción a lo el giratiempo pronto aparecerá, pero en cuanto a lo de Lily bueno, sería muy fuerte para ella cuando el nombre de Harry salga del cáliz. ni que decir de su encuentro contra Voldemort en el cementerio.
      Y lo del pobre Cedric, cuando se entere de su propia muerte.
      Espero con ansias llegar a esos capítulos tan intensos.
      Busco el mejor momento para que Remus se entere de la vedad, espero que sea de su agrado lo que se ocurra.
      Ya actualizo.

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