martes, 13 de octubre de 2015

Capítulo 60.- Más lechuzas mensajeras




-Bueno, el ultimo capitulo se titula, “más lechuzas mensajeras”- leyó con fuerza Andrómeda.

-Qué extraño título- comento Sirius- pero si hablaran de lechuzas entonces será un capitulo tranquilo.

-Algo así- atajo Harry- como dijo Andrómeda, solo cerraremos los acontecimientos.

— ¡Harry! —Hermione le tiraba de la manga, mirando el reloj—. Tenemos diez minutos para regresar a la enfermería sin ser vistos. Antes de que Dumbledore cierre la puerta con llave.

-Sería desastroso que no consiguieran llegar a tiempo- comento Lily.

-Una razón más para que conozcan bien los pasillos del castillo- comento James-  si Remus no les hubiera quitado el mapa sería más fácil- agrego viendo al susodicho.

-Si no les hubiera confiscado el mapa no me habría percatado de la aparición de Peter- se defendió el oji miel- y creo que sabes que hubiera pasado de no haberlo hecho.

-Es curiosos como las cosas se acomodan- comentó Seamus- aunque creo que hubiera podido haber terminado mejor.

—De acuerdo —dijo Harry, apartando los ojos del cielo—, ¡vamos!

Entraron por la puerta que tenían detrás y bajaron una estrecha escalera de caracol. Al llegar abajo oyeron voces. Se arrimaron a la pared y escucharon. Parecían Fudge y Snape. Caminaban aprisa por el corredor que comenzaba al pie de la escalera.

-Huy, la decepción les va a golpear con mucha fuerza- comentó Fabián- me pregunto cómo reaccionaran.

-Snape de seguro se enfurecerá- dijo Gideon- perderá todo su júbilo de una sola vez- agrego con una sonrisa 

—... Sólo espero que Dumbledore no ponga impedimentos —decía Snape—. ¿Le darán el Beso inmediatamente?

-¡Tu maldito…!- comenzó el animago.

-¡Tranquilo Sirius!- le interrumpió Marlene- ya tendrá su merecido, no empieces una pelea- le solicito.

—En cuanto llegue Macnair con los dementores. Todo este asunto de Black ha resultado muy desagradable. No tiene ni idea de las ganas que tengo de decir a El Profeta que por fin lo hemos atrapado.

-No lo conseguirá- dijo Scorpius con cierto tono burlón.

Supongo que querrán entrevistarle, Snape... Y en cuanto el joven Harry vuelva a estar en sus cabales, también querrá contarle al periódico cómo usted lo salvó.

-Y un cuerno- exclamo James- ni estaba confundido ni mucho menos le dirigiría alguna palabra en alabanza hacia a él- aseguro- al menos en ese tiempo.

-¿Acaso crees que el cachorro diría algo bueno de él?- dijo con suma extrañeza considerando que eso nunca pudiera  ocurrir

-Le puso su nombre a uno de sus hijos- respondió James señalando a Albus- algo debió de cambiar en algún momento.

-Pues nos gustaría saber que fue eso que lo cambio- dijo Rose expresando lo que la mayoría de los del futuro pensaban.

-Ya lo verán, pero será hasta el final de todo-  aseguro Harry.

Harry apretó los dientes. Entrevió la sonrisa hipócrita de Snape cuando él y Fudge pasaron ante el lugar en que estaban escondidos. Sus pasos se perdieron. Harry y Hermione aguardaron unos instantes para asegurarse de que estaban lejos y echaron a correr en dirección opuesta. Bajaron una escalera, luego otra, continuaron por otro corredor y oyeron una carcajada delante de ellos.

— ¡Peeves! —Susurró Harry, asiendo a Hermione por la muñeca—. ¡Entremos aquí!

-Demonios, en que buenos momentos se encuentran con él- comento Fred.

-Que en su mayoría no hay un buen momento para encontrarlo- agrego George.

-Siempre que está presente significa algún problema y es casi seguro que fastidiara a alguien- aseguro Neville.

Corrieron a toda velocidad y entraron en un aula vacía que encontraron a la izquierda. Peeves iba por el pasillo dando saltos de contento, riéndose a mandíbula batiente.

— ¡Es horrible! —Susurró Hermione, con el oído pegado a la puerta—. Estoy segura de que se ha puesto así de alegre porque los dementores van a ejecutar a Sirius... —Miró el reloj—. Tres minutos, Harry.

-Ya no me cae tan bien- aseguró Sirius.

-Es su naturaleza ser así- comento Marlene con tono lastimero- es por eso que ni siquiera los fantasmas lo soportan.

-Aunque en ocasiones podría ser útil- agrego Ron, el como todos ha tenido problemas con él, pero sin duda fue de los queridos cuando Umbridge estaba a dentro del colegio.

Aguardaron a que la risa malvada de Peeves se perdiera en la distancia. Entonces salieron del aula y volvieron a correr.

—Hermione, ¿qué ocurrirá si no regresamos antes de que Dumbledore cierre la puerta? —jadeó Harry.

—No quiero ni pensarlo —dijo Hermione, volviendo a mirar el reloj—. ¡Un minuto! —Llegaron al pasillo en que se hallaba la enfermería—. Bueno, ya se oye a Dumbledore —dijo nerviosa Hermione—. ¡Vamos, Harry!

-Rápido, o si no los dejaran afuera- apremio Alice.

-Pero tengan cuidado de no verse antes de que regresen el tiempo- agrego Marlene.

-No podrán, antes tendrían que pasar a Dumbledore y no los dejaría entrar hasta estar seguro que se fueron- aseguró Frank.

-Fue bueno que el profesor supiera del giratiempo de mamá- comento Rose- aun no creo que fuera muy justo que les confiara hacer eso.

-Es lo mismo que el profesor ha hecho desde el primer libro- comento con cierto tono de reproche Lily viendo en dirección a Dumbledore.

Ya lo había dicho su hijo en el primer libro, no parecía casualidad que descubriera y le explicara lo del espejo de oesed, pero como su hijo estaba frente a ella no reprimiría al director como debiera, solo le quedaba esperar que esos trances por los que Dumbledore parecía guiarlo sirvieran para algo.

Siguieron por el corredor cautelosamente. La puerta se abrió. Vieron la espalda de Dumbledore.

—Os voy a cerrar con llave —le oyeron decir—. Son las doce menos cinco. Señorita Granger; tres vueltas deberían bastar. Buena suerte.

-Llegaron con el tiempo justo- comento George- la verdad es que ustedes tienen una suerte.

-Siempre es o muy buena o simplemente fatal- termino Fred.

-Gracias, no nos habíamos dando cuenta- exclamo con ironía Ron consiguiendo la risa de algunos.

Dumbledore salió de espaldas de la enfermería, cerró la puerta y sacó la varita para cerrarla mágicamente.

Unos pocos realizaron exclamaciones de miedo, si cerraba la puerta antes de que entraran no serviría de nada.

Asustados, Harry y Hermione se apresuraron. Dumbledore alzó la vista y una sonrisa apareció bajo el bigote largo y plateado.

— ¿Bien? —preguntó en voz baja.

— ¡Lo hemos logrado! —dijo Harry jadeante—. Sirius se ha ido montado en Buckbeak...

-Por fortuna- comento Charlie- no fue fácil conseguirlo pero los pudieron salvar a los dos.

Dumbledore les dirigió una amplia sonrisa.

—Bien hecho. Creo... —Escuchó atentamente por si se oía algo dentro de la enfermería—. Sí, creo que ya no estáis ahí dentro. Entrad. Os cerraré.

-Ahora parecerá que nunca salieron- comento James “S”- es casi un crimen perfecto.

-¡James!- le reclamo Lily “L”

-¿Qué hermanita?, hicieron lo correcto al rescatarlo, pero desde otro punto de vista ayudaron a un criminal a escapar- se defendió el chico.

-Pero ciertamente tendrán una coartada prácticamente perfecta- comento Scorpius- siempre y cuando nadie más sepa del giratiempo.

-No, solo ellos lo saben- aseguro Hermione.

-Por eso digo que habría sido genial que Lily y yo hubiéramos aprovechado su giratiempo para…

-Para nada James- le detuvo de inmediato la pelirroja, no sería bueno dejarle expresar todo lo que su mente estaba conjurando.

Entraron en la enfermería. Estaba vacía, salvo por lo que se refería a Ron, que permanecía en la cama. Después de oír la cerradura, se metieron en sus camas. Hermione volvió a esconder el giratiempo debajo de la túnica. Un instante después, la señora Pomfrey volvió de su oficina con paso enérgico.

— ¿Ya se ha ido el director? ¿Se me permitirá ahora ocuparme de mis pacientes?

-Y ahora tendrán de testigo  a la señora Pomfrey, nadie podría acusarlos de liberar a Sirius- comento Neville.

-Ho, si nos pueden acusar, pero no tendrán ninguna prueba de que lo hicimos- aseguro Harry recordando la reacción de Snape.

Estaba de muy mal humor. Harry y Hermione pensaron que era mejor aceptar el chocolate en silencio. La señora Pomfrey se quedó allí delante para asegurarse de que se lo comían. Pero Harry apenas se lo podía tragar.

-No debería quejare- comento Teddy.

-No todos aprecian como nosotros la oportunidad de comer chocolate- le aseguro Dora.

-Aun así ellos tuvieron tres horas para reponerse de lo que les hicieron los dementores- atajo Remus- aunque estuvieran corriendo por todo el catillo.

-La verdad es que les serviría otros cuidados diferentes- apoyo Lily- pero ella no sabe nada, para la señora Pomfrey ellos acaban de pasar por el ataque esas cosas.

 Hermione y él aguzaban el oído, con los nervios alterados. Y entonces, mientras tomaban el cuarto trozo del chocolate de la señora Pomfrey, oyeron un rugido furioso, procedente de algún distante lugar por encima de la enfermería.

-Ya descubrieron que escapo- comento James- sin duda Snape de estará furioso- dijo con media sonrisa en el rostro, no quería ser malo, pero después de la amenaza de que le dieran el beso a sus dos mejores amigos, le agradaba la idea que se callera de su nube tan estrepitosamente.

— ¿Qué ha sido eso? —dijo alarmada la señora Pomfrey.

Oyeron voces de enfado, cada vez más fuertes. La señora Pomfrey no perdía de vista la puerta.

— ¡Hay que ver! ¡Despertarán a todo el mundo! ¿Qué creen que hacen?

-No está pensando, solo se está dejando llevar por su enojo- aseguro Ted.

Harry intentaba oír lo que decían. Se aproximaban.

—Debe de haber desaparecido, Severus. Tendríamos que haber dejado a alguien con él en el despacho. Cuando esto se sepa...

-Fue bueno que no lo hicieran, pero sin duda lo más razonable sería que alguien estuviera vigilándolo- comento Frank.

-Estaban muy confiados en que lo habían atrapado- aseguro Victoire- eso jugo a su favor.

— ¡NO HA DESAPARECIDO! —bramó Snape, muy cerca de ellos—. ¡UNO NO PUEDE APARECER NI DESAPARECER EN ESTE CASTILLO! ¡POTTER TIENE ALGO QUE VER CON ESTO!

-Eso es verdad- comento Severus.

-Lo conoces muy bien- comento James risueño- pero lastimosamente no podrás comprobar nada- aseguro.

—Sé razonable, Severus. Harry está encerrado.

¡PLAM!

La puerta de la enfermería se abrió de golpe. Fudge, Snape y Dumbledore entraron en la sala con paso enérgico. Sólo Dumbledore parecía tranquilo, incluso contento. Fudge estaba enfadado, pero Snape se hallaba fuera de sí.

Los merodeadores sonrieron ante eso, pocas veces habían logrado poner a Severus así de molesto, y a pesar de todo, les parecía divertido que en esta ocasión Harry lo hubiera conseguido, en especial porque en esta ocasión no había forma en que pudiera acusarlo.

— ¡CONFIESA, POTTER! —vociferó—. ¿QUÉ ES LO QUE HAS HECHO?

— ¡Profesor Snape! —chilló la señora Pomfrey—, ¡contrólese!

—Por favor, Snape, sé razonable —dijo Fudge—. Esta puerta estaba cerrada con llave. Acabamos de comprobarlo.

-Eso no convencerá a Severus- comento Remus- todo aquel que conozca lo suficiente a esos tres estarían de acuerdo con él- dijo viendo con cierta diversión al trio que le respondieron con una sonrisa.

— ¡LE AYUDARON A ESCAPAR, LO SÉ! —gritó Snape, señalando a Harry y a Hermione. Tenía la cara contorsionada. Escupía saliva.

— ¡Tranquilícese, hombre! —Gritó Fudge—. ¡Está diciendo tonterías!

— ¡NO CONOCE A POTTER! —Gritó Snape—. ¡LO HIZO ÉL, SÉ QUE LO HIZO ÉL!

-Ciertamente no tenía ni la más minia idea de cómo era- acepto Fudge, su yo del libro parecía querer protegerlo, pero era evidente que el chico no era tan frágil como suponía.

—Ya vale, Severus —dijo Dumbledore con voz tranquila—. Piensa lo que dices. Esta puerta ha permanecido cerrada con llave desde que abandoné la enfermería, hace diez minutos.

Severus volteo a ver al anciano director, lo miro con cierto rencor pues aparte de haber sido participe del escape de Black, sino que la forma en que halaba parecía que se mofaba de él, eso sin decir de como quedaría su imagen para los demás.

Señora Pomfrey, ¿han abandonado estos alumnos sus camas?

— ¡Por supuesto que no! —dijo ofendida la señora Pomfrey

-Obviamente- comento Dora- ella siempre se toma muy en serio el cuidado de sus pacientes- aseguro, y todos los que habían pasado cierto tiempo con ella asintieron a su afirmación.

-Tú debes conocerlo muy bien verdad Teddy- le dijo Sirius- supongo que tu pasas mucho tiempo ahí también no

-He, la verdad no- respondió el chico.

-¡En serio!- dijo con impresión- si tus padres pasaron la mitad de su vida del colegio en la enfermería.

-Bueno, Dora lo hace porque es un poco torpe- atajo James ganándose una mirada severa de la chica- pero Remus lo hacía por lo de la luna llena, sin eso no estaría tanto tiempo ahí- agregó sintiéndose un poco raro al poder hablar abiertamente de la condición de su amigo.

-Miren quienes hablan- exclamo Dora- ustedes casi tuvieron camas propias en la enfermería- les acuso.

-¿Y tú como sabes eso sobrina?

-A todos nos ha quedado claro que pasaban mucho tiempo en la enfermería- comento Neville.

-Es evidente que nunca se quedaban quietos, se lastimaban más que alguien normal- termino Albus.

—. ¡He estado con ellos desde que usted salió!

—Ahí lo tienes, Severus —dijo Dumbledore con tranquilidad—. A menos que crea que Harry y Hermione son capaces de encontrarse en dos lugares al mismo tiempo, me temo que no encuentro motivo para seguir molestándolos.

-Eso fue un poco sínico no lo cree profesor- comento Fabián cuyo tono de risa impedía que sus palabras parecieran un reproche.

-Pero aun así fue algo genial de su pare- agrego Gideon con la misma sonrisa que su gemelo.

Snape se quedó allí, enfadado, apartando la vista de Fudge, que parecía totalmente sorprendido por su comportamiento, y dirigiéndola a Dumbledore, cuyos ojos brillaban tras las gafas. Snape dio media vuelta (la tela de su túnica produjo un frufrú) y salió de la sala de la enfermería como un vendaval.

-¡En tu cara quejicus!

-¡Cierra la boca Black!- espeto Severus.

-Tu no aprendes verdad Sirius- dijo Marlene negando con la cabeza.

-¿Ahora que hice?- exclamo el oji gris.

-Si, tal vez recibió lo que se merecía y todo lo que quieras, pero ten en cuenta que eso podría traer problemas- aseguro Marlene- todo tiene consecuencias.

-Solo espero que no lo tome contra Harry- aseguró James mientras que Lily posaba la vista sobre su antiguo amigo.

Harry solo sonrió con cierta tristeza, porque en esa ocasión Snape no volcó esa frustración sobre él, pero si lo aria en cierta medida en contra de su amigo, y eso no sería de menor agrado para su adre.

—Su colega parece perturbado —dijo Fudge, siguiéndolo con la vista—. Yo en su lugar; Dumbledore, tendría cuidado con él.

-Siempre le tuvo confianza, ni importara que hiciera- aseguro Bill, eso lo tenía muy claro como miembro de la orden que era.

—No es nada serio —dijo Dumbledore con calma—, sólo que acaba de sufrir una gran decepción.

— ¡No es el único! —repuso Fudge resoplando—. ¡El Profeta va a encontrarlo muy divertido! ¡Ya lo teníamos arrinconado y se nos ha escapado entre los dedos! Sólo faltaría que se enterasen también de la huida del hipogrifo, y seré el hazmerreír.

-Que solo espere a que termine el quinto libro- dijo por lo bajo Ron, no solo tuvo de retractarse de todas sus calumnias, sino que también pierde el puesto al que tanto se aferró.

Bueno, tendré que irme y dar cuenta de todo al Ministerio...

— ¿Y los dementores? —Le preguntó Dumbledore—. Espero que se vayan del colegio.

—Sí, tendrán que irse —dijo Fudge, pasándose una mano por el cabello

-Nunca debieron de estar ahí para empezar- exclamo Lily “L” con rencor, ella más que nadie había sufrido con la aparición de es cosas.

-Lo sabemos querida- le dijo Ginny acariciándole la cabeza a su hija.

-Fue un alivio para todos que se largaran- aseguro Seamus, todos sufrieron en diferente forma la presencias de esas coas en el colegio.

—. Nunca creí que intentaran darle el Beso a un niño inocente..., estaban totalmente fuera de control. Esta noche volverán a Azkabán. Tal vez deberíamos pensar en poner dragones en las entradas del colegio...

Algunas personas, en especial las madres, realizaron exclamaciones de desaprobación total, aunque claro, los bromistas no pudieron evitar cierta diversión al notar las sonrisas modestas que Hagrid y Charlie pusieron en ese momento al imaginárselo.

—Eso le encantaría a Hagrid —dijo Dumbledore, dirigiendo a Harry y a Hermione una rápida sonrisa.


-Le agradaría que le regresaran a Norverta- comento Charlie con media sonrisa.

-Pues yo no estaría tan complacida- exclamo Lily, ya mucha agitación tuvo su hijo con ese dragón, y lo peor era que aun recordaba que faltaba que se encontrara con otros dos dragones más.

Cuando él y Fudge dejaron la enfermería, la señora Pomfrey corrió hacia la puerta y la volvió a cerrar con llave. Murmurando entre dientes, enfadada, volvió a su despacho.

Se oyó un leve gemido al otro lado de la enfermería. Ron se acababa de despertar. Lo vieron sentarse, rascarse la cabeza y mirar a su alrededor.

— ¿Qué ha pasado? —preguntó—. ¿Harry? ¿Qué hacemos aquí? ¿Dónde está Sirius? ¿Dónde está Lupin? ¿Qué ocurre?

-No tienes ni la menor idea de lo que perdiste hermanito- comento Fred- y de lo que te salvaste.

-Sí, la suerte de estar inconsciente-comento George- no tuviste que hacer nada, solo escuchar el relato.

-Yo no creo que fuera tanta suerte- exclamo Molly viendo con molestia a sus hijos, haber recibido un hechizo de confusión y tener una pierna rota no consideraba que fuera mucha fortuna.

Harry y Hermione se miraron.

—Explícaselo tú —dijo Harry, cogiendo un poco más de chocolate.

-Mamá- hablo Teddy- ¿me puedes dar un chocolate?, es que se me antojo con tanto mencionarlo.

-Claro que si- aseguro Dora tomando la bolsa para sacar unas barras de chocolate mientras que Andrómeda negaba con la cabeza.

-Deberías ser un poco más estricta Nymphadora- le acuso.

-Ya habrá tiempo para hacerlo después- le restó importancia.

-Pero hey, ¿qué paso con el que nos ganaste?- interrogo James “S”.

-Ya me lo comí, acaso crees que son eternos- le rebatió el metamorfomago recibiendo la barra de las manos de su madre.

-Remus, también saque una barra para ti, por si quieres- le dijo al castaño pasándole el chocolate mientras esta sostenía la propia.

-Claro, gracias- le dijo él.

-Lunático siempre está dispuesto a comer chocolate- dijo burlonamente Sirius recibiendo una mirada penetrante de su amigo.

Cuando Harry; Ron y Hermione dejaron la enfermería al día siguiente a mediodía, encontraron el castillo casi desierto. El calor abrasador y el final de los exámenes invitaban a todo el mundo a aprovechar al máximo la última visita a Hogsmeade.

-Lógico, es el primer año que pueden ir- comento Frank- pero ya cuando estén en séptimo será menos impresionante.

-Por lo general los de grados superiores van al pueblo por alguna cita- agrego Alice recordando esos paseos con su ahora esposo.

-Aunque eso no siempre sale bien- dijo Hermione viendo acusatoriamente a Harry, los merodeadores se preguntaban a qué se refería la castaña viendo hacia el azabache, esperaban que después descubrieran que pasaba.

Sin embargo, ni a Ron ni a Hermione les apetecía ir, así que pasearon con Harry por los terrenos del colegio, sin parar de hablar de los extraordinarios acontecimientos de la noche anterior y preguntándose dónde estarían en aquel momento Sirius y Buckbeak.

-¿A dónde podría ir?- pregunto Marlene.

-Ni idea, pero tendrá que alejarse lo suficiente para que dejen de preocuparse por la protección de Harry- comento James.

-Sería útil que se dejara ver por algún muggle o algo así- agrego Remus.

Cuando se sentaron cerca del lago, viendo cómo sacaba los tentáculos del agua el calamar gigante, Harry perdió el hilo de la conversación mirando hacia la orilla opuesta. La noche anterior; el ciervo había galopado hacia él desde allí.

James y Lily sonrieron nuevamente con orgullo por su hijo, era un mago muy poderosos eso era evidente.

Una sombra los cubrió. Al levantar la vista vieron a Hagrid, medio dormido, que se secaba la cara sudorosa con uno de sus enormes pañuelos y les sonreía.

-Huy, la terrible resaca después de una noche de juerga- comento Sirius- es tan terrible que eso pase.

-Es la consecuencia de beber de más- aseguró Marlene, que aunque lo decía en forma de represalia, ella no era ajena a ese sentimiento de tener una resaca.

-Sí, ya los sé- aseguro el animago- deberían de hacer algo al respecto con eso.

-Nosotros comenzamos a desarrollar algo para las resacas- comentó Fred.

-Pero lo tuvimos que interrumpir por, ciertos asuntos- termino George, la verdad es que eso lo comenzaron a pensar poco antes que la guerra se recrudeciera y que tuvieran que cerrar temporalmente su tienda.

-Pues ojala puedan hacer un remedio efectivo

-Y aquí tienen un conejillo de indias perfecto para probarlo- aseguró Remus señalando a Sirius- no importa que le descompongan el estómago, él es muy resístete

-¡Hey!- le reclamo el oji gris mientras el resto de los presentes reía.

—Ya sé que no debería alegrarme después de lo sucedido la pasada noche —dijo—. Me refiero a que Black se volviera a escapar y todo eso...

-De hecho es la mejor forma de celebrar- aseguro James.

Pero ¿a que no adivináis...?

— ¿Qué? —dijeron, fingiendo curiosidad.

Varios sonrieron divertidos por la actitud de los chicos.

—Buckbeak. ¡Se escapó! ¡Está libre! ¡Lo estuve celebrando toda la noche!

— ¡Eso es estupendo! —dijo Hermione, dirigiéndole una mirada severa a Ron, que parecía a punto de reírse.

Como en ese momento no había complicaciones de ningún tipo, Ron pudo reírse con todas sus fueras, al nivel que varios de los que se encontraban cerca se contagiaron de dicha risa que tardo unos minutos en acabarse.

—Sí, no lo atamos bien —explicó Hagrid, contemplando el campo satisfecho—. Esta mañana estaba preocupado, pensé que podía tropezarse por ahí con el profesor Lupin. Pero Lupin dice que anoche no comió nada.

-Muy sutil no lo crees Hagrid- comento Fabián avergonzando un poco al semi gigante.

-Por suerte ellos ya saben…- comenzó Gideon.

-Ho, en ese momento la condición del profesor Lupin no era tan secreta- le interrumpió Luna con su tono particular.

-¡¿Qué?!- exclamaron varias voces.

-Ya lo verán- respondió Harry.

— ¿Cómo? —preguntó Harry.

—Caramba, ¿no lo has oído? —le preguntó Hagrid, borrando la sonrisa. Bajó la voz, aunque no había nadie cerca—. Snape se lo ha revelado esta mañana a todos los de Slytherin. Creía que a estas alturas ya lo sabría todo el mundo: el profesor Lupin es un hombre lobo. Y la noche pasada anduvo suelto por los terrenos del colegio. En estos momentos está haciendo las maletas, por supuesto.

-¡Tu nadito infeliz!- exclamo de inmediato Sirius molesto- solo estas fastidiando a lunático por…

-¡Sirius basta!- le interrumpió Remus, esperando también frenar a Dora y a Teddy que comenzaron a mandarle miradas asesinas a su compañero.- eso no podría ocultarlo para siempre, en algún momento lo sabrían- aseguro el oji miel.

— ¿Que está haciendo las maletas? —preguntó Harry alarmado—. ¿Por qué?

—Porque se marcha —dijo Hagrid, sorprendido de que Harry lo preguntara—. Lo primero que hizo esta mañana fue presentar la dimisión. Dice que no puede arriesgarse a que vuelva a suceder.

Remus bajo la mirada entristecido, sin duda ese debió de ser uno de los mejores trabajos que hubiera tenido, y ahora tendría que dejarlo, y suponía que no podría tener un trabajo estable después del colegio, estaba resignado a eso, pero aun así le deprimía.

Harry se levantó de un salto.

—Voy a verlo —dijo a Ron y a Hermione.

—Pero si ha dimitido...

—No creo que podamos hacer nada.

-Remus puede ser muy terco- comento James- pero eso no te detendrá cierto- agrego viendo a su hijo que le sonreía.

—No importa. De todas maneras, quiero verlo. Nos veremos aquí mismo más tarde.

La puerta del despacho de Lupin estaba abierta. Ya había empaquetado la mayor parte de sus cosas. Junto al depósito vacío del grindylow, la maleta vieja y desvencijada se hallaba abierta y casi llena. Lupin se inclinaba sobre algo que había en la mesa y sólo levantó la vista cuando Harry llamó a la puerta.

—Te he visto venir —dijo Lupin sonriendo. Señaló el pergamino sobre el que estaba inclinado. Era el mapa del merodeador.

-Es una verdadera injusticia que un profesor tenga el mapa del merodeador- aseguro red con tono indignado.

-Aun cuando se trate de uno de ellos, no es justo para nada- le apoyo George.

-Solo porque así ya no podrán hacer de la suyas- dijo Molly en reprimenda.

-Jeje- rio por lo bajo Sirius, tuvo la intención de burlarse de los gemelos cuando.

-Mejor quédate callado- le susurro Marlene- o también la podría contra ustedes

-¿Pero por qué?- le dijo sin entender- si ellos son los que se meten en problemas.

-Se meten en problemas con el mapa que ustedes crearon e inspirados en su ejemplo- le resalto la rubia, Sirius lo medito un momento

-Cierto, ya tengo mucho con una pelirroja- agrego después de un rato.

—Acabo de estar con Hagrid —dijo Harry—. Me ha dicho que ha presentado usted la dimisión. No es cierto, ¿verdad?

—Me temo que sí —contestó Lupin. Comenzó a abrir los cajones de la mesa y a vaciar el contenido.

— ¿Por qué? —Preguntó Harry—. El Ministerio de Magia no lo creerá confabulado con Sirius, ¿verdad?

Lupin fue hacia la puerta y la cerró.

-Deberías de tener más cuidado cuando hablas de esos temas- comentó Rose.

-Sin duda es algo que deberían de aprender- aseguro Hermione viendo acusatoriamente a Harry y Ron, como cuando intentaron hablar de Sirius en frente de Ginny cuando aún lo creían culpable.

—No. El profesor Dumbledore se las ha arreglado para convencer a Fudge de que intenté salvaros la vida —suspiró—. Ha sido el colmo para Severus. Creo que ha sido muy duro para él perder la Orden de Merlín. Así que él... por casualidad... reveló esta mañana en el desayuno que soy un licántropo.

-¿Y eso no es querer fastidiar?- acuso Sirius viendo a su amigo- deberías de darle un buen golpe a ese maldito

-Ya basta Sirius- le detuvo Remus.

-En serio no sé cómo se lo permites- ataco nuevamente Sirius- y en cima ahí vas y renuncias, no puedo creerlo.

-Sean cuales hayan sido las intenciones de Severus no cambia el hecho de que puse en gran peligro a Harry, Ron y Hermione- aseguro- fue una verdadera fortuna que no les pasara nada- aseguro con evidente tristeza.

-Pero, pero siempre que te tomes la poción no pasa nada, todo el año escolar fue así o no- lo defendió Teddy, pero el castaño solo negó con la cabeza.

-Aun así creo que eso fue lo mejor- aseguro.

-Pero Teddy tiene razón- le apoyo Dora- la otra noche estuviste muy dócil.

-¿La otra noche?- dijeron alguno sin entender.

-Sí, hace unos días hubo luna llena y del futuro le enviaron la poción de mata lobos- comento James- y en verdad no fue peligrosos en absoluto.

-Dora incluso durmió sobre el pecho desnudo de Remus mientras estaba transformado- comento Sirius- e incluso sobre su pecho cuando volvió a la normalidad la mañana siguiente, y se veía muy cómoda- termino en tono de broma.

Dora (un tanto avergonzada) le mando una mirada severa a su tío, los demás de los presentes, inclusos Harry y sus amigos, se sorprendieron por esa revelación, Teddy al oírlo además de la sorpresa sintió un poco de alegría, tal vez Victoire tenía razón. Por ultimo varias de las chicas de su club de fans, que se habían sentido decepcionadas al saber que se trataba de un licántropo, no evitaron sentir una sensación acida en el estómago por saber lo cerca que la chica estuvo del joven.

— ¿Y se va sólo por eso? —preguntó Harry.

Lupin sonrió con ironía.

Remus puso la misma sonrisa en ese momento, la forma tan despreocupada de la hablaba de ese tema, le recodaba inevitablemente a James.

—Mañana a esta hora empezarán a llegar las lechuzas enviadas por los padres. No consentirán que un hombre lobo dé clase a sus hijos, Harry.

-¡Idiotas!- increpo con molestia Dora enviándoles una mirada severa a todos los del pasado, sin duda muchos de los presentes serian esos padres que se quejarían y aun después de lo leído, muchos seguían pensando igual con referencia a los licántropos.

Y después de lo de la última noche, creo que tienen razón. Pude haber mordido a cualquiera de vosotros... No debe repetirse.

— ¡Es usted el mejor profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras que hemos tenido nunca! —Dijo Harry—. ¡No se vaya!

Los jóvenes del futuro sintieron pena por esa parte, ellos como Harry habían lamentado enormemente la dimisión de Remus ese año, aun cuando el año siguiente aprendieron varias cosas también, al igual que cuando Severus dio esa clase, el seguía siendo el mejor y sobre todo, el más querido de todos los profesores que tuvieron en esos siete años.

Lupin negó con la cabeza, pero no dijo nada. Siguió vaciando los cajones. Luego, mientras Harry buscaba un argumento para convencerlo.

-Es una pena que no lo consiguieras- comento Deán ante la aprobación de todos los jóvenes de su época, lo cual impresiono a más de alguno en la sala.

Lupin añadió:

—Por lo que el director me ha contado esta mañana, la noche pasada salvaste muchas vidas, Harry. Si estoy orgulloso de algo es de todo lo que has aprendido.

-Es que fuiste un gran maestro- aseguro Dora con orgullo.

-Ya lo creo, en poco tiempo tus clases se volvieron las favoritas- aseguro Lily-es una lástima que te vallas.

Háblame de tu patronus.

— ¿Cómo lo sabe? —preguntó Harry anonadado.

— ¿Qué otra cosa podía haber puesto en fuga a los dementores?

-Obviamente- comento Frank- además ellos eran los únicos que estaban ahí, y posiblemente Dumbledore le conto todo.

Harry contó a Lupin lo que había ocurrido. Al terminar, Lupin volvía a sonreír:

—Sí, tu padre se transformaba siempre en ciervo —confirmó—. Lo adivinaste. Por eso lo llamábamos Cornamenta. —Lupin puso los últimos libros en la maleta, cerró los cajones y se volvió para mirar a Harry

-Qué bueno que no se convirtió en un sapo o un simio- comento en burla Albus.

-Jeje o en un cerdo, ¿cuál habría sido su sobrenombre entonces?- continuo James “S” que sonreía divertido.

-Que buenos son con su abuelo he- les reclamo James mitad molesto, mitad orgulloso de que sus sobrinos continúan con la tradición de los bromistas.

—. Toma, la traje la otra noche de la Casa de los Gritos —dijo, entregándole a Harry la capa invisible—: Y... —titubeó y a continuación le entregó también el mapa del merodeador—. Ya no soy profesor tuyo, así que no me siento culpable por devolverte esto.

-Y supongo que ya no te resultara nada útil- agrego Alice.

A mí ya no me sirve. Y me atrevo a creer que tú, Ron y Hermione le encontraréis utilidad.

-Y valla que así fue- comento Ron- pero no para lo mismo que lo usamos ese año- agrego al notar la mirada de su madre- ya no salimos del colegio a escondidas- agrego.

-Pero la forma en que lo usaron no fue menos peligrosos- alego Ginny por lo bajo recordando las clases del ED. por su parte Harry recordó con rencor como el falso Mody también utilizo ese preciado mapa.

-Bueno, ya pueden estas satisfechos, o no tíos- comento James “S” viendo a los gemelos Weasley.- papá ya recupero el mapa- los gemelos sonrieron.

Harry cogió el mapa y sonrió.

—Usted me dijo que Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta me habrían tentado para que saliera del colegio..., que lo habrían encontrado divertido.

—Sí, lo habríamos hecho —confirmó Lupin, cerrando la maleta—. No dudo que a James le habría decepcionado que su hijo no hubiera encontrado ninguno de los pasadizos secretos para salir del castillo.

-Hay James- medio recriminó Lily con media sonrisa en el rostro por la sonrisa divertida y traviesa que su novio había puesto, sin duda dándole la razón al Remus del libro.

-¿Qué?- dijo el azabache- nunca podre madurar tanto como para no alegrarme de algo así se defendió.

-Arrógate- exclamo Severus, pero James no replico absolutamente nada.

Alguien llamó a la puerta. Harry se guardó rápidamente en el bolsillo el mapa del merodeador y la capa invisible.

Era el profesor Dumbledore.

-Pero bueno, Dumbledore sabe de la existencia de la capa, no hay necesidad de esconderlo- comento Fabián.

-Pero el mapa no, y sería desastroso que el profesor se lo quisiera quitar nuevamente- agrego Gideon.

-Sin duda lo habría hecho o me equivoco- aseguro McGonagall volteando a ver al director esperando que la apoyara, pero esto no ocurrió- ¿Albus?

-No podría asegurarlo Minerva- respondió Dumbledore- la situación del joven Harry es muy diferente a la de cualquier otro estudiante.

Eso no solo sorprendió a McGonagall, si no a muchos más, por su lado Lily no sabía si eso sería algo bueno o malo, solo esperaba que no se mentira en más problemas por culpa de ese mapa.

No se sorprendió al ver a Harry.

—Tu coche está en la puerta, Remus —anunció.

—Gracias, director.

Lupin cogió su vieja maleta y el depósito vacío del grindylow.

—Bien. Adiós, Harry —dijo sonriendo—. Ha sido un verdadero placer ser profesor tuyo. Estoy seguro de que nos volveremos a encontrar en otra ocasión.

-Sería bueno que le ayudaras a pasar mejor el tiempo que tiene que estar con mi hermana- dijo con molestia Lily mientras James trataba de darle ánimos acariciando sus hombros.

Señor director; no hay necesidad de que me acompañe hasta la puerta. Puedo ir solo.

Harry tuvo la impresión de que Lupin quería marcharse lo más rápidamente posible.

-Para ese momento Dumbledore sabe todo lo que quería ocultar- comento Ted- tal vez no quiere discutir de ese tema.

-O escuchar al profesor solicitándole que reconsidere su dimisión- agrego Andrómeda- podría ser cualquier cosa- aseguro la mujer antes de retomar la lectura.

—Adiós entonces, Remus —dijo Dumbledore escuetamente.

Andrómeda leyó la salida de Remus del despacho despidiéndose de Harry con una sonrisa, y de cómo este último sentado en la silla viendo el suelo con tristeza, se quedó solo con Dumbledore que cerró la puerta

— ¿Por qué estás tan triste, Harry? —le preguntó en voz baja—. Tendrías que sentirte muy orgulloso de ti mismo después de lo ocurrido anoche.

-Fue una hazaña más que impresionante- aseguro James- no creo que nosotros pudiéramos hacer algo como eso.

—No sirvió de nada —repuso Harry con amargura—. Pettigrew se escapó.

— ¿Que no sirvió de nada? —Dijo Dumbledore en voz baja—. Sirvió de mucho, Harry. Ayudaste a descubrir la verdad. Salvaste a un hombre inocente de un destino terrible.

-Por lo que te estoy muy agradecido- aseguró Sirius- y Marlene también te lo agradece.

-¡Ya!- exclamo la chica golpeando con el codo al joven, si bien a ella también le alegraba del escape del animago, no quería ser demasiado evidente al decirlo en voz alta.

«Terrible.» Harry recordó algo. «Más grande y más terrible que nunca.» ¡La predicción de la profesora Trelawney!

-Que como ven fue una verdadera profecía- comento Lavender, la situación era más relajada, pero aun así no se sintió tan bien después de decirlo, lo había hecho por impulso.

-Yo no alardearía mucho- comento Scorpius- que acierte un par de veces en toda su vida no la hace una adivina.

-Esa actitud de seguro la heredaste de tu padre- comento Ron, pero no era tanto un reclamo, pues no era el tipo de persona que defendería a Trelawney

—Profesor Dumbledore: ayer; en mi examen de Adivinación, la profesora Trelawney se puso muy rara.

— ¿De verdad? —Preguntó Dumbledore—. ¿Quieres decir más rara de lo habitual?

Parvati y Lavender fruncieron el ceño molestas por el comentario mientras que la gran mayoría de los presentes se reían por la ocurrencia de su director.

—Sí... Habló con una voz profunda, poniendo los ojos en blanco. Y dijo que el vasallo de Voldemort partiría para reunirse con su amo antes de la medianoche. Dijo que el vasallo lo ayudaría a recuperar el poder. —Harry miró a Dumbledore—. Y luego volvió a la normalidad y no recordaba nada de lo que había dicho. ¿Sería una auténtica profecía?

Dumbledore parecía impresionado.

—Pienso que podría serlo —dijo pensativo—. ¿Quién lo habría pensado? Esto eleva a dos el total de sus profecías auténticas. Tendría que subirle el sueldo...

Nuevamente varios sonrieron divertidos, por mucho respeto que les infundiera el director de Hogwarts, nunca dejaban de apreciar ese tipo de ocurrencias y locuras de su parte.

-Eso no será de mucho agrado para Harry- comento Lily- le ha dado cierta importancia a todo ese tema- resalto la pelirroja recordando el transcurso de todo el libro.

-Pero bueno, no debería de tomarse las cosas tan serias- dijo Sirius

-¡Es Harry!- dijeron al unísono Hermione, Ron, Ginny e incluso Neville y Luna, lo que ocasiono que el chico los viera con reproche a todos- él no puede evitar tomarse las cosas demasiado en serio- continuo la castaña

—Pero... —Harry lo miró aterrorizado: ¿cómo podía tomárselo Dumbledore con tanta calma?

-No creo que sea algo para tomarse más en serio- comento el director- las cosas que deban pasar, pasaran en su momento- dijo sin darle mayor importancia.

-No creo que eso sea suficiente para él- aseguro Frank.

—, ¡pero yo impedí que Sirius y Lupin mataran a Pettigrew! Esto me convierte en culpable de un posible regreso de Voldemort.

-¡¡No!!- dijeron Lily, James, Sirius, Remus, Marlene, incluso Alastor y varios más- lo que pase será culpa de Pettigrew no tuya-aseguro James.

-Tu hiciste lo correcto, y estamos orgullosos por eso- agrego Lily viendo con ternura a su hijo.

—En absoluto —respondió Dumbledore tranquilamente—. ¿No te ha enseñado nada tu experiencia con el giratiempo, Harry? Las consecuencias de nuestras acciones son siempre tan complicadas, tan diversas, que predecir el futuro es realmente muy difícil. La profesora Trelawney, Dios la bendiga, es una prueba de ello. Hiciste algo muy noble al salvarle la vida a Pettigrew.

Los mismos que negaron la exclamación de Harry momentos antes, asintieron ahora por la aseveración de Dumbledore.

—¡Pero si ayuda a Voldemort a recuperar su poder...!

—Pettigrew te debe la vida. Has enviado a Voldemort un lugarteniente que está en deuda contigo. Cuando un mago le salva la vida a otro, se crea un vínculo entre ellos.

-Algo similar a lo ocurrido con Snape, por eso protegió a Harry en su primer año- comento Frank- no importa que no le guste o acepte, pero james si lo salvo.

-Eso solo es una parte- aseguro James, el sabía muy bien lo que sentía por Lily, si odiaba a su hijo era por su parecido a él y por lo que él le hizo, lo sabía, pero si lo protegía es porque en el fondo sabía que también era el hijo de Lily.

Y si no me equivoco, no creo que Voldemort quiera que su vasallo esté en deuda con Harry Potter.

-Eso podría ser una ventaja en algún momento- comento Kingsley.

-Eso ya lo veremos, no es como si ese maldito fuera muy útil- espeto Alastor.

—No quiero tener ningún vínculo con Pettigrew —dijo Harry—. Traicionó a mis padres.

—Esto es lo más profundo e insondable de la magia, Harry. Pero confía en mí. Llegará el momento en que te alegres de haberle salvado la vida a Pettigrew.

Harry sonrió misteriosamente en ese momento, y pensar que en un par de años se cumpliría lo que le profesor le había dicho en el final de su tercer curso, haber previsto algo como eso en esos momentos parecía imposible, pero era algo que sin duda distinguió al profesor.

Harry no podía imaginar cuándo sería.

-Fue en un buen momento- comento por lo bajo Ron recordando cuando estuvieron en el sótano de los Malfoy.

Dumbledore parecía saber lo que pensaba Harry.

—Traté mucho a tu padre, Harry, tanto en Hogwarts como más tarde —dijo dulcemente—. Él también habría salvado a Pettigrew, estoy seguro.

-Por supuesto- aseguró James- como iba a permitir que estos idiotas hicieran semejante locura- agrego viendo a sus amigos divertidos.

-Fue algo bueno- apoyo Dora a lo que Marlene asintió con una sonrisa.

Harry lo miró. Dumbledore no se reina. Se lo podía decir.

—Anoche... pensé que era mi padre el que había hecho aparecer mi patronus. Quiero decir... cuando me vi a mí mismo al otro lado del lago, pensé que lo veía a él.

—Un error fácil de cometer —dijo Dumbledore—. Supongo que estarás harto de oírlo, pero te pareces extraordinariamente a James. Menos en los ojos: tienes los de tu madre.

-Me lo han dicho tantas veces hasta que me arte de oírlo- comento con media sonrisa.

-Comprendo lo que dices- aseguro Albus- a mí siempre me dice lo mucho que me parezco a mi padre.

-Pues es que si se parecen demasiado- exclamo James “S”.

Lo sé, pero es cansado que siempre digan lo mismo- aseguro el chico con la aprobación total de su padre.

Harry sacudió la cabeza.

—Fue una idiotez pensar que era él —murmuró—. Quiero decir... ya sé que está muerto.

— ¿Piensas que los muertos a los que hemos querido nos abandonan del todo? ¿No crees que los recordemos especialmente en los mayores apuros? Tu padre vive en ti, Harry, y se manifiesta más claramente cuando lo necesitas.

Lily abrazo a James y puso su cabeza sobre su hombro, escuchaba las palabras que decía Dumbledore y comenzó a tener un sentimiento que ella consideraba absurdo, no había sido exactamente James quien salvo a su hijo, sino que fue el mismo quien libero su propio poder, pero por el lazo tan evidente que tenía con su novia la hacía sentir molesta e incluso hasta celosa, como si ella no hubiera podido hacer nada. Era absurdo lo que sentía, pero no lo podía evitar.

¿De qué otra forma podrías haber creado ese patronus tan especial? Cornamenta volvió a galopar anoche. —Harry tardó un rato en comprender lo que Dumbledore acababa de decirle

-Nuestro pequeño- dijo James con orgullo mientras tomaba a Lily que sonreía con mucha simpleza, sintió que algo le pasaba- Lis ¿qué pasa?- le pregunto en voz baja.

-Nada, es solo que, no nada- respondió la chica en el mismo tono

-Fue mi patronus el que convoco, pero su inteligencia, perspicacia y amabilidad son todas tuyas- le dijo- tiene mi físico, pero más importante, tiene tu carácter- dijo para animarla.
Por la forma más alegre en como reacciono la pelirroja James pensó que había dado justo en el punto, o por lo menos, estaba cerca, después de todo y aunque no lo demostrara, en algún omento de la lectura también sintió unos pocos celos  por ver como su hijo era mucho más parecido a su novia que a él, era estúpido lo sabía, pero tal parece que no era el único que lo sentía.

—. Sirius me contó anoche cómo se convertían en animagos —añadió Dumbledore sonriendo—. Una hazaña extraordinaria... y aún más extraordinario fue que yo no me enterara.

-Ya vez lunático- exclamo Sirius- no parece que se molestara en absoluto lo que hicimos, hasta parece que le resulta divertido.

Y entonces recordé la muy insólita forma que adoptó tu patronus cuando embistió al señor Malfoy en el partido contra Ravenclaw. Así que anoche viste realmente a tu padre... Lo encontraste dentro de ti mismo.

Y Dumbledore abandonó el despacho dejando a Harry con sus confusos pensamientos.

-Y aun hoy nunca pude entender completamente lo que me ha querido decir- comento Harry.

-Haría falta que estuvieras tan loco como él para entenderlo

-¡Fabián!- grito Molly- que forma es esa de dirigirte al director- le acuso ella.

-Pero hermanita, estar loco no es un defecto es una virtud- defendió Gideon- sino míranos a nosotros.

-O a nosotros- agrego Fred- que con todo lo loco que somos

-Tenemos un negocio muy, pero muy exitoso- agrego George.

-De cualquier forma, esa no es la forma para hablar- aseguro la señora Weasley, que no estaba completamente en ese momento.

Nadie en Hogwarts conocía la verdad de lo ocurrido la noche en que desaparecieron Buckbeak, Sirius y Pettigrew, salvo Harry; Ron, Hermione y el profesor Dumbledore. Al final del curso, Harry oyó muchas teorías acerca de lo que había sucedido, pero ninguna se acercaba a la verdad.

-¿Cómo podríamos acércanos a la verdad- comento Deán?- si todo lo que los involucra a ellos está fuera de los estándares.

-Es cierto, les pasan las cosas más locas que pudiéramos imaginar- apoyo Seamus con una sonrisa.

Malfoy estaba furioso por lo de Buckbeak. Estaba convencido de que Hagrid había hallado la manera de esconder el hipogrifo, y parecía ofendido porque el guardabosques hubiera sido más listo que su padre y él.

-Pero no fue Hagrid el que lo consiguió- comento Draco viendo al trio- siempre se tienen que salir con la suya- agrego pero como un reproche.

Percy Weasley, mientras tanto, tenía mucho que decir sobre la huida de Sirius.

— ¡Si logro entrar en el Ministerio, tendré muchas propuestas para hacer cumplir la ley mágica! —dijo a la única persona que lo escuchaba, su novia Penelope.

-Pobre chica- exclamo Fred- después de lo que paso el año pasado tenía que soportar a nuestro hermano.

-Hablando y hablando de su estimado ministerio y de cómo llegaría alto- continúo George- en verdad muy fastidioso.

Aunque el tiempo era perfecto, aunque el ambiente era tan alegre, aunque sabía que había logrado casi lo imposible al liberar a Sirius, Harry nunca había estado tan triste al final de un curso.

-Como no, si su querido profesor adicto al chocolate se largó a quien sabe dónde- exclamo Sirius medio en tono de reproche.

-No es solo eso Sirius- atajo Frank- también es todo por eso de Voldemort que debe de estar tan cabizbajo.

-Pero no puede hacer nada respecto a eso- atajo James “S”.

-Pero aun así es obvio que es algo que le molesta- aseguró Teddy- pero ya lo dijo el profesor, las cosas pasaran cuando deban pasar.

Ciertamente, no era el único al que le apenaba la partida del profesor Lupin. Todo el grupo que acudía con Harry a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras lamentaba su dimisión.

-¿En verdad lo lamentaban?- comentó Dora que había visto su oportunidad.

-Claro que sí, si fue el mejor profesor que hubiéramos tenido- aseguro Seamus.

-¿Sin importar que fuera un licántropo?- volvió a preguntar la metamorfomaga para sorpresa de Remus, Sirius y Teddy.

-Claro que no- respondió Deán- eso era algo genial, cuantos pueden decir que recibieron clases de un licántropo- dijo con cierto tono de emoción en su vos.

-Hubiera sido fantástico que hubiera regresado a darnos clase- agrego Neville, él siempre le inspiro mucha confianza.

Ahora fue el turno de varios de los jóvenes el pasado que no podían creer que esos chicos hablaran con tanta emoción de tener a un licántropo como maestro, que incluso se oían emocionados y declaraban sus deseos que este regresara al castillo.

Remus también se sintió sorprendido por las declaraciones de los chicos, días después de su dimisión y de enterarse de su condición lo seguían queriendo como profesor, eso lo hacía sentir bien, sentir complacido, volteo a ver en dirección a Dora que sonreía de forma extraña, era una sonrisa de triunfo idéntica a la de Sirius, entonces lo comprendió, la apuesta que había hecho con ella la noche la anterior, estaba sonriendo porque eso significaba su victoria absoluta.

—Me pregunto a quién nos pondrán el próximo curso —dijo Seamus Finnigan con melancolía.

—Tal vez a un vampiro —sugirió Deán Thomas con ilusión.

-¿Un vampiro?- dijeron algunos volteando a ver al chico

-¿Qué?, también eso habría sido genial- se defendió el joven.

Lo que le pesaba a Harry no era sólo la partida de Lupin. No podía dejar de pensar en la predicción de la profesora Trelawney. Se preguntaba continuamente dónde estaría Pettigrew, si estaría escondido o si habría llegado ya junto a Voldemort.

-Pues más le vale que lo encuentre antes de que yo lo encuentre a él- espeto Sirius.

-Ya tranquilo, tu prioridad en ese momento es cuidar a tu ahijado, no perseguir a esa rata- aseguro Marlene.

-Sí, tienes razón- le concedió él.

Pero lo que más lo deprimía era la perspectiva de volver con los Dursley.

-O cierto, ya nos habíamos olvidado de esos- exclamo Alice.

Andrómeda fue narrando la expresión de Harry por saber que había perdido esa oportunidad de tener un verdadero hogar, una posibilidad que duro solo una gloriosa media hora, pero a la vez se alegraba de no tener noticia de Sirius.

Los resultados de los exámenes salieron el último día del curso. Harry, Ron y Hermione habían aprobado todas las asignaturas.

Lily y Molly sonrieron felices, eso sí era algo de lo que podían estar plenamente orgullosas de sus hijos, algo que debería ser normal para cualquiera, no como en su caso que se sentían complacidas de que sus hijos salieran con bien de situaciones tan peligrosas.

Harry estaba asombrado de que le hubieran aprobado Pociones. Sospechaba que Dumbledore había intervenido para impedir que Snape lo suspendiera injustamente.

-Tal como debería ser- aseguro la profesora McGonagall- no es correcto aprobar o reprobar a alguien por cuestiones arbitrarias.

-Y dejando aparte a Snape eres bueno en pociones- pregunto Frank volteando a ver a Harry.

-Regular diría yo- respondió el chico- no soy un fracaso pero tampoco soy muy bueno.

-En otras palabras en esa clase es muy del montón- agrego Ron.

El comportamiento de Snape con Harry durante toda la última semana había sido alarmante. Harry nunca habría creído que la manía que le tenía Snape pudiera aumentar; pero así fue. A Snape se le movía un músculo en la comisura de la boca cada vez que veía a Harry, y se le crispaban los dedos como si deseara cerrarlos alrededor del cuello de Harry.

Snape bajo la mirada en ese momento porque sabía lo que se veía, la profunda y penetrante de Lily Evans  que lo perforaba como una cuchilla, para ese momento ya todos sabían que la pelirroja no tendría piedad de cualquiera que trate de hacerle algún daño a su hijo.

Percy obtuvo las más altas calificaciones en ÉXTASIS.

-¡¡Nooo!!- gritaron desesperados los gemelo Prewett- ¡¡¿Por qué?!!

-¡¡Ho cállense!!- les rebatió Molly- estamos muy orgullosos que lo hayas conseguido Percy- le aseguro ella mirando a su hijo que sonreía escuetamente, no se sentiría igual cuando se enterara como se comportó con todos ellos.
Fred y George consiguieron varios TIMOS cada uno.

-¿Cuantos fueron?- preguntaron al mismo tiempo los gemelos Prewett nuevamente.

-Tres cada uno- respondieron los gemelos Weasley.

-Bueno, eso es más decente para un bromista- aseguro Sirius.

-Mira quien lo dice-ataco James- tu sacaste siete TIMOS y no bajaron de supera las expectativas
-¡Eso fue culpa de lunático!- exclamó el animago- nos metió tanta información e l cabeza que no pude evitarlo.

Unos resultados como esos eran considerados buenos logros para prácticamente cualquier estudiante, pero que lo trataran como una tragedia molestaba a algunos, por no haber conseguido notas tan buenas, y divertía a otros por la inmadura actuación de los jóvenes.

Mientras tanto, la casa de Gryffindor; en gran medida gracias a su espectacular actuación en la copa de quidditch, había ganado la Copa de las Casas por tercer año consecutivo.

-Eso es estupendo- aseguro James- aunque no estaría mal que la copa también la ganaran los Ravenclaw o Hufflepuff

-Siempre que no sea Slytherin

-¡¡Hey!!- reclamaron Draco, Astoria y Andrómeda de inmediato, sin importar como sea, ellos apreciaban a su casa como cualquier otro estudiante.

Por eso la fiesta de final de curso tuvo lugar en medio de ornamentos rojos y dorados, y la mesa de Gryffindor fue la más ruidosa de todas, ya que todo el mundo lo estaba celebrando. Incluso Harry, comiendo, bebiendo, hablando y riendo con sus compañeros, consiguió olvidar que al día siguiente volvería a casa de los Dursley.

-Pero solo será por poco tiempo- comento Ginny abrazando a su novio- después podrás ir con nosotros- agrego

-Debe de ser una gran tortura para ti sobrina- comento Gideon.

-Para ti debió ser eterno los días que faltaban para que llegara- agrego Fabián.

-El tormento fue antes de nuestro segundo año- añadió Ron- todo el santo día hablando y preguntándome una y otra vez cosas de Harry.

-No te quejes hermanito, a nosotros también nos interrogo recuérdalo- aseguró Fred.

-Aunque no fue tan insistente como contigo, el precio de ser amigo del elegido- agrego George.

-¿Elegido?- repitieron en duda varios del pasado, en especial claro, los padres del azabache.

-Ya lo vean- le respondió Harry- y ustedes ¡ya cierren la maldita boca!- les dijo a los pelirrojos en tono amenazante, pues con su conversación solo conseguían que la pobre Ginny se sintiera más y más avergonzada.

Cuando a la mañana siguiente el expreso de Hogwarts salió de la estación, Hermione dio a Ron y a Harry una sorprendente noticia:

—Esta mañana, antes del desayuno, he ido a ver a la profesora McGonagall. He decidido dejar los Estudios Muggles.

-Terminaste de estudiar a los muggles desde el punto de vista de los magos- pregunto Alice.

-No, aun me parcia un poco interesante-aseguro Hermione- pero era cierto que era demasiada presión tener tantas clases.

-Ya lo creo- aseguro Rose- te habías exigido más de lo que podías soportar

— ¡Pero aprobaste el examen con el 320 por ciento de eficacia!

-Evidentemente sería mejor, es hija de muggles- aseguro Frank.

—Lo sé —suspiró Hermione—. Pero no puedo soportar otro año como éste. El giratiempo me estaba volviendo loca. Lo he devuelto. Sin los Estudios Muggles y sin Adivinación, volveré a tener un horario normal.

-¿En serio lo devolviste?- exclamo James- ¿qué no saben lo que podrían…?

-James ya deja eso- le reclamo Lily, pero entonces a Harry le ataco una duda

-He mamá- llamo su atención- tú, ¿aun conservas tu giratiempo?- le pregunto.

-He, si, aun lo conservo- respondió Lily- de hecho la profesora me ha dicho que si quiero lo podría conservar después del colegio.

-¡¿En serio?!- exclamo James.

-Sí, pero no pienso usarlo para tus tonterías- agrego borrándole la sonrisa a su novio- ¿por qué lo preguntas?

-Por nada importante- dijo Harry- me preguntaba si aún lo conservabas y de donde podría estar ahora, bueno, en nuestro tiempo.
-Ni idea- aseguro la pelirroja- tal vez el ministerio lo recupero después de, bueno de eso- no tenía ganas de recordar su muerte- o tal este en una de las camas inferiores de tu padre- agrego, después de todo, en el futuro ella también sería una Potter.

Harry escuchaba eso con curiosidad, hasta antes de ese viaje no tenía ni idea que su familia tenía más cámaras en Gringotts que la que había visitado por años, sería interesante ir a ver dichas cámaras, claro, cuando se asegure que los gnomos no lo dejen encerrado dentro de una por haber robado y destruido su banco.

—Todavía no puedo creer que no nos dijeras nada —dijo Ron resentido—. Se supone que somos tus amigos.

-Amigos que no le hablaron prácticamente la mitad del curso- dijo acusatoriamente Rose viendo a su padre y tío.

-Ya nos hemos disculpado- exclamo apenado Ron

-Aun así fue algo cruel- reitero su hija.

-Es igual que tú- comento por lo bajo el pelirrojo a su novia que sonrió orgullosa.

—Prometí que no se lo contaría a nadie —dijo gravemente. Se volvió para observar a Harry, que veía cómo desaparecía Hogwarts detrás de una montaña. Pasarían dos meses enteros antes de volverlo a ver—. Alégrate, Harry —dijo Hermione con tristeza.

—Estoy bien —repuso Harry de inmediato—. Pensaba en las vacaciones.

-La verdad es que en su caso cualquiera se deprimiría- comento Neville- no muchos disfrutamos tan gratamente de las vacaciones- agregó sin pensar, pero sus padres noto que el chico se incluía en ese grupo, no evitaron preguntarse porque, pero en esta ocasión no dijeron nada.

—Sí, yo también he estado pensando en ellas —dijo Ron—. Harry, tienes que venir a pasar unos días con nosotros. Lo comentaré con mis padres y te llamaré. Ya sé cómo utilizar el felétono.

-Si claro hermanito- ironizo Fred- yo creo que mejor dejemos que nuestros padres se encarguen de eso.

-Sí, eso será lo mejor- dijo Harry entre risas, recordaba muy claramente el sobre cubierto de sellos que llego a su casa aquella noche.

—El teléfono, Ron —le corrigió Hermione—. La verdad, deberías coger Estudios Muggles el próximo curso...

-Puede cambiarlo por adivinación, al fin y al cabo no hacen nada en ella- agrego George.

-Entonces papá se quedaría solo con esa loca- exclamo Albus suponiendo que la profesora seguiría prediciendo la muere de Harry.

-Ese no es problema- comento Fabián- Harry también se podría cambiar a estudios muggles.
-Sería muy beneficioso, sin duda seria la clase más fácil para el azabache- agrego Gideon- el también creció con muggles.

-Sí, pero nunca lo hicimos- aseguro Ron

Ron no le hizo caso.

— ¡Este verano son los Mundiales de quidditch! ¿Qué dices a eso, Harry? Ven y quédate con nosotros. Iremos a verlos. Mi padre normalmente consigue entradas en el trabajo.

La proposición alegró mucho a Harry.

-Claro, quidditch, no podrían encontrar mejor forma para animarlo- aseguro Lily con una voz entre cansada y divertida.

-Pero es algo grandioso, que pueda asistir a un mundial- exclamo James- Harry, tienes que ir no importa que digan esos muggles, entiendes, ¡NO IMPORTA QUE!

-Pero sin presiones- agrego en tono burlón Remus.

—Sí... Apuesto a que los Dursley estarán encantados de dejarme ir... Especialmente después de lo que le hice a tía Marge...

Andrómeda leyó como fue su trayecto jugando entre ellos y comían cosas del carrito, pero nada que tuviera chocolate.

-Son muy ingratos- les acuso Teddy de inmediato haciendo una mueca molestia mientras que Dora lo abrazaba compartiendo su indignación.

-Ya comimos mucho chocolate por un año- se defendió Harry- al menos para nosotros- agrego en broma.

Pero fue a media tarde cuando apareció lo que lo puso de verdad contento...

Eso llamo la atención de los lectores.

—Harry —dijo Hermione de repente, mirando por encima del hombro de él—, ¿qué es eso de ahí fuera?

-¿Qué?- dijeron varios a la vez.

-No debe de ser anda malo, dijo que eso le trajo una gran alegría- aseguro Andrómeda antes de retomar la lectura.

Harry se volvió a mirar. Algo muy pequeño y gris aparecía y desaparecía al otro lado del cristal. Se levantó para ver mejor y distinguió una pequeña lechuza que llevaba una carta demasiado grande para ella.

-Debe de tratarse de algún mochuelo- comento Frank- son buenos pero no tienen unas pocas restricciones en comparación de una lechuza grande.

-Pero aparte de eso, quien se los pudo haber enviado- continuo Alice, no conocían a nadie que tuviera a esa ave.

-Abra que seguir leyendo- comento Neville- pero yo creo que sé que pasara con la lechuza- dijo viendo en dirección a Ron.

La lechuza era tan pequeña que iba por el aire dando tumbos a causa del viento que levantaba el tren. Harry bajó la ventanilla rápidamente, alargó el brazo y la cogió. Parecía una snitch cubierta de plumas. La introdujo en el vagón con mucho cuidado. La lechuza dejó caer la carta sobre el asiento de Harry y comenzó a zumbar por el compartimento, contenta de haber cumplido su misión.

-Hey, acaso ese no es…

-Si Fred, es él- dijo Ron interrumpiendo a su hermano, eso solo confirmo lo que Neville había dicho y consiguió un duda en el resto.

Hedwig dio un picotazo al aire con digna actitud de censura.

Valla, que lechuza tan temperamental- comento James “S”- pero bueno, también es muy inteligente

-Nuestra lechuza no es muy diferente James- le recordó Lily “L”- creo que es algo común entre lechuzas.

-Lo mismo ocurre con Herol- aseguró por lo bajo George a su gemelo que asintió.

Crookshanks se incorporó en el asiento, persiguiendo con sus grandes ojos amarillos a la lechuza. Al notarlo, Ron la cogió para protegerla.

Varios sonrieron divertidos por la actitud del pelirrojo.

Harry recogió la carta. Iba dirigida a él. La abrió y gritó:

— ¡Es de Sirius!

-¿Qué?- exclamo Marlene- les enviaste una carta

-Tal parece que si- respondió el oji gris.

-Vez, si tienes formas de comunicarte con Harry, no tenía que quedarte a platicar a media fuga.

-Hay que rencoroso eres cornamenta.

-Como si tú fueras diferente- le recalco Marlene.

— ¿Qué? —exclamaron Ron y Hermione, emocionados—. ¡Léela en voz alta!


Querido Harry:
Espero que recibas esta carta antes de llegar a casa de tus tíos. No sé si ellos están habituados al correo por lechuza.

-No, de hecho las odian profundamente- comento Harry.

-En ese caso cuando quieran hablar contigo será mejor que vallan- aseguro Lily- a ver si les gusta más tener a unos magos adultos caminado por su jardín- la idea de cómo podrían reaccionar despertó varias sonrisas traviesas.

-Sin duda se infartarían- comento Alice- sería bueno que lo visitaran alguna vez- y muchos de los presentes pensaban que no sería tan malo, no estaban muy vinculados con Harry, pero la forma en que lo trataban despertaban la indignidad colectiva.

Buckbeak y yo estamos escondidos. No te diré dónde por si ésta cae en malas manos. Tengo dudas acerca de la fiabilidad de la lechuza, pero es la mejor que pude hallar, y parecía deseosa de acometer esta misión.

-Sin duda parecía estar feliz- comento Hugo- eso no ha cambiado nada- agrego por lo bajo para sus amigos, suponía que esa era su vieja lechuza.

Creo que los dementores siguen buscándome, pero no podrán encontrarme. Estoy pensando en dejarme ver por algún muggle a mucha distancia de Hogwarts, para que relajen la vigilancia en el castillo.

-Me alegra que escuches lo que te dice Remus- exclamo Dora.

-En teoría en ese momento se me debió de ocurrir a mí solo—se defendió Sirius- si no soy tan idiota sobrina.

Hay algo que no llegué a contarte durante nuestro breve encuentro: fui yo quien te envió la Saeta de Fuego.

-Hay que buena persona soy- exclamo el animago mientras algunos negaban por su auto adulación- y que bueno que en ese aspecto fuera como James, pues si fuera como la pelirroja no sabría que regalarle- la pareja mencionada sonrió.

-A Hermione eso debió de fascinarle- comento George- fue ella quien dijo que fue Sirius el que se la envió.

-Pero se equivocó en que le había hecho algo extraño a la escoba- agrego Fred.

— ¡Ja! —exclamó Hermione, triunfante—. ¿Lo veis? ¡Os dije que era de él!

—Sí, pero él no la había gafado, ¿verdad? —Observó Ron—. ¡Ay!

La pequeña lechuza, que daba grititos de alegría en su mano, le había picado en un dedo de manera al parecer afectuosa.

-Comprendo que dudaras que podría realizar él envió- comento Marlene- pero evidentemente era algo que disfrutaría hacer.

Crookshanks llevó el envío a la oficina de correos. Utilicé tu nombre, pero les dije que cogieran el oro de la cámara de Gringotts número 711, la mía. Por favor, considéralo como el regalo que mereces que te haga tu padrino por cumplir trece años.

-Entonces es cierto- comento Scorpius- a esos gnomos no les importa que saquen oro de la cámara de un mago prófugo.

-Claro que no- aseguro Bill- poco les importa lo que ocurre con los magos siempre que no les afecte a ellos.

-Es un poco molesto tener que depender de ellos para que cuiden el oro- comentó Ted- aun cuando en ese sentido sean los mejores.

También me gustaría disculparme por el susto que creo que te di aquella noche del año pasado cuando abandonaste la casa de tu tío.

-Entonces si eras tú- comento Lily- igual que cuando lo asustaste en medio de un partido.

-¿Te disgusta que lo moleste en medio de un partido?- dijo extrañado Sirius, esperaba esa reclamación del obsesivo de James pero no de Lily

-Me molesta porque casi se rompe la cabeza- aseguró la pelirroja.

-Lily, no es que lo defienda- comenzó Remus- ero los directamente responsables de su accidente fueron los dementores.

Lily miro con intensidad al licántropo, pero al final tuvo que aceptar que el tenía razón, con o sin Sirius la culpa era de los dementores, asintiendo ante la afirmación del castaño le solicito a Andrómeda que continuara mientras que Sirius le agradecía por lo bajo a su amigo por salvarlo de esta.

Sólo quería verte antes de comenzar mi viaje hacia el norte. Pero creo que te alarmaste al verme.

Te envío en la carta algo que espero que te haga disfrutar más el próximo curso en Hogwarts.

Nuevamente Lily volteo a ver al animago, un regalo suyo podría ser genial, sí, pero también le podría traer un gran problema a su hijo.

-Marlene sálvame- exclamo Sirius acercándose a la sonriente rubia.

-No seas cobarde Sirius- le acuso le chica.

Si alguna vez me necesitas, comunícamelo. Tu lechuza me encontrará.
Volveré a escribirte pronto.

Sirius

-Al menos ya tienes a alguien con el que puedes halar- comento Albus- aunque no es como si puedan tener tanto contacto como quisieras.

-Pero algo es algo- comento para su sorpresa Neville- es mejor que hablar y que nadie te responda- agrego llenando de incredulidad a más de uno, al fin y al cabo, ya se había resignado que el siguiente libro se enteraran de su situación, por su parte Alice y Frank no pudieron evitar notar ese tono de dolor en su voz cuando dijo eso.

Harry miró impaciente dentro del sobre. Había otro pergamino. Lo leyó rápidamente, y se sintió tan contento y reconfortado como si se hubiera tomado de un trago una botella de cerveza de mantequilla.

Yo, Sirius Black, padrino de Harry Potter, autorizo por la presente a mi ahijado a visitar Hogsmeade los fines de semana.

-¿Eso es posible?- indago Rose- digo, es un prófugo de la justicia no.

-En teoría si es posible- respondió Hermione- los padres de Harry lo nombraron su tutor si a ellos les pasaba algo.

-Pero el ministerio no sospechara algo si vieran el permiso- comento Scorpius.

-Tal vez sí, pero lo que ocurre en Hogwarts no es de importancia para el ministerio- aseguro Harry.

-Pero joven, como pude decir eso- aseguró Fudge escandalizado- el colegio no está sobre el ministerio de…

-No, no está sobre el ministerio, esta aparte de él- reitero el azabache, ya vería después las consecuencias de interferir en Hogwarts.

—Esto le bastará a Dumbledore —dijo Harry contento.

-Y del mismo modo a la profesora McGonagall- aseguro Ted- me pregunto si ella se enteró de la inocencia de Sirius.

-Eso solo la profesora de futuro lo sabría decir- exclamo Dromeda.

Volvió a mirar la carta de Sirius—. ¡Un momento! ¡Hay una posdata...!

He pensado que a tu amigo Ron tal vez le guste esta lechuza, ya que por mi culpa se ha quedado sin rata.

-Si soy un recinto de nobleza pura- comento risueño Sirius.

-Eres un recinto de egoséntria- le reclamo Marlene- es un buen regalo el que le diste, pero no está bien que te ufanes tanto en eso.

-Clases de humildad, eso les hacen mucha falta- agrego Lily incluyendo a su novio- espero que puedas hacer algo por ese idiota- agrego, pues de James ya se estaba encargando ella.

-Lo intentare amiga- le dijo la rubia.

Ron abrió los ojos de par en par. La pequeña lechuza seguía gimiendo de emoción.

— ¿Quedármela? —preguntó dubitativo. La miró muy de cerca durante un momento, y luego, para sorpresa de Harry y Hermione, se la acercó a Crookshanks para que la olfatease.

— ¿Qué te parece? —Preguntó Ron al gato—. ¿Es una lechuza de verdad?

Varias sonrisas aparecieron en el roro de los presentes, odiara al gato de Hermione, pero por lo menos reconoció que podía ser útil, era eso, o simplemente quería hacer un comentario irónico, quien podría asegurar algo.

Crookshanks ronroneó.

—Es suficiente —dijo Ron contento—. Me la quedo.

-Eres un mentiroso hermano- le acuso George- nos dijiste que te la habías encontrado.

-No les podía decir que un prófugo condenado por asesinato me regalo la lechuza o si- se defendió Ron- además así menos me dejarían conservarla.

-Pero al final nuestros padres te la dejaron, y eso porque la lechuza se veía muy feliz contigo- agrego Fred- avece en verdad nos das envidia- agrego.

Ron, aunque ya había superado en gran medida ese sentimiento de inferioridad que tenía, le pareció divertido y un poco reconfortante que uno de sus hermanos mayores aceptara que también se llegó a sentir igual que él.

Harry leyó y releyó la carta de Sirius durante todo el trayecto hasta la estación de King’s Cross. Todavía la apretaba en la mano cuando él, Ron y Hermione atravesaron la barrera del andén nueve y tres cuartos. Harry localizó enseguida a tío Vernon. Estaba de pie, a buena distancia de los padres de Ron, mirándolo con recelo. Y cuando la señora Weasley abrazó a Harry, confirmó sus peores suposiciones sobre ellos.

— ¡Te llamaré por los Mundiales! —gritó Ron a Harry, al despedirse de ellos. Luego volvió hacia tío Vernon el carrito en que llevaba el baúl y la jaula de Hedwig. Su tío lo saludó de la manera habitual.

— ¿Qué es eso? —Gruñó, mirando el sobre que Harry apretaba en la mano—. Si es otro impreso para que lo firme, ya tienes otra...

—No lo es —dijo Harry con alegría—. Es una carta de mi padrino.

— ¿Padrino? —Farfulló tío Vernon—. Tú no tienes padrino.

—Sí lo tengo —dijo Harry de inmediato—. Era el mejor amigo de mis padres. Está condenado por asesinato, pero se ha escapado de la prisión de los brujos y ahora se halla escondido. Sin embargo, le gusta mantener el contacto conmigo... Estar al corriente de mis cosas... Comprobar que soy feliz...

Varios de los prenses comenzaron a reír de diferente forma, algunos de forma sutil, otros más abiertamente, pero en cuanto a los bromistas, ellos daban tremendas carcajadas que solo alentaba la risa de los demás.

-Bien aplicado- comento Sirius ante la aprobación de varios de los presentes, entre ellos Alastor.

-Lástima que se te olvido contarles que era inocente- agrego Draco que sonreía divertido.

-Sí, fue una verdadera lástima- apoyo Harry con un sonrisa similar.

Y sonriendo ampliamente al ver la expresión de terror que se había dibujado en el rostro de tío Vernon, Harry se dirigió a la salida de la estación, con Hedwig dando picotazos delante de él, para pasar un verano que probablemente sería mucho mejor que el anterior.

-Por lo menos de algo servirá que te sigan creyendo culpable- comento Marlene.

-Bien, es el final- respondió Andrómeda cerrando el libro- a terminamos con el tercero

-Perfecto, en tal caso les recomiendo que descansen muy bien esta noche, pues mañana comenzaremos con la lectura del cuarto libro- comento Dumbledore.

-Yo ya no sé si quiero continuar- comento Lily- cada libro se vuelve peor conforme avanzamos- harre vio con pena a su futuro madre, todo lo que haba pasado hasta ese momento fue difícil, pero aun así lo peor aún estaba por venir.

-Tranquila cariño, todo estará bien- le aseguro James- míralo, aquí esta frete a nosotros, todo estará bien- agrego señalando a Harry, pero aunque supieras que él estaría bien, haber todo por lo que paso era dura, James también lo sabía, pero en ese momento tenía que ser fuerte tanto para ella como para él.

-Además no creo que puedas evitarlo pelirroja auch- exclamo Sirius.

-Ten más tacto animal- le recrimino Marlene mientras la pelirroja sonreía.

-Bien, por lo pronto lo mejor será que cenemos- hablo nuevamente Dumbledore y momentos después las mesas se llenaron de comida.




Bien, con esto termínanos el tercer libro y posteriormente iniciaremos con el cuarto.
Como tal vez algunos se dieron cuenta o tal vez no, varios me preguntaron si podía poner el primer capítulo del cuarto libro junto con este, como ya es evidente eso no ocurrió, y la razón principal es que hay algo que me gustaría hacer antes de continuar con las lecturas.
El capítulo de "el beso del dementor" lo termine relativamente rápido y era bastante coto, por eso lo junto con el penúltimo capitulo
Pero descuiden, eso no significa que no hay posibilidades de capítulos dobles, pues creo que resumiré enormemente el primer capítulo  y creo que tal vez lo podría poner con el segundo.

13 comentarios:

  1. Eso seria genial, ya que luego me di cuenta de que era sobre el anciano y no tanto de Harry.
    Continua!!!! Esta quedando genial

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    1. Si, en su mayoría hablan del anciano y de la mansión Riddle, y ceo que podíamos obviar algunas cosas.
      Ya actualizo.

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  2. SI.Porque el primer capitulo del cuarto libro es sobre Voldemort que de Harry.

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    1. Sí, hay algunas cosas que se podrían evadir.
      Ya continúo.

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  3. Continua, la historia está genial!!!!

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  4. Adorando sua historia !!!! Muito feliz de encontrar uma fanficion desse tipo em que o
    autor não desistiu depois do primeiro ou segundo livro.

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    1. Qué bueno que te guste, y si me ha costado un poco, pero no quiero dejar el fic a medias como otros, mientras pueda lo continuare.
      Ya actualizo.

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  5. Gracias, es genial que ya hayas terminado el 3er libro, y pues tu propuesta de resumir el capitulo 1ro del 4to libro y juntarlo con el 2do es genial... supongo que eso podrías hacer posteriormente, no es necesario aunque obviamente es tu historia, reescribir todo el capitulo del libro, y solo pudieras hacer los comentarios del mismo, siempre y cuando no sean tan relevantes, pero eso es obviamente tu decisión de como hacer tu historia

    Muchas gracias y felicidades por tu nominación
    Saludos

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    1. Bueno, es que hay cosas como la descripción de la mansión Riddle que no les veo mucha importancia, además que no se ocurre algún comentario que pueda ser relevante, aun así procurare no dejar algo importante afuera.
      Gracias, en verdad me sorprendio lo de la nominación.
      Ya actualizo.

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  6. Termino el tercer libro no se si estar feliz o triste.... mejor feliz por que va a emoezar el cuarto yey pobres padres de harry.
    Sirius OMG no puedo con el jajajajajaja y remus y tonks ya quiero qye sepab que teddy es su hijo ahhshdndndjdbd sigue pls me facina.
    Pd: de nuevo felicidades por tu nominacion

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    1. Sí, estamos por comenzar el siguiente libro, es mejor estar felices.
      Ya lo creo que pobres, estoy expectante para cuando llegue a los capítulos del cementerio, son una parte muy intensa en la lectura y espero darles justicia
      Ese Sirius, ya verás las ocurrencias que tiene, en cuanto a Remus y Tonks ya sabrán las verdad, por lo pronto puede leer algo más entre ellos.
      Gracias, la verdad no estaba enterado del premio hasta que me nominaron jeje.
      Ya actualizo.

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  7. No importa cuantas veces lea el final del tercer libro, sigo amándolo con toda el alma, y con la intervención del comentario de Draco fue como "Lo que pensaba yo!" y fue perfecto uvu
    Ay~ si, se siente bien avanzar :v

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